CAPITULO 25✓

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NARRADOR OMNISCIENTE.

Aún así, carente de visión sin un ojo, sabe dónde está. Es enfermizo saber para el después de mucho tiempo que fue torturado y casi criado con esas personas, tan huecas como él de sentimientos; sus ojos son tan blancos como si no los tuviera y su sonrisa tan llena de mentiras y secretos volviendo a su favor a cualquier persona que le llegue a preguntar algo y el lo sabe. A su favor tiene muchas posibilidades Pero dice para si mismo que tiene que esperar, y al salir sus planes se pondrán en marcha. No solo pagara él sino que hará pagar a todas las personas que se ocultan entre las sombras él será, esa persona que se pegue a ellos como un demonio al acecho.

Solo esperemos que la oscuridad no sea tan espesa y ninguna luz se interponga en su camino, el ajedrez casi termina en una partida, Pero las cartas apenas empiezan.

—¡hey tú! Deja de murmurar cosas —le grita el guardia acercando a la celda un paso más y la oscuridad lo absorberá para siempre.

Su voz es rasposa, carente de emoción alguna haciendole sentir miedo, se acerca a la claridad como una bestia al acecho cazando a su presa. Aunque uno de sus ojos este casi inservible al solo distinguir formas el otro es capaz de ver.

—No, solo dile a tu señora que se cuide muy bien. El gato no será cazado nuevamente.

Se ríe poniéndole los pelos de punta al guardia, dicen que un demonio siempre desata el infierno a dónde valla, y no importa lo difícil que sea, siempre lo logra. Y las torturas no se comparan, y las posibilidades de que el infierno no sea desatado son muy pocas. Pero nunca te liberas del demonio aunque esté en estado de contención.

Tenle miedo a la oscuridad y admirala desde lejos porque te puede consumir sin que te des cuenta, su llamado es silencioso y aterra cuando estás dentro de ella los demonios en cada pasillo te ven como una presa. No suspires frente a ellos se van a enamorar de ti y contarán los días para volver a atraparte Pero está vez para siempre.

Pero no pierdas la esperanza de que la oscuridad te resguarde y expulse a los demonios fuera, en el amor y la guerra todo se vale. Pero... ¿Aquí no hay amor, cierto?

Un susurro perturba el aire, y el sonido de algo duro rascando las paredes de la celda llaman la atención del guardia otra vez y con miedo golpea los barrotes.

—Alguien vino a verte —anuncia volteando su cara cuando la mira directamente riendo.

Una sombra que reconoce de inmediato se acerca a paso lento.

—No te creas el rey, camina más rápido.

—Un gusto verte también viejo amigo.

—No tenemos el mismo gusto, Orlando. Dime, que te trae por aquí.

—Necesitan... —le cuesta aceptarlo, sabe que al llegar sin él su pase al infierno está asegurado-— Mi señora necesita de su ayuda.

El ríe, le causa gracia saber que aún estando abajo tiene el control de toda la situación arriba, su madre se lo enseñó a él y a su hermano, a ser despiadados y a sobrevivir.

—Que se pudra —escupe y se devuelve a la oscuridad, sus cadenas cada vez más cortas para que la luz llegue a tocar la mínima parte de su piel.

—Bueno, esto no tenía que ser así, pero. Así lo quisiste.

Proclama suspirando, lo mira decepcionado, Pero le resta importancia al ver una enfermera acercarse con una buena dosis para dormir a un elefante, ríe de forma tortuosa al sentirse asfixiado, las cadenas en su cuello, manos y pies se van acortando cada vez más en un sonoro golpe contra la pared le sacan el aire Pero aún así mantiene una sonrisa en su rostro, con una altiveza y arrogancia que solo él posee.

Lo último que ve es aquella figura distorsionada cayendo en la inconsciencia.

Una fiesta se está llevando a cabo junto a un trato, Ezra niega a entregar a su carga y esperar para recibir su trofeo. Luciana se ríe de el pero no dice nada pues sabe que está acaba si lo hace.

—Una vida por otra vida y no acepto menos, dame a Davide y yo te entrego a su padre y tendrás comiendo de la palma de tu mano a Alan Müller —propone llamando la atención de Luciana.

—Que trato tan encantador, Pero eso no puede ser cariño, necesito algo más.

—Claro —saca un maletín y lo pone frente a ella—. Hay dos millones, ¿Cuánto más quieres?

—Es suficiente.

Sonríen y estrechan su mano cerrando el trato, los sonidos de la puerta llaman la atención de los dos, unos de los hombres de Luciana toca desesperado ¿Quien no lo estaría al ver llegar a semejante persona?

El pase de su parte se escucha y entra desesperado casi callendo frente a ellos y con su cabeza gacha habla.

—Mi señora, ha llegado la jefa rusa junto a las personas que ustedes esperaban.

—Maldicion —pasa sus manos por sus cabellos dañando así su peinado, Luciana no se lo esperaba y eso es más que claro—. Esperaba que rechazará la invitación que le mandé como lo ha hecho otras veces.

—Siempre hay un bache en el camino —es lo único que pronuncia Ezra ante tal situación.

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⏰ Última actualización: Sep 06 ⏰

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El Lado Oscuro De La Mafia [ BORRADOR] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora