Fotografía

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Agosto dia de otoño, no solo en el clima sino también en nuestro "amor".

Como recuerdo antes de partir me pediste una foto, en la época aun se usaba ir a un estudio y posar delante de la cámara, talvez nuestras sonrisas hubiesen salido más naturales si el fotógrafo no nos mirase como si estuviera mal que dos chicas se miren a los ojos con un brillo diferente al de las amigas.

La copia grande me pediste que la guardara y la llevara conmigo, tu te quedaste con una pequeña que prometiste llevar siempre contigo.

Cuanto pensé esa ultima noche si realmente estaba haciendo lo correcto y como estuve a punto de desistir al ver correr un par de lagrimas por tus mejillas cuando pensaste que ya dormía y susurraste un "no te vayas".

Un abrazo, tu aroma, un beso demorado en la mejilla, un nudo en la garganta, un par de lagrimas negándose a salir para no hacer más amarga esa despedida y una fotografía fue todo el equipaje de mano que lleve al subir en ese avión.

Mi saco preferido, la huella de mi boca en tu cuello, la marca de mis uñas en tu espalda y una fotografía fueron los recuerdos que quedaron contigo.

Un oceano de distancia, tres meses en el tiempo, un poderse ver pero no sentir a través de una pantalla fueron suficientes para que ese "te esperare el tiempo que haga falta" se diluyera en el aire.

El "amor" no sobrevivio la llegada del invierno y mientras yo con un te en las manos buscaba calor al lado de una chimenea, mirando nuestra foto y esperando tu llamada, tu cuerpo buscaba en un bar el calor que te hacia falta.

Cuando lo supe entendí tu desconfianza cuando yo salía con mis compañeros seguro pensabas que estaría haciendo lo mismo, que bien dice el dicho "el ladrón juzga por su condición".

Después de escuchar tu confesión y tus ruegos de perdón quedamos solos una botella de vodka, en loop esa canción con la cual nos dijimos el primer te quiero y esa fotografía marcada en el reverso con nuestros nombres y la fecha en la cual prometimos volver a vernos y mantener vivo ese amor.

Una botella vacía, un corazón roto, una resaca de los mil infiernos y las cenizas de una fotografía dieron por finalizada nuestra historia de "amor".

Después de tantos años y ver esa foto de la portada que me trajo tantos recuerdos solo puedo pensar... putz como extraño esos Converse rojos ❤

Cursilería...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora