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-me levante de la cama despacio quitando la mano de carlos qué rodeaba mi abdomen y fui al cuarto de layla-

la vi mientras estaba dormida, ella era la persona que más admiraba en todo el mundo, gracias a ella pude ser quien soy hoy

-si no regreso, recuerda que siempre te ame con toda mi vida, eres lo más valioso que tuve, volvería a pasar aquel 12 de agosto para recordar cuando te tuve en mis brazos por primera vez -acaricie su manita mientras mis ojos se llenaban de lagrimas-

-layla se movió un poco-

voltie a ver a donde tenía todos sus juguetes, ahí vi el primer peluche que tuvo, fue cuando tenía 1 mes de nacida

-agarre el peluche y lo abrace fuerte mientras lloraba despacio-

-me senté en el sillón que había en su cuarto mientras recordaba cada momento-

y no se en que momento, pero me quede dormida

-amor, que haces aquí -dijo Carlos despertándome-

-no podía dormirme y vine a ver a lay -me estire y vi la hora- ya nos tenemos que ir? -lo vi-

-si, las maletas ya están en el carro

-bueno, ya voy, solo me despido de layla -me levante-

-esta bien, te espero abajo -me dio un beso en la frente y me acerque a layla- hola hija -sonrei y la cargue-

-mami -ella me abrazo-

-te amo mucho si? -le di un beso en la mejilla-

-ella asintió y sonrio-

-te quiero dar algo -la deje en el sillon- este collar es uno de mis favoritos, lo tengo desde los 7 años, cuidalo mucho -se lo di-

-esta bien mamá -ella sonrio y lo agarro-

-ya me voy -la deje en su cuna y me iba a ir cuando me hablo-

-mamá -dijo layla-

-dime -la vi-

-vas a regresar? -me vio-

-si, si voy a regresar -sonrei y mis ojos se llenaron de lágrimas-

-vale mami, te amo -me mando un beso-

Mónaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora