Capítulo 5

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Esto es una locura... No puedes creer que en realidad estés siguiendo a Tuyen, como parece llamarla la familia, pero estás segura de que ese no es su verdadero nombre. O al menos no es el nombre con el que la conocías. De todos modos, seguir a Tuyen y ayudarla a limpiar escombros y sellar pasillos no estaba dentro de las posibilidades cuando te asignaron esta misión.

Encuentra a Rose, ese es tu pedido.

Ahora, estás conversando con el grupo de supervivientes y... ¿vampiros? No lo sabes, pero beben sangre. ¿Es eso lo que es Alcina? Sacudes la cabeza. Ahora no. No puedes distraerte con ella. ¿Y si esto es sólo una estratagema? Alguien podría atacarte a ti, Ethan y Elena, en cualquier momento.

Vale, tal vez te estés volviendo un poco paranoica, pero nuevamente te sientes abrumada por el giro de los acontecimientos. No tienes idea de qué emoción debe tener prioridad y tu cerebro no la está resolviendo por ti. Es como si todos esos años de entrenamiento como agente y soldado hubieran desaparecido. Ves a Alcina y puf, se te hace papilla el cerebro. Estás de vuelta en ese apartamento, recordando cómo era sentirse completa y contenta.

Cómo es sentirse enamorada.

Suspiras. Estás igualmente agradecida y molesta cuando las disputas entre Ethan y Tuyen comienzan a hacerse más fuertes. Es mejor que tus pensamientos. Ustedes cuatro están de camino a este Duque en busca de suministros. Y durante toda la caminata, Tuyen y Ethan parecen no poder dejar de discutir.

—Son monstruos. ¡Comen gente y beben su sangre como si fuera agua!

—¿Las estás llamando monstruos? —Tuyen parece indignada. Hace un gesto hacia la mano izquierda de Ethan. —Dice el tipo que simplemente se pegó la mano con un líquido extraño.

¿Eso hizo? Ahora que Tuyen lo mencionó, juras que viste a Alcina cortarle la mano. Limpiamente. Cortó el hueso y todo. Y ahora, la mano de Ethan está de nuevo. Está funcionando como debería y ni siquiera se pueden ver las líneas de cicatriz.

—¿Qué? No, no soy yo. Es esta cosa. —Ethan saca una botella verde de unos fluidos turbios. Está etiquetado como desinfectante, pero es viejo y tiene un aspecto sospechoso. —Esto funciona como magia. —Habrías apostado a que era falso. —¿No tienen todos esto? ¿O está reservado para los Lores? —Ethan le pregunta a Elena quién toma la botella.

—Les aseguro que la Casa Dimitrescu no lo utiliza y nunca lo he visto ni fue usado en el castillo. —Informa Tuyen.

—Esto parece un líquido curativo normal. —Elena admite mientras devuelve la botella. —Los tenemos, pero nunca funciona como lo hizo contigo. La curación lleva tiempo...

—Pero... —Ethan abre la botella. —Tal vez deberías intentarlo, Elena. Observa cómo las heridas en tus manos sanan rápidamente.

—Yo... Probablemente necesiten ser limpiadas. —Le da las manos a Ethan. Tuyen desaparece por un momento y reaparece con vendas. Ethan quita suavemente las vendas de las manos de Elena y vierte el líquido en sus manos. Elena silba por el picor, pero eso es todo.

Te acercas un poco más. Te intriga saber si el frasco de medicina fue tan efectivo como afirma Ethan, pero después de un minuto, no pasa nada. —E-eso no es... —Ethan se queda sin palabras. Ninguno de ustedes entiende cómo o por qué el frasco de medicina misteriosa funciona tan bien con Ethan.

El silencio es pesado. Tú y Elena pueden comprender el dilema de Ethan. Tuyen, sin embargo, le da una palmada en la espalda a Ethan y se ríe. —Bienvenido al club, monstruo.

Eso fue extraño... Nada en el archivo de Ethan indica que haya sido mutado o infectado por algo. No se podía atribuirlo a una fuerte resiliencia, porque ningún ser humano normal podría volver a unir una extremidad con un simple fluido curativo. Nunca has oído hablar de ese medicamento. O al menos, no ha llegado a tu conocimiento. Con toda la biotecnología apareciendo de la nada, no te sorprenderá que alguien haya desarrollado esa tecnología.

Quiebre || Alcina DimitrescuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora