Con el Mundial Juvenil a la vuelta de la esquina, la selección brasileña se embarca en su preparación mundialista, un evento entre sus filas deja con sorpresas a los seleccionados brasileños, pues nadie esperaba la aparición de Carine Taucci, conoci...
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En Brasil, el 'Jogo Bonito' se había consolidado como el estilo predominante de juego desde el siglo pasado, y los seleccionados más recientes rendían un homenaje absoluto a esa filosofía futbolística.
En ocasiones, entrenaban durante toda la jornada, mientras que en otras solo la mitad del día; lo esencial es que siempre se divertían.
Observando el caso de Carine Taucci, ella ejecutaba los movimientos mínimos, sin sentirse plena ni cómoda. A veces, se molestaba con Leo, pues él solía interceptar algunos pases que Santana le dirigía. Carine, como delantera, era la clave para anotar goles.
Ahora tocaba un merecido descanso. Todos se sentaron en algunas bancas, pero Carine y Leo se separaron unos cuantos metros.
—Nada me sucederá si tomo el balón por un rato, Leo —le dijo Carine mientras él acomodaba la tobillera de su novia—. Yo también puedo hacerlo.
Con ello se refería a su tobillera.
—No me molesta hacerlo —murmuró él—. Recuerda lo que te dijo el entrenador, debes cuidarte para que quizás te den otro partido más.
—Tienes razón.
Leo sonrió. Una vez terminó de acomodar la tobillera, se sentó a su lado.
Ninguno de los dos hablaba, simplemente compartían un silencio cómodo. Carine apoyó su cabeza en el hombro de él y cerró los ojos.
Como un intruso, Santana se acercó a ambos.
—¿Qué pasa, Santi? Estás interrumpiendo, amigo —dijo Carine, abriendo ligeramente los ojos para verlo.
—Vaya que interrumpo —contestó con sarcasmo.
Santana tomó lugar a un lado de Carine, los tres comenzaron a hablar, por lo general siempre charlaban respecto al pasado, recordando los primeros días en que se conocieron, rememorando tanto momentos felices como tristes. Llevaban muchos años juntos.
—A su manera, aquellos tiempos eran buenos. Ahora, tenemos un reto más grande.
El ambiente se tornó un poco más serio, pero no menos apasionado. Cada uno sabía que el fútbol no era solo un juego, sino una forma de vida que exigía dedicación y sacrificio.
—Y para eso, debemos seguir entrenando con rigor —dijo Santana con tono decidido—. Cada uno de nosotros tiene un papel crucial, y debemos cumplirlo si queremos levantar la copa.
Carine y Leo asintieron.
—Claro, siempre y cuando Santana no se distraiga con una rubia angelical —añadió Leo.
Carine soltó una risita mientras las mejillas de Santana se teñían de un color carmesí. El chico se levantó para ocultar su rostro—. Leo, tú estás peor; solo que tu distracción está en nuestro mismo equipo.
Leo iba a responder, pero Carine lo interrumpió—. Vamos, el descanso terminó —dijo, estirándose y preparando su mente para el próximo entrenamiento, pues Roberto ya se encontraba con ellos.
El hombre había salido hace algunas semanas y recién regresaba. Durante su ausencia, los jóvenes seleccionados habían estado entrenando bajo las directrices del asistente de Roberto. Al ver su retorno, todos abandonaron lo que estaban haciendo y se acercaron en fila.
—En una semana empieza todo. Con este entrenamiento decidiré quiénes serán los titulares; nadie tiene asegurado su puesto —anunció con la seriedad propia de un entrenador experimentado—. No contaba con que esto pasaría —sacó un papel de la carpeta que sostenía—. Grupo D, con Arabia, China y Francia.
Algunos chicos gritaron de alegría; su grupo parecía ser el más fácil. Roberto los observó molesto, intimidando a casi todos. A gritos los mandó a entrenar, dividiéndolos en dos grupos y excluyendo a Carine, quien solo podía observar con frustración, alternando su mirada entre el campo y Roberto. En estos entrenamientos, a menudo la dejaban fuera o la incluían solo como sustituta de Santana, pero eso ocurría después de 30 minutos.
Cuando finalmente le permitieron entrar, Carine demostró por qué en Brasil había recibido el apodo de "Menina de Brasil". Desde temprana edad, mostró una habilidad técnica excepcional y una gracia natural en sus movimientos, características que evocan a los grandes jugadores brasileños. Su forma de jugar es una danza, una representación perfecta del "Jogo Bonito". La gente comenzó a llamarla "Menina" para destacar su juventud y frescura, combinadas con una maestría innata.
Carine personifica el espíritu y la pasión asociados con el fútbol brasileño. Su juego no es solo cuestión de habilidad, sino también de alegría y amor por el deporte. El apodo refleja cómo ella lleva consigo el corazón y el alma de Brasil en cada partido.
Para todos los hinchas brasileños, ella era la digna heredera del "Jogo Bonito" y continuaba la rica tradición futbolística de su país.
Como si hubiera olvidado su lesión, Carine tomó el balón y corrió con él, realizando una serie de fintas y regates que dejaron a los defensas asombrados, incapaces de intentar quitarle la pelota. Culminó con un disparo con efecto que llevó el balón con precisión a la esquina superior de la portería.
Salinas no hizo nada por detenerlo, solo levantó el pulgar en señal de aprobación a su compañera. Aun así, Carine sabía que él era capaz de detenerlo, pues al disparar no había usado tanta fuerza.
—Carine, ¿estás bien? —Leo se acercó preocupado.
—Tranquilo, no tiré tan fuerte y llevo aquí diez minutos —respondió despreocupada mientras empezaba a caminar de regreso a su posición, dejando atrás al chico.
—¿En serio son novios? —preguntó uno de los defensas.
Leo lo ignoró, también regresando a su posición.
Todos se encogieron de hombros y uno solo susurró un simple: "Allá cada quien".
Los días restantes pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Japón había organizado una reunión, pero Brasil decidió no asistir, a pesar de estar ya en tierras niponas. Tenían una cuestión más importante.
Ese día, Brasil anunciaría los titulares para el partido contra Arabia.
《 ▪︎ 》 Me van a funar a Carine por como trata a Leo(: Realmente me emociona este fic, ya qué hace mucho tiempo que no tenia algo tan bien planeado. Jogo Bonito, Apaixonar y Saudade serán mis obras estrellas.
