El amor vino de visita un día, cuando ya no lo esperaba, cuando ya no lo quería.
No tuvo que hacer mucho esfuerzo para que permitiera su entrada. Se asomo a la ventana y me miró con esos ojos grandes, brillantes con sus pestañas hermosas y sin mucho esfuerzo vio en lo más profundo de mí alma y fue derribando muros que tenían años construidos y no tuve tiempo de reaccionar porque en instantes mis miedos, mis monstruos que debían alejarle enloquecieron y abrieron de par en par las puertas de mi corazón y extendieron una alfombra roja para que el amor entrará.
El amor se instaló y se apropió de todo, de mis fuerzas, de mis miedos de mis fantasmas y me dejó desnuda en cuerpo y alma completamente a su merced... pero al parecer el amor se cansó, los miedos y los fantasmas volvieron o talvez no encontro lo que esperaba y perdió la fuerza y un dia cualquiera se marchó dejando solo un corazón roto, con la sensación de vacío pero lleno de recuerdos y de te amos retunbando en la memoria, se fue como un tornado que así como llega se va, dejando solo destrucción.
Un corazón roto nunca ama igual, talvez por eso el amor no se quiso quedar, ya no había mucho que recuperar de un corazón roto, viejo y cansado que después de todo no supo cómo amar y ahora se refugia de nuevo entre muros reforzados para que no vuelvan a caer.
