Cinco

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—Deja que te quite el pantalón —pido.

—¿Lo estás deseando mucho? —me susurra al oído, mientras termina de desabrochar mi pantalón y lo deja caer por mi cadera.

—Joder sí, sí... —casi le grito— ¿Por qué te estás resistiendo? —pregunto, pero seguía retorciéndome por el placer que me hacen sentir sus mordiscos.

—No lo hago Jeongin... todo a su tiempo. —Me dice y maldita sea, ¿acaso no se da cuenta de que ya me estoy muriendo?

Me inclina un poco hacia adelante con el trasero muy pegado a su entrepierna y su mano se envuelve alrededor de mi polla haciéndome gemir como un poseso.

No puedo moverme, estoy expuesto y él aún tiene puesta toda la ropa. Yo ya estoy a punto de ebullición, tan caliente que mis pupilas destellan fuego por la excitación. Mi polla esta terriblemente empalmada, muy tiesa y demasiado dura, totalmente erguida; pero, aunque su mano la está rodeando, él no hace nada por estimularla, me está matando...

— Hyunjin...

— Jeon, Jeon... mira nada más como tienes la polla. ¿Te gusta esto? O extrañas los rapiditos en los baños públicos o la bodega del restaurant ¿Eh?

—Maldita sea, me estás matando Hyunjin...

—Respóndeme Jeongin... ¿lo extrañas?

—No, Hyunjin... Por favor. —Su mano empezó a acariciar mis genitales.

—No te preocupes bebé. —¿Bebé?— Papi te aliviará la calentura. Tenemos toda la noche, ya verás cómo te haré gozar —dice sin dejar de tocarme por todos lados.
— Desde hoy serás mío Jeongin, déjame amarte toda la noche. —Me gira de frente a él y se agacha para quitarme los zapatos y las medias, también retira mi pantalón y cuando se levanta, por fin empieza a quitarse su propia ropa... pero lo detengo.

—¿Quieres hacerlo tú? —Me pregunta y yo asiento— ¡Ohhh Jeongin, como te deseo! —Dice acariciándome el pecho
— Anda desnúdame, has lo que tanto estás deseando. Mira como me tienes bebé—.

Llevo mis manos a su pantalón, termino de quitárselo y meto mi mano dentro de su boxer, buscando su polla que tanto deseo saborear. Hyunjin jadea y tiembla cuando aprieto su erección y me atrae a su pecho, capturando mi boca en un apasionado beso. 

Mientras él me da pequeños mordiscos, yo acaricio su polla y me estremezco al sentir como palpita. Está dura e hinchada, la acaricio, notando lo caliente y suave de su piel y él vuelve a atacar mi cuello.

—¡Ohhh! —gimo, acariciando y estremeciéndome, deseando sentirla dentro de mí.

Necesito que esta enorme y maravillosa polla se clave en mi culito, abriéndolo y llenándome por completo. Quiero a Hwang Hyunjin poseyéndome y saciándome.

—¡Ohhh Jeongin!

Deja de mordisquearme el cuello, llevando su boca a la mía, succiona mi labio inferior y sujeta, luego, mi rostro con sus manos, me mira a los ojos y me dice:

—Dije que teníamos toda la noche, pero no aguanto más... Dios que bueno estás, tan ardiente, déjame aplacar tu calentura y la mía, disfrutemos ahora y durante toda la noche, haciendo el amor —Entonces me mete la lengua en la boca y muerde mis labios, yo ya no estoy cuerdo, lo recibo gustoso, pero mis manos no dejan su labor, continúan moviéndose, una, alrededor de su erección y la otra terminando de quitarle la camisa. Su maravilloso y bien definido torso, me invita a tocarlo, pero ya no quiero esperar, deseo que me haga suyo de una vez.  Corto el beso tan caliente que nos estamos dando, acaricio sus testículos y él se estremece, me agacho y le quito el boxer, esperando devolverle el favor de hace un rato en el auto, ahí mismo donde estábamos, frente al gran espejo, pero él me levanta y me lleva en brazos hasta el sofá unipersonal. Me hace sentar y se para frente a mí, guiando suavemente mi cabeza hasta su enrojecida e hinchada polla. Yo ya estoy tan caliente y excitado que tengo la polla a punto de reventar y los labios enrojecidos e hinchados, pero necesito su enorme polla dentro de mi boca, antes de sentirla en mi culo necesitado. Paso la punta de mi lengua por aquel sonrosado e hinchado glande, metiéndola por la piel del prepucio, haciéndole soltar un gemido, luego empiezo a chupar y lamer todo el largo de su maravillosa y deliciosa polla, mientras él acaricia mi cabeza y gime por el placer de sentirme. Le miro la cara mientras lo hago y sé que está disfrutando
— ¡Ohhh! Así sí, ¡ooohhh! Innie— gime mientras paso otra vez mi lengua por dentro de la piel del prepucio.
— ¡Ahhh! — Vuelve a gemir
— ¡Qué bien la chupas! ¡Innie...! —Gime impulsando su pelvis metiéndome su polla hasta el fondo— Así, así, trágala toda, trágala toda, ¡Iiinnnnieeeee! —Yo sigo chupando, mientras él parece volverse loco y con fuerza me empieza a follar la boca.

—Oh Dios —digo sacando su polla, que me ha provocado dolor de garganta, pero continúo pasando mi lengua, un poco más.

Hyunjin se levanta del sofá, y me pone de rodillas contra el respaldar, luego pasa su dedo en medio de mis nalgas, sin dejar de empujar uno de sus dedos en mi agujero, acaricia mis genitales, y después vuelve a mi caliente orificio. Siento como se agacha y empieza a deslizar su lengua por mi entrada empujando la punta, tratando de abrirse paso, luego usa un dedo para acompañar a su lengua y cuando yo empiezo a gemir, me pregunta:

—¿Te gusta mi amor? ¿Te gusta sentir algo dentro de ese pequeño agujero?

—Sí, si —respondo necesitado.

—Abre las piernas —me dice.

—¡Ahhh! —Gimo al notar que más de un dedo ingresa de golpe— Ahhh —vuelvo a gemir, mucho más fuerte, cuando empiezan a moverse en mi interior buscando mi próstata.

—Así, deja que te escuche gemir por mí ¡joder! Te voy a follar hasta que te corras gimiendo mi nombre.

El amigo de mi padre ❤️‍🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora