Una última noche

33 4 3
                                    

Año y poco después coincidimos sin querer queriendo en la misma ciudad en la misma época, "porque no probar y ver si aun queda algo de aquello que hacía latir desbocado mi corazón" esto fue lo que pensé al aceptar aquel encuentro.

Subí al taxi sabiendo de antemano que llegaría atrasada como ya es costumbre en mi, solo que esta vez fue un atraso consiente hasta el ultimo minuto decidí cumplir la cita.

Al llegar admito que me vi tentada a pedir al conductor que diera vuelta y me llevara lejos de ahí a un lugar seguro, tenía demasiado miedo a verle y que se reavivara todo lo que en su momento sentí.

Entre a ese bar y busque entre la gente hasta que le vi, me acerqué, un "hola" logro salir de mi garganta seca, se levanto me miro y puede ver que su mirada era diferente, su rostro era diferente, todo era diferente, no supimos si abrazarnos, besarnos o darnos la mano, asi que simplemente nos miramos un momento y luego nos sentamos, me ofreció una bebida, acepte, mientras esperamos solo nos mirabamos, inspeccionando talvez cuanto cambiamos en todo ese tiempo de no vernos.

Con un par de cervezas en la mesa iniciamos una plática para saber que fue de nuestras vidas, me entere que un par de meses después de acabar lo nuestro encontró a la mujer de su vida y que era feliz, yo le conte de mi viaje y todas las aventuras que viví.

Unas cuantas botellas más en la mesa y en medio de risas por alguna anécdota se le escapó un "te extrañé", un "yo también" se quedo a medio camino en mi garganta porque a decir verdad ya no extrañaba nada de lo que tuvimos, lo hice algún tiempo pero ya no sentia falta de nada de lo que tuviera que ver con ella. Cuando intente decir algo me interrumpió hablando de todo su arrepentimiento por haberme perdido.

Luego de mucho hablar de arrepentimientos y perdones quedamos como amigas y dimos por terminada la cita, me acompaño a mi hotel aunque dije que no era necesario, al llegar a la habitación cual novela al intentar despedirnos con un beso en la mejilla las dos volteamos para el mismo lado y terminaron nuestros labios en un rapido contacto, las dos nos separamos cual resorte, nos miramos y por mi mente pasaron todos los momentos lindos que vivimos y al parecer a ella le paso lo mismo.

Como si el tiempo hubiese retrocedido en ese instante nos lanzamos una sobre la otra enlazandonos en un beso hambriento casi salvaje, labios, dientes, lengua brazos, manos todos intentando encontrar en el fondo de nuestros cuerpos a las personas que eramos cuando nos conocimos y de las cuales nos enamoramos, pero el tiempo paso los buenos recuerdos siempre quedaran, las heridas sanaron y nosotras ya habiamos cambiado demasiado. Nos fundimos en el placer de los cuerpos pero ese sentimiento que nos hacia sentir completas antes ya no estaba presente, ella ya no era mia y yo ya no era suya.

Bastó una ultima noche para cerrar definitivamente ese ciclo donde entendimos que aunque nuestros cuerpos encajaban perfectamente ya no se pertenecían y nuestras almas ya no estaban en sintonía.

Cursilería...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora