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   Abrió sus ojos. Taehyung frunció su ceño al no reconocer dónde estaba en un primer instante. Luego su mente se aclaró al notar cierto chico de pie frente a la puerta del “toilette” de su cuarto observándolo atentamente. ¿Cuánto tiempo llevaba allí parado?

   — Por fin te despiertas pedazo de escoria. — Jungkook caminó hacia él con un semblante serio e indiferente. Muy diferente a como lo veía hace unos segundos antes con ojitos abiertos y curiosos. — Tu alarma sonó más de treinta veces y fuí el único en escuchar tu porquería. —.

  — Tu-AH! —Exclamó adolorido cuando el Beta menor pisó su abdomen para subir a su propia cama regresando a recostarse. Taehyung se removió en su colchón en el suelo entre quejidos. — Te- voy a matar- —.

  — Señorito Jeon, su desayuno ya está- Señorito Kim! —Nona cubrió su boca estupefacta de pie en la puerta del cuarto que siempre permanecía abierta. Jungkook esbozó una pequeña sonrisa pisando a su mayor nuevamente para atravesar el cuarto y acercarse a la mujer.

   — ¡¿Ya está el desayuno Nona?! —indagó alegremente. La mujer asintió, él entonces salió de la habitación dirigiendose escaleras abajo.

   — Ese- ¡Ese mocoso me pisó dos veces! —Taehyung tomó asiento frotando su abdomen acompañado de un gran ceño fruncido. Volteó a ver a la mayor. — ¡Él-

   — Señor Kim creí que sabía estrictamente que no se le permite pasar la noche en el cuarto del niño Jeon. —Interrumpió ella sin escrúpulos. Kim enarcó una ceja. ¿No se inmutaría por el comportamiento del mocoso? — A nadie. —.

  — ¿Qué? Fue él quien me pidió dormir aquí, es un niño, ¿A qué chico de quince años le da miedo dormir sólo porque tormenta? —Taehyung se incorporó frotando su rostro con ambas manos. Luego echó un vistazo a la cama desparramada del jovencito, su colchón estaba absurdamente cerca de la misma. — Sí sabía que podía meterme en problemas no le hubiera aceptado. —.

   — ¿El señorito Jeon le pidió eso? —Regresó a ver a la mujer con confusión, ¿Por qué ella lucía sorprendida? — ¿El señorito Jeon? —Repitió. Kim asintió rascando ahora su cabeza.

   — ¿Qué? ¿Por qué? —Nona posó su mirada de igual forma sobre el colchón y la cama ajena. Luego negó con su cabeza de forma desordenada sin terminar su idea.

   — Levante las cosas y luego puede bajar a desayunar.

   ¿Qué era lo extraño? La mujer se retiró dejando a un confuso Taehyung levantando el colchón junto a las sabanas y almohada. Le restó importancia al asunto, después de todo ese mocoso insoportable era extraño, y parte de su trabajo. Se limitó sólo a guardar las cosas en su lugar ántes de descender a la planta baja.

   Una vez se encontró allí, se encaminó sin demasiado interés por lo que sucedía a su alrededor hacia la puerta de salida, debía ir a lavarse el rostro y cambiarse el pijama. Fue antes de salir cuando oyó la voz del Beta desde la cocina.

   — ¡¿A dónde vas?! —Volteó hacia el gran ambiente abierto que le permitía ver la cocina. Jungkook estiraba su cabecita asomando sus ojos para verlo. — ¡Taehyung! —Podría tener dinero pero no modales, la única vez que lo oyó llamarlo Hyung fue porque estaba asustado.

   — Iré a la casa de al lado, volveré a buscarte cuando estés listo para la escuela. —Dijo sin más antes de alejarse. Escuchó quejas inentendibles, pero no le prestó atención.

   Esa mañana optó por hacerse algo de desayunar él mismo y lejos del “señorito”. Él colmaba su paciencia, y después de estar tantas horas taladrandose la cabeza con su puberta y chillona voz necesitaba un respiro para él sólo. No lo vió hasta la hora de ir al instituto.

El capricho de la casa <-- TaeggukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora