사랑의 상처 ★Love Scars★

Perfecto

Decir que estaba nervioso era poco, jamás había intimado con nadie, nunca nadie había visto su cuerpo de forma íntima, pero cuando Jungkook comenzó dejó de besar sus labios, para comenzar a besar su cuello mientras le decía lo bien que olía o lo suave y tersa que era su piel, poco a poco fueron remitiendo, siendo sustituidos por un agradable cosquilleo en su vientre, mientras sentía elevarse la temperatura.

Las hábiles manos del rey se abrieron paso entre las ropa que cubría a Jimin, el tacto de su piel era perfecto, su aroma, su sabor, deseaba poder disfrutarlo por siempre, muy a su pesar se separó de él y lo puso de pie, sin dejar de contemplar su figura, su rostro ligeramente sonrojado, sus labios hinchados y rojos por los besos previos, todo él era una hermosa obra de arte.

—Desnúdate para mí, mi ángel —ordenó con suavidad y Jimin obedeció.

Con cada prenda que caía al suelo más crecía su necesidad de poseerlo, quería recorrer con  su boca cada centímetro de su cuerpo antes de tomar su primera vez. Se puso de pie y se acercó hasta él, Jimin lo miraba fijamente hipnotizandolo con sus ojos, así como la noche anterior lo había hecho con su canto.

Cuando sus manos se posaron en su cintura, y lo atrajo hacia sí, para volver a besarlo, un pequeño jadeo escapó de sus labios, intentó besarlo con delicadeza, pero sus ansias por tenerlo eran más, Jimin se sostuvo de su pecho y él subió sus manos por su espalda, era tan suave, hasta que…

—Jimin tu espalda —dijo rompiendo el beso y separándose un poco de él.

El joven lo miró fijamente antes de sonreír y girarse. Jungkook no sabía qué decir, pero sí sabía que ese hermoso ángel que tenía frente suyo, cuya espalda estaba atravesada por una enorme cicatriz que comenzaba en su hombro izquierdo y terminaba a la altura de su cadera en diagonal, era el ser más perfecto que podía haber encontrado, él también estaba marcado, pero no dejo que eso le impidiera seguir sonriendo.

—¿Qué te sucedió? —preguntó en voz baja mientras con las yemas de sus dedos acariciaba la rugosa piel.

—Un incendio, mi casa se quemó, cuando traté de salvar a mi hermana pequeña una viga ardiendo cayó sobre mi espalda, aún con el dolor por la quemadura logré salvarla, pero mis padres no pudieron salir.

—Por eso me dijiste que mi cicatriz era símbolo de mi valentía, porque tú también lo fuiste y lo eres mi ángel —dijo el rey antes de abrazarlo y volver a besarlo.

Esa noche ambos se entregaron en cuerpo y alma, a partir de esa noche, no hubo nadie más para el rey. 

Al poco tiempo por el pueblo se vio pasar al rey con su concubino, pero nadie lo veía mal, todos estaban agradecidos con ese bello joven que le devolvió la sonrisa a su rey, Jungkook no volvió a ocultar su cicatriz portandola con orgullo.

Un par de años después y después de mucho discutirlo, porque el rey se negaba a tomar a una mujer, Jimin lo convenció de que era por el bien del reino y un heredero llegó al palacio, la chica elegida aceptó gustosa, no esperaba nada a cambio, sabía el profundo amor que ambos se tenían y solo se sentía agradecida por contribuir a traer al mundo al heredero del reino.

El rey Jeon fue el penúltimo rey de la era Joseon, y fue el más querido y amado por su pueblo, fue un hombre, bueno, noble y justo, que amo como nadie a su precioso ángel, y su amor fue tan fuerte que ambos partieron de este mundo al mismo tiempo, mientras se prometían volverse a encontrar en la próxima vida.

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—Y esa es la historia de amor entre el rey Jeon y su concubino.

Concluyó Jimin cerrando el libro que contenía la historia de amor más bella que él jamás hubiera leído y por la cual había decidido convertirse en docente.

—Bueno chicos, eso es todo por hoy de tarea, quiero que realicen una reseña de lo que les pareció la historia y lo que ustedes opinan sobre el tema —dijo y todos sus alumnos asistieron y después de guardar sus cosas comenzaron a salir del aula.

Solo hubo uno que se quedó hasta el final.

—Profesor —dijo haciendo que Jimin que estaba guardando sus cosas se levantará a verlo.

—Dígame joven Jeon —le preguntó con una sonrisa.

—Le quería preguntar. ¿Usted cree en la reencarnación y en las vidas futuras? —le pregunto sin dejar de mirarlo.

Jimin sonrió y sus ojos brillaron en aceptación, asistió y su alumno sonrió. Y mientras ambos se miraban, los recuerdos de una vida pasada juntos desfiló ante sus ojos, al igual que muchas más en el futuro. 

Fin.

✨✨✨

Y con este capítulo concluimos está pequeña historia que espero les haya gustado.

Gracias por leerla y darle tanto amor.

Las quiero bellezas.
         Besitos 😘😘😘