Prólogo

82 17 26
                                    

Diciembre, 2020

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Diciembre, 2020.

—Es más complicado, Carine; no podrás participar —sentenció el médico con tono grave y decidido, su expresión seria y profesional reflejaba la dureza de la noticia.

Carine soltó una risa amarga, carente de cualquier alegría, que resonó en el pequeño consultorio—. ¿Este es mi regalo de Navidad? —dijo, con su voz teñida de sarcasmo y dolor.

El médico la miró con una mezcla de lástima e impotencia, sus ojos traslucían la empatía de quien ha dado malas noticias muchas vece.

No había nada que pudieran hacer, especialmente considerando la inminente fecha del Mundial Juvenil.

Con los ojos anegados en lágrimas, la joven de ojos cafés, salió del centro médico con paso vacilante, intentando asimilar aquello que acababa de escuchar. Afuera, en la fría acera, la esperaba su novio, Luciano Leo. Al verla, su rostro se contrajo en una mueca de preocupación; el dolor en los ojos de Carine le dijo todo lo que necesitaba saber.

—Tranquila, habrá más oportunidades —intentó consolarla Leo, acercándose a ella con suavidad—. Carine, te advertí que no jugaras, y aun así...

Carine lo interrumpió bruscamente, su voz temblando con una mezcla de furia y desesperación.

—¡No me digas cosas que ya sé! —exclamó, su grito resonaba en el aire frío.

Una de las cosas que más odiaba era el "te lo dije". ¿Siempre tendría que escuchar lo mismo? Primero el entrenador, después Santana, y ahora Leo. Era un eco constante de reproches y advertencias no deseadas.

—Cometí un error, lo sé —dijo ella, su mirada reflejaba una mezcla de frustración y tristeza que parecía infinita, una mezcla de emociones—. Pero no tienen que repetirlo una y otra vez. Estoy cansada, Leo, cansada de que me lo recuerden a cada momento.

Carine se alejó de él, empezando a caminar en dirección a su casa. Su paso, aunque vacilante al principio, se volvió firme, cada vez más seguro.

—¿A dónde vas? —preguntó Leo, con su voz cargada de preocupación y tristeza.

No obtuvo respuesta. Leo suspiró, resignado; no la seguiría. Sabía que a veces, Carine necesitaba su espacio. Ese día, cada uno tomó su propio camino.

Carine caminaba rápidamente, con su mente sumergida en un torbellino de pensamientos y emociones. Ella sola buscaría la forma de participar, no importaba si tenía que hacerlo lesionada. De alguna manera, jugaría en ese Torneo. Su amor por el fútbol era algo incomprensible para todos, así que la idea de perderse el Mundial Juvenil era un dolor más grande que cualquier lesión.

Semanas mas tarde en el televisor se anunciaban a Roberto como el nuevo Director Técnico del equipo Juvenil. Una pequeña chispa de esperanza se encendió en su interior, más cuando el hombre le pidió reunirse.

—Es algo muy riesgoso, posiblemente solo te deje entrar en la final. ¿Estás de acuerdo? 

Carine acepto, lucharía por su sueño, incluso si significaba arriesgar todo.







《 ▪︎ 》

Jogo Bonito ➪ Captain TsubasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora