CAPITULO 24✓

15 1 0
                                    

VICTORIA.

No me esperaba esto con su "tenemos que hablar" todo mi expediente lo tenía en sus manos fotos, vídeo, las malditas hojas de los experimentos que hicieron conmigo, y una larga lista de venenos que introdujeron en mi sistema. Mi cara se contrajo en una mueca de disgusto. Tan bien que lo había escondido, no se cómo lo obtuvo y ese es el problema; solo pueden haber cuatro proveedores de esta información, Anna, Hyun, Alessandro y Marcos.

Los descartó aunque no puedo negar que todo sea mentira, alegar en contra de alguien es ir en mi propia contra. La mirada de Salvatore no se aparta de mi en ningún momento, mi labio inferior tiembla, me quedo con la mirada fija en esa foto. La hoja tiene escrito con detalles todo lo que paso ese día.

02 de noviembre.
Hora: 02:38:03 a.m.
Lugar: Canadá, a las afueras de Vancouver.

Se encontró un fuerte veneno en la comida del partió político que se lanzaba a elecciones ese año, una niña entre la edad de nueve a diez años fue la única sobreviviente a este acontecimiento, todo se camufló en las prensas locales e internacionales la G.A.E y el M.I.D cambiaron los hechos en las prensas internacionales, con la mala manipulación de los alimentos, según todas la víctimas fueron llevadas al hospital más cercano de la zona y murieron por negligencia médica...

—¿Como...? —susurro atontada por la información, me esforcé tanto para que él haya encontrado una parte tan... Horrible de mi pasado.

—No, no es como, sino ¿Quién?

—¿Como lo encontraste? Ésto no debería estar en tus manos, ni en las de nadie —frunso en ceño con rabia, el lo sabe.

El juego verdaderamente empieza ya es hora de contestar a cada pregunta, y el ahora sabrá y conocera cada parte de la historia.

—Pregunta —suelto derrepente tanto que se nota confundido —. Pregunta, quieres saber cosas y tienes dudas. Lo sé así que, pregunta.

—No hay nada que preguntar —su voz ronca herisa los bellos de mi nuca enviando una pequeña electricidad a todo mi cuerpo —. Pues esas dudas ya me las han respondido.

—¿Quién? —suspiro cerrando mis ojos y recargando mi cuerpo hacia atrás.

El sonido de la puerta es inconfundible, unos pasos resuenan demasiado rápido al igual que el sonido de las hojas de un libro.

—¡Ay! Hermanita eso es ofensivo —levanto mi párpado izquierdo y lo veo, Marcos estaría demás decir que su sonrisa es tan amplia que parece el guason.

—Esto no puede ser, tenías que ser tu —susurro terminando de caer como peso muerto hacia atrás, la silla golpea contra el piso al igual que mi cabeza.

—Ya te quieres matar y apenas me ves. Eres mala.

Matenme.

No me muevo prefiero que piensen que me he desmayado o me he muerto, eso estaría bien. Pero algo llega a mi cabeza, Marcos aquí, algo debe andar muy mal afuera para que venga a verme a mi, si se escapó eso quieres decir que mamá está preparando algo.

—Dime, Marcos, ¿Que necesitas? —suspiro derrotada, abro por completo mis ojos y su sonrisa ha desaparecido por completo.

—La fiesta de esta noche es una trampa, los van a cazar cuál conejo desorientado. Luciana Montenegro aterrizó ayer en Dinamarca, ella es la anfitriona de la fiesta, ustedes por así decirlo serán los invitados de honor, me temo informar que volvió para vengarse de la señora Ruth Pregona.

Quedó pensativa y salgo disparada fuera del despacho buscando mi tablet, rebuscó en todas partes de mi habitación y no hay rastro de ella. Pensé que Anna la dejaría por aquí pero me he equivocado.

El Lado Oscuro De La Mafia [ BORRADOR] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora