OO4. falsas esperanzas

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⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀一 No inventes más. Nada está funcionando. 一 El encargado del tren mantenía las manos en la velocidad, pero dividía su atención entre el trayecto y lo-que-sea que estuviese tramando el Cupido en funciones esta vez.

一 Nuh-huh.

一 Ríndete o, al menos, descansa un rato. Tienes tiempo para admitir que todo es inútil.

Angelo se había propuesto arruinar la velada de los pasajeros con mil y una ideas, pues en eso era un maestro.

Sus flechas, la desinformación y el chisme, todas sus mejores cartas. Incluso llegó a traficar con Byron, el alquimista de Townsfolk, para conseguir unos brebajes de amor y mezclarlos sigilosamente con las bebidas que se pedían en la cocina.

Sus esfuerzos surtieron cierto efecto; sin embargo, a medida que el tren llegaba a cada nueva parada, otra oleada de personas se sumaba y; cada vez, las miradas de Larry y Lawrie empezaban a descubrir lo que intentaba.

«Tren del Amor». Vaya, ni os esforzasteis en intentar no copiarnos. 一 El estrés le estaba sacando precio y el mosquito ya no tenía esa actitud tan animada como al inicio.

一 ¿De qué hablas? ¿Has escuchado eso de los pasajeros?

一 Pff. Sí, obvio, escuchar conversaciones ajenas es lo mío. Y el chisme se cuenta solo: todo está lleno de tortolitos, como esperaba.

«¿Como esperabas?» 一 Hizo amago de mirarlo por el reflejo del cristal. 一 Que sepas que no fue idea mía. No me critiques, es algo que se ha autoproclamado por aquí. Soy al que menos le hace gracia.

一 Ya, ya, bebé. Sé que no querías nada de esto. 一 Dijo mientras preparaba unas cuantas flechas.

一 Cállate. 一 Chuck echaba humo cada vez que interactuaba con este hombre, literalmente. Le sacaba de sus casillas.

No se equivocó en absoluto: Angelo había hablado con Gus.

Tras el episodio sobre la escasez de clientes en el Túnel del Amor, Angelo y Willow - su supuesta amiga - no dudaron en su experiencia de seguir de cerca a las primeras parejas a las que pusieron su ojo encima.

Decidieron dividirse para maximizar sus posibilidades. La suerte estuvo del lado de Angelo cuando Gus le proporcionó el contexto necesario, y también gracias a la naturaleza entrometida del Cupido, por supuesto. Así es cómo llegó aquí.

O bueno, eso fue lo que le proveyó en los primeros cinco minutos que tuvieron de conversación. De verdad, es como si no tuviera filtro alguno.

En cuanto al maquinista, su mención de estar «bajo vigilancia» tras salir de prisión recientemente reveló poco sobre su verdadera situación. Evitó cualquier pregunta del contrario y mostró una clara evasión a profundizar, limitándose a informar sobre los alborotados fantasmas sin ofrecer más. No necesitaba saber otra cosa que su determinación para resolver el asunto.

Mientras su sombrero dejaba de expirar humo, Chuck comunicó: 一 «Next station: Snowtel» 一 Dejó caer su espalda maltratada en el asiento y se dio la vuelta, agobiado. 一 Lárguense de una vez...

一 ¿Te he dicho que tu acento me parece atractivo?

一 Deja de joder. 一 Marcó con fuerza una palma en su propio rostro. Ya no tenía más paciencia pero tampoco ganas de gritar. 一 ...Honestamente, hay que hacer algo con esa camiseta que te dio Larry.

一 ¿Qué? 一 Angelo tiró de la anchura de su prenda para que se lea bien: «EDGAR PARA PRESIDENTE» 一 Sí, demasiado político. No es mi estilo. 一 Dice divertido. 一 Pero bueno, quítamela si no lo soportas más.

一 Basta...

El Cupido río por lo bajo. 一 Ya paro, lo prometo. 一 Cayó hacia el lado de la pared y cruzó sus brazos.

La vista de Chuck se suavizó al presenciar el golpe seco con el que su compañero se apoyó, apenas sosteniéndose sobre sus rodillas con todo su peso.

Realmente lo estaba intentando. Mientras tanto, él ni siquiera había dado el primer paso. La culpa lo invadía. ¿Por qué sentía esa carga?

一 Hay algo de lo que yo y Gus teníamos la certeza de que fuera el causante de todo esto.

Angelo arqueó una ceja, callado, pero igualmente interesado.

一 Son pocas las posibilidades de que sea cierto y puede que resulte algo costoso, pero tendrías que hacerme un favor.

一 No dejes que me lo piense. Voy a ayudarte.

一 ¿Eh? 一 Chuck sudó frío, ¿cómo alguien tan engreído se podía dejar convencer de esta forma? 一 Ni siquiera te dije los detalles, ¡no sabes a lo que te enfrentas!

一 Shush, deja de llorar. Un momento que llame a mi bestie, sepa quién dónde estará, y nos pondremos en marcha.










icy : chuck x angeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora