0:04°. PLAY FOR 3 💫

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OST: Film out by BTS, People by AgustD

🪐ATMOSPHERE 350°🪐

Un triple es la meta cuando se está en la cancha.”

Yoongi siempre tuvo claro que ese debía ser su cometido. Todo parecía fluir mejor dentro de aquel espacio que conocía a la perfección, donde la textura de la madera bajo sus pies o el cansancio que agarrotaba sus músculos después de un día de entrenamiento al aire libre se insinuaba como la propia recompensa de ser el mejor.

Por eso se sentía perdido. Como un niño pequeño que apenas puede mantenerse en pie, como un ser indefenso y dependiente del cuidado ajeno. Min Yoon Gi odiaba esa sensación asfixiante de no ser él mismo, de estar tan inmerso en su propia nube de tribulaciones como para obviar la realidad.

Por eso había decidido aislarse, por eso la idea de recibir a Hoseok, a Jin o al molesto de Jungkook había sido la mejor salida posible con tal de evitarles el peso de su soledad.

—No veo que se ha terminado su comida. No sea tan testarudo.

Yoongi hizo una mueca cuando Lisa acercó la bandeja donde la papilla de arroz y tres tiras de carne hervida le hacían una mueca.

—¿Y el interno arrogante? ¿Ese de los ojos azules y labios de piquito?

La chica giró sobre su eje para encontrarse con las cejas enarcadas y berrinchudas del paciente más problemático del ala de Cardiología.

—El interno Park dijo…

—Que estaría aquí para ser testigo de la especie de acuerdo que formáramos hace unas horas. Ya veo que el señor Min es de cuidado.

—¡Señor tu abuelo, mocoso! Soy tu hyung pero no tengo edad para que me den un honorífico tan grande. Respeto es lo que le falta a este muchacho.

—Déjalo conmigo, Lisa. He traído algo mejor que su almuerzo.

—¿Pero la dieta Jimin, sabe la doctora Park que estás haciendo esto?

La rubia insistió con una mueca para la hamburguesa con papas fritas y el jugo natural que Jimin traía entre sus manos.

—La doctora Park estará de acuerdo conmigo si logro que el señor Min…—Yoongi gruñó una maldición. Jimin sonrió ocultando sus brillantes ojos azul grisáceo en dos tiernas medias lunas—Si logro que “el señor Min” deje la intravenosa.

La chica asintió no muy convencida antes de cerrar la puerta de la habitación. Yoongi dejó escapar un sonido estrangulado para enmarcar el inicio de una ronca carcajada.

—Lo veo en problemas, enfermero Park.

Fue lo que dijo y Jimin se encogió de hombros mientras observaba con la cabeza ladeada el inicio de una sonrisa de rosáceas encías. Con el cabello descuidadamente largo hasta la línea de los hombros y la piel aún más blanquecina de lo que debía ser su tonalidad natural, Min Yoon Gi era un enigma de carácter estoico que se prometía descifrar.

Al menos lo suficiente para que su madre le dejara realizar su pasantía en el Parang University Hospital.

—Será nuestro pequeño secreto. Esa papilla pareciera tener vida propia. Vamos, pruebe a comer por sí mismo después de un mes rehusándose hacerle caso a sus doctores.

Sobre la superficie de plástico que se conectaba con la camilla, el envoltorio de papel donde se insinuaba el pan blanco con las barras de patatas fritas le hizo rugir el estómago a Min.

—Park, eres un encantador de serpientes…

—No me importa el epíteto que quiera otorgarme mientras cumpla su promesa. Pruébela, hyung… está deliciosa. Yo mismo comí una antes de venir hacia acá.

•ATMOSPHERE•350°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora