Capítulo 12: La segunda Estrella

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Un año después de destruir la colonia de Tanalorr y un año antes de la Batalla de Endor...


Sucedió la Batalla de Talus en la que Darth Vader participó, en ella capturó a una Jedi llamada Rachi Sitra y varios aprendices jedis, todos ellos fueron llevados a Nur, donde fueron poco a poco adotrinados, los antiguos sensibles que capturamos fueron llevados al Lado Oscuro mediante el mismo proceso que yo. La Orden de los Inquisidores volvió a surgir, pero esta vez eramos más numerosos que la primera. 


Mientras esto sucedía los Rebeldes fueron descubiertos en el planeta Hoth donde su base fue arrasada por las tropas de Vader. Un año después la construcción de la Estrella de la Muerte en la Luna de Endor estaba en proceso de finalizar. 


Al estar ocupado con los planes del Emperador, tuve tiempo de seguir mi adiestramiento, utilicé holocrones Sith guardados en los archivos de la base y entrenar a otros, mientras que algunos se resistían al acondicionamiento otros habían sucumbido al Lado Oscuro, eran un total de veinte, suficientes como para acabar con la Rebelión en cuanto el Emperador diese la orden. 


Entré en la habitación de comunicación, las luces se apagaron y Vader apareció en el holograma.

- Aprendiz, debes la luna de Endor, aquí un grupo de rebeldes se ha infiltrado para destruir  el generador del escudo de la Estrella de la Muerte,  tu objetivo es controlar la defensa del blindaje, entre ellos ha un rebelde, un Jedi poderoso en la fuerza, no te enfrentes a él, captura o acaba con el resto de rebeldes. -

- Si maestro, como ordenes. - Vader cortó la transmisión.

Salí de la habitación y partí hacia Endor, al llegar el Almirante Piett contactó conmigo.

- Almirante Piett, tengo ordenes especiales de Lord Vader. -

- ¿Quién eres? identifícate. - Preguntó dudoso.

- Soy el aprendiz de Lord Vader, Darth Revenge, mis ordenes son dirigir la defensa terrestre del blindaje y acabar con el operativo rebelde que hay allí. -

Observé miedo en el rostro de Piett al saber quien era.

- Está bien... Tiene permiso para proceder en la luna. - Cortó la transmisión.


Al aterrizar en la base imperial, un oficial me estaba esperando.

- Teniente, informe de la situación. - Dije nada más aterrizar. 

Podía sentir su miedo hacia mi y su firmeza en su cuerpo aumento más si era posible.

- Pues... verá los Rebeldes acaban de escapar ayudados por los indígenas de la luna... han robado un andador y nuestras fuerzas se han dividido para intentar capturarlos de nuevo. - 

- Tienes fuerzas especiales a tu disposición y aun así has dejado que se te escapen. - Utilizo la fuerza y lo estrangulo con furia. 

- Tu ineptitud ha sido tu último fracaso Teniente. - Su cuerpo inerte cayó al suelo.

Me dirigí al segundo oficial y lo observé.  - Teniente, ahora es tu responsabilidad, acaba lo que tu predecesor no pudo, averigua donde están los rebeldes ahora mismo. -

- Si señor, en seguida. - El oficial entró en la base y yo lo seguí.

Entré en el puesto de mando con el oficial, allí varios oficiales de menor rango estaban haciendo diferentes tareas, el Teniente se acercó a una pantalla mientras que hablaba con alguien, luego miró hacia mi.

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