𝓒𝓪𝓹 9: Ben

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"Es una locura renunciar a
todas las rosas solo porque una te pinchó.
Renunciar a todos tus
sueños solo porque uno no se cumplió"
-El principito.

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Ben🍁🍂

Siento el cuerpo demasiado pesado, como si estuviera cargando una mochila llena de piedras.

Es como si cada situación fuera una cosa más dentro del bolso, de tal manera que en un punto ya no aguanta más.

Hoy me siento así.

Mamá está dormida en la camilla que esta frente a mí, lleva un pañuelo en la cabeza, eso me dibuja una mueca en los labios.

Ella amaba su cabello, lo cuidaba tanto y le dolió inmensamente cuando le diagnosticaron cáncer.

Todo este entorno me asfixia, odio verla así, estire mi mano y alcance la suya.

Si pudiera tomar su lugar no dudaría ni un segundo en hacerlo.

Solo quiero volver a tenerla en casa, sentir su presencia, que este sana, qué pueda lograr todas aquellas metas que me contaba.

Ella era la única que equilibraba todo, era lo que nos unía como familia, era el componente fundamental.

Cerre los ojos y bese sus nudillos.

-¿Ben? - susurro con voz pastosa, dí un respingo y deje un pequeño beso en su frente.

-Hola mamá.

-Mi niño - susurro esbozando una sonrisa-¿cómo está todo en casa?

El corazón dejó de latirme un milisegundo, ella no tenía idea sobre lo que ocurría, seguía pensado que mi vida era perfecta.

-Muy bien.

-¿Estás seguro?- susurro preocupada, force una sonrisa y asentí.

-Claro que sí - le pase el vaso de agua que estaba en la mesita de luz y ella lo tomo- nos haces falta.

-Saldré de aquí pronto, ya lo verás.

Ambos sabemos que no es cierto, estamos conscientes de lo grave que es su estado y que no logrará salir viva de aquí.

En cierta parte me molesta que me mienta de esa manera pero por otro lado, ella hace lo mejor que puede, trata de que el poco tiempo que estoy con ella no se resuma a llanto y lamentos.

-¿Cómo está Daisy?.

Negue divertido

-La quieres más que a mí - bromee.

-Es mi hija del corazón - me aparto el cabello de la frente- en mi cabeza ella vive con nosotros.

-Sigue haciendo el mejor café.

-La próxima pídele que me prepare la tarta de manzana que tanto me gusta.

-Vale.

-¿Estás seguro que esta todo en orden?, te ves apagado cariño.

Trague saliva.

-Solo es por estudiar demasiado - le resto importancia- cansancio, nada importante.

Me recorrió el rostro con la mirada, como si quisiera encontrar algún indicio de mentira.

No lo halló obviamente, me acostumbre a mentir, me han preguntado infinitas veces si estaba bien, digamos que aprendí a que mi rostro no delate nada.

Sin embargo, es como si es con Oliver no funcionará, o quizás si funciona pero él me presta más atención que los demás.

Punto De QuiebreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora