SEIS

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Sus labios quemaban ante la piel de la contraria, se derretían bajo el tacto de este.

La caliente piel hacía contraste con la fría ceramica que cubría el piso.

El tapete estaba a un lado junto a la tela.

Los besos de Jinsoul descendieron hasta los pechos de la menor, jugando con estos mientras que sus manos se hacían cargo de su intimidad, jugando con la tela que la cubría, que minutos más tarde, estaría tirada por algún lugar de ahí.

Jungeun se limitaba a soltar tímidos gemidos y jadeos que resonaban por la habitación.

Los dedos de Jinsoul entraron en acción; retiraron la pieza de tela con sumo cuidado, como si de porcelana se tratase.

Comenzó a mover su dedo anular en círculo, haciendo que la joven cerrara su ojos ante tanto placer. La mayor sonrió con nerviosismo, no sabía si lo que hacía estaba bien o mal, era una total inexperta en ese ámbito; solo se guiaba por su intuición y excitación del momento.

- Dios... - Murmuró Jungeun por lo bajo luego de estar estimulando el área

Pasado unos segundos del murmullo, decidió introducir uno de sus largos dedos a la entrada de la menor, con delicadeza y lentitud.

Un gemido se escapó de los labios de la contraria, la cuál disfrutaba de la sensación de ser tomada por
Jinsoul.

Comenzó a moverse con una lentitud desesperante para Jungeun; necesitaba más.

- Más... - Salió casi en un susurro desesperado

Jinsoul aceptó las órdenes e introdujo otro dedo, comenzó a moverlo en diferentes direcciones, haciendo que Jungeun se removiera de placer.

Esta vez, Jinsoul sonrió más confiada; lo estaba haciendo bien.

La luz se filtraba a través de las finas cortinas que tapaban las ventanas, creando figuras sin formas en el piso y paredes.

Las caderas de Jungeun se movían al compás de los dedos de Jinsoul, lentamente armonioso.

Pasado unos segundos, Jungeun soltó un gran gemido, seguido de murmullos indicando que sería su clímax. Sus manos atrajeron el cuerpo de Jinsoul para acercar su rostro y besar sus labios. Se movían en un compás digno de tocar, en una danza digna de bailar, en una canción digna de cantar.

Una vez en el clímax, Jinsoul salió de ella y nuevamente unió sus labios en un ritmo lento mientras las luces cubrían sus desnudos cuerpos.

Jungeun era una obra de arte por si misma.

Paint Me - LipsoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora