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Dongmin volvía a casa de otra cita "exitosa".

Fue a un restaurante en el centro de Seúl porque le habían organizado otra cita a ciegas con un alfa. Su nombre era Joshua (o eso le entendió, Dongmin ya no se acuerda), y era el alfa más aburrido que vio en su vida. Se la pasó toda la velada hablando de si mismo, de su trabajo, de sus expectativas en la vida, de su prototipo de pareja... y para colmo, lo miraba y se le insinuaba como si fuera una prostituta. Todo un modelo (de idiota).

Cuando empezó con sus insinuaciones Dongmin trató de rechazarlo de la manera más sutil posible, pero entonces intentó tocarle los muslos por debajo de la mesa y ahí es cuando perdió los estribos, se levantó, le dio un cachetazo, le echó un vaso de agua en la cara y le dijo con su peor cara que no se le ocurra acercársele otra vez. El hombre se indignó con la actitud de Dongmin, tachándolo de "exagerado" y salió hecho un humo del local.

De camino a su casa llamó a su amigo Sanha para comentarle de su noche, y quedaron en reunirse en la casa de Dongmin para comer chatarra y ver películas por Netflix.

Conocía a Sanha prácticamente de toda la vida. Fueron al jardín juntos, y se cayeron bien de inmediato. Sus padres, al ver lo bien que se llevaban, decidieron enviarlos a las mismas escuelas para que siguieran el curso de su amistad y se criaron casi como hermanos.

Dongmin no entendía porqué los alfas tenían que ser tan idiotas. Si, él era un omega, y uno educado, gentil y todas esas idioteces básicas que caracterizan a uno. Lo que no toleraba es que los alfas intentaran propasarse todo el tiempo. Estaba a muy poco de empezar a salir con betas, alguien que cause menos problemas.

—Creo que voy a empezar a salir con betas, estoy harto de los alfas —dijo Dongmin tirado en el sofá, comiendo de una bolsa de papas fritas, buscando alguna película buena que ver.

—Es una buena idea, siempre que no extrañes los nudos de los alfas —le comentó Sanha, robándole de sus papas—. Ni que prácticamente pueden levantarte con una mano, ni su instinto protector, ni-

—Si, ya, entiendo tu punto, no hace falta que sigas, muchas gracias San —le interrumpió Dongmin con expresión aburrida.

Sabía que los omegas están naturalmente atraídos a los alfas, a él en particular le gustaban los alfas altos, fornidos, que lo hagan sentir protegido. El problema era que la mayoría tenían un ego de mierda que despertaba lo peor en Dongmin. Ya le había pasado en múltiples ocasiones, salir con un alfa apuesto por un tiempo, sólo para dejarlo (o que lo dejen), porque tenían esas actitudes tan arcaicas que le daba ganas de lanzarles un plato por la cabeza (si, lo había hecho).

Así que si, ahí estaba Dongmin, un sábado por la noche tirado en su sillón comiendo chatarra y viendo películas con su mejor amigo omega.

—¿Y si salimos a un club? —le preguntó Sanha —. Vamos, necesito alcohol y diversión. No es que seas aburrido, sólo necesito del ambiente ruidoso y unas cuantas cervezas, ¿si?, ¿por favor?

Dongmin suspiró y rodó los ojos exasperado, pero pensando —¿De verdad quieres salir? ¿No prefieres pasar la noche comiendo papas, comida china y viendo Grease?

—Nop. Necesitas sacarte a ese idiota del sistema. Necesitamos alcohol. Necesitamos fiesta. Necesitamos un club.

Y sólo necesitó de esas palabras para convencerlo de levantarse a ponerse algo decente para salir de fiesta.

Llegaron a un club en el centro de la ciudad, y fueron directamente a la barra a pedir cervezas para los dos, para lo cual ya habían varios ojos puestos en ellos.

La pista estaba llena de personas, y las esencias se mezclaban constantemente, lo que los motivaba a bailar pegados al compás de la música. Tanto alfas como betas se les acercaban a cada rato para intentar bailar con ellos, pero Dongmin y Sanha solo bailaban entre ellos, divirtiéndose y riéndose todo el tiempo, retándose a hacer los pasos más ridículos.

Después de bailar por un largo rato, Sanha le dice a Dongmin que necesita ir al baño, por lo que se separan. Lee volvió a la barra para seguir tomando tragos, cuando el barman le acerca una copa de algún trago exótico, diciéndole que un alfa desconocido pagó por él. Se da la vuelta para ver quien le regaló la bebida, y se encuentra con un hombre alto y de ojos rasgados que lo miraba de lejos. Al hacer contacto visual, el hombre se levanta y se acerca a Dongmin, preguntándole si el asiento de al lado está ocupado, sentándose de todas maneras. El fuerte olor a tabaco y menta que desprende el alfa hace que Dongmin arrugue la nariz y quiera irse al otro lado de la barra, pero el alfa testarudo sigue hablándole, presentándose como Hyujin, y queriendo comprarle otro trago para que sigan conversando.

Dongmin, queriendo ser educado, pero ya sintiéndose exasperado, le dice su nombre al alfa y le dice que está acompañado, por lo que debe irse; pero el alfa le toma de la muñeca y le dice que es demasiado bonito para dejarlo ir, que debería hacerle compañía.

Ya cansado de la situación, Dongmin intenta soltarse del agarre del alfa, y buscando con la mano en la mesa, encuentra la copa del trago y se lo avienta en la cara. El alfa, enojado con la situación, está por golpear a Dongmin cuando otra persona, un chico alto y de pelo negro le toma del brazo levantado al de ojos rasgados y le dice: —¿Qué nadie te enseñó a no levantarle la mano a un omega? ¿Por qué no vas y buscas diversión a otra parte?

El aura que desprendía el pelinegro era potente, y tenía un aroma a bosque y lluvia que llamó la atención de su omega.

El alfa de ojos rasgados miró fijamente al otro por unos largos momentos, hasta que decidió que no valía la pena pelear por un omega cualquiera, por lo que se levantó todavía molesto y se fue al otro lado del local.

—¿Te ha hecho daño? —le preguntó el alfa a Dongmin.

—Por supuesto que no, ese tipo era ridículo.

—Me llamo Bin, mucho gusto.

—Un gusto, me llamo Dongmin.

—¿Estás solo? ¿Necesitas algo?

—No gracias, vine con un amigo.

—Si quieres puedo hacerte compañía hasta que vuelva. Ya sabes, para que no te sigan molestando.

—No te preocupes, puedo cuidarme solo. Gracias por el ofrecimiento.

En ese momento, Sanha apareció de entre la gente y abrazó a Dongmin por los hombros, pidiendo otra cerveza y mirando de reojo al alfa que estaba cerca.

—Dongmin, acabo de conocer al alfa más jodidamente hermoso que hayas visto, ¡tienes que conocerlo! Hola, soy Sanha, amigo de Dongmin. ¿Y tú eres...? —preguntó al alfa que seguía cerca de ellos, con mirada desconcertada.

—Uhm, soy Bin, mucho gusto. Tu amigo Dongmin es muy interesante.

—Lo sé, es una caja llena de sorpresas. Vamos Dongmin, quiero presentarte a este alfa, juro que vas a babear.

—¿Les importa que los acompañe? Así no los molestarán otros alfas, y de todas maneras también debo buscar a mis amigos, los he perdido en la pista.

—Claro, no hay problema, quédate cerca —le dice Sanha, guiñándole un ojo, y tirando de su brazo y el de Dongmin para ir nuevamente a la pista.

Iba a ser una noche muy interesante...

Bueno aquí les dejo también el primer capítulo de esta adaptación, esperó les guste 💗

(You're the) Devil in disguise | BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora