Capítulo 1: el corazón dice la verdad

147 28 0
                                    


Días antes:

Un chico peliverde corría desesperadamente por los pasillos de su escuela, con la respiración agitada y el corazón latiendo con ímpetu. Sus bullies, liderados por su antiguo amigo de la infancia, lo perseguían con una ferocidad implacable. Izuku, como se llamaba el chico giró bruscamente en una esquina, esperando perderlos, pero uno de los bullies, en su afán de atraparlo, tropezó y cayó por las escaleras, lastimándose gravemente.

Izuku al ver como todos se aglomeraron para ver lo sucedido, se detuvo, incluso sus bullies se detuvieron para socorrer al chico, pues al parecer el chico no solo cayo por las escaleras, si no que estas sirvieron de impulso para tirarlo hasta el primer piso y teniendo en cuenta que ellos estaban en un tercer piso, el daño era considerable

Se acerco al borde viendo como todos socorrían al chico — (Pero si fuera yo... nadie me ayudaría, incluso se burlarían) — no pudo evitar pensar eso con gran coraje en su interior ¿Por qué? ¿Por qué lo ayudaban, porque no lo ignoraban como lo harían con el?, entre la multitud pudo ver como había quedado su agresor, su mano y dedos se habían fracturado ¿Cómo lo sabía? Pues a pesar que el quirk de este chico le permitía estirar los dedos, dudaba que parte de este era que los huesos salieran de su piel, ni que fuera Wolverine

Al verlo en el suelo con expresión de dolor y lágrimas en sus ojos, no pudo evitar soltar una sonrisa, una de satisfacción, pues obtuvo justicia divina, una sonrisa que no pasó desapercibida por dos personas. Un cenizo al mirar de reojo al tercer piso logro ver a aquel perdedor, aquel que estaba debajo de él y aun se creía superior a él, noto su sonrisa, esa sonrisa... no le gusto, más bien le incomodo.

Su rostro expresaba claramente ese sentimiento — ¿Qué pasa Bakugo-Kun? — pregunto una "extra", cuando noto quien se acercaba a Izuku, su expresión se torció a una mueca de altanería. Pues la segunda persona que vio la sonrisa de Izuku, lo tomo por el hombro — Midoriya, a dirección

Mientras Izuku avanzaba acompañado por un profesor a la dirección, no pudo evitar pensar en cómo concluiría esto, ahora sabia porque Kacchan le había sonreído, pasaría lo mismo de siempre, ser el escudo social para los privilegiados.

Cuando llegaron a la oficina del director, el profesor paso primero haciéndolo esperar afuera, cuando fue llamado para entrar, encontrándose con que tanto el profesor como el director, lo miraban con desaprobación Izuku, te vi corriendo por los pasillos y provocando un accidente, obtendrás una detención y recibirás una advertencia formal en tu expediente hablo el profesor con un claro tono de superioridad, mientras que Izuku escuchaba su sanción, apretó los puños, clavando sus uñas en su piel, brotando la sangre y se mordía los labios, con la mirada en el suelo.

Pero yo solo... yo solo intentaba escapar... murmuró Izuku en el intento de defenderse — ¿De qué? ¿Otra vez mentiras con la historia de que tus compañeros te molestan? Ellos ya han dicho que no hacen eso, deja de querer perjudicar a los demás ¿Porque eres tan problemático? Estas suspendido escucho al director sintiendo cómo la injusticia le ardía en el pecho... no... era ira lo que le ardía en el fondo de su corazón, porque sabía que no tenía sentido argumentar, para los demás, él siempre era el problemático, el marginado sin quirk... como los detestaba

.

.

.

.

De vuelta en casa, la situación no era mejor. Su madre, Inko, aunque no lo desatendía o maltrataba, lo ignoraba emocionalmente, desde que le diagnosticaron como sin quirk años atrás, la distancia entre ellos se había vuelto cada vez más grande con el pasar de los años, al principio por parte de su madre era sobreprotección, pero eso fue cambiando a medida que el crecía y recibía el rechazo de la sociedad.

Furia Roja: La Llama del Heroísmo (En hiatus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora