Mónaco

41

-vale..

no sentía que me veía tan triste como todas aquellas personas que pierden a alguien, pero en realidad no asimilaba que ya no la tenía a ella a mi lado

-2 horas despues-

llegamos a la capilla donde velarian a zoe, no podía creer en donde estaba y quien era la que estaba en esa caja

-layla fue a abrazar a christian-

-abuelito -lo abrazo-

-hola mi niña -Christian también la abrazo-

me acerque lentamente al cajón, viendo como todos me veían con cara de lástima, otros susurraban entre ellos, pero yo no podía pensar en los demás, solo en ella

mis ojos estaban rojos de tanto llorar y justo ahora estaban volviendo a llenarse de lágrimas

-llegue al cajón y la vi acostada dentro de el-

-mi vida -toque por encima del vidrio- no te puedes ir, por favor regresa -las lágrimas empezaron a caer-

se había ido con una leve sonrisa en su rostro, también se veía su cara relajada, como si todo estuviera bien

-abrace el cajón mientras lloraba-

-qué tiene papá? -layla vio a christian-

-bueno, esta muy triste -el la vio-

-podemos ir con el?

-si, vamos -se acercaron a mi y yo los vi-

-hija -la cargue-

-papi, no estés triste, tu me dijiste que mami nos iba a cuidar desde arriba -acarició mi cara-

sus palabras me llegaron al corazón, no podía evitar pensar en la inocencia que tenía un niño pequeño para pensar que todo estaba bien, sin saber que no volvería a ver a la persona que más la amaba en este mundo

-si hija -sonrei y ella voltio a ver a mamá-

-hola mami, no te preocupes por papá, mi hermanito y yo lo cuidaremos mucho -sonrió y le dio un beso en el vidrio del cajón-

-la vi mientras trataba de sonrei por lo tierna que se me hacia-

-ven lay, vamos, hay que dejar a tu papá solo -la cargo- quieres ir por un helado?

-sii, vamos -dijo feliz-

-ahorita venimos carlos, te quiero -me dio una palmada en la espalda-

-si, también te quiero -medio sonrei y lo vi-

-sonrió y se fueron-

-sentí que alguien puso su mano en mi hombro, voltie a verlo y era max-