Qué pasaría si Muzan tuviera la oportunidad de poder reelegir a sus lunas superiores pero en esta ocasionó, modificó y cambió el destino de los nuevos pilares de esta generación.
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Aviso pienso reescribir los pasados además que también encontré una buena canción para utilizarla de opening dejando eso de lado continuemos.
Narra Sayo Desde que tengo uso de razón vivíamos en un templo budista acompañados de otros niños que podía considerar como mis hermanos no teníamos padres hermanos huérfanos pero éramos felices a lado de Gyomey-sama quien considerábamos como nuestro padre.
Pero Kaigaku se mantenía al margen con nosotros a él lo habían encontrado en el bosque y no quiso hablar de su vida así que no lo presionaron pero lo recibió en con los brazos abiertos.
Con el paso del tiempo pero nos dimos cuenta que el dinero empezaba a faltar cuando íbamos a hablar con él un fuerte golpe se escuchó cuando abrimos la puerta las glicinias que habíamos quemado no estaban solo un hombre en traje se encontraba en la entrada.
Antes que los encargados pudieran hablar se encontraban sus restos en el suelo Kaigaku me tomó en brazos y le dijo a los demás que fuéramos con Gyomey-sama así corrimos hasta llegar con él.
Los demás estaban apresurados no hacían caso mientras que Kaigaku me tapaba los ojos no quería que viera todo lo que sucedía hasta que Gyomey se abalanzó a ese hombre y lo persiguió hasta la salida.
Todo estaba hecho un desastre nuestros hermanos yacían en el suelo no respondían a nuestro llamado así que mientras estábamos hablando en el cuarto entraron los del pueblo preguntándonos qué pasó.
Kaigaku:Yo hablo sayo tú viste demasiado—tomó aire y se calmó—Gyomey-sama nos salvó de un hombre peligroso y no sabemos dónde está.
SeñorX:Eso es cierto?—dijo mirándome.
Sayo:Si, tengo miedo que algo le a ya pasado—dije para empezar a llorar.
Con el pasar de los días no había ninguna noticia de papá cuando entre al cuarto de Kaigaku tenía empacadas todas sus cosas él me dio un par de palmaditas y me pregunto si quería ir con él sabía que él no jugaba con esas cosa ya que él había madurado en tan poco tiempo así que accedí.
El me tomó de la mano y fuimos caminando a las afueras del pueblo cuando me cansaba él me cargaba en su espalda así seguimos de pueblo en pueblo de vez en cuando Kaigaku conseguía hacer favores a cambio de dinero como limpiar ventanas o lavar un par de cosas aún que no nos alcanzaba para nada.
Kaigaku:No me fue muy bien Sayo—dijo sentándose.
Sayo:No te preocupes hermano—él me miró con sorpresa pero solo me acarició la cabeza fue la primera vez que le dije hermano.
Cambiamos de favores todo el tiempo pero no me dejaba ayudarlo diciendo que no me preocupara por esas cosas diminutas, me daba la mayor cantidad de comida que podíamos comprar y se mostró como un gran hermano mayor así siguieron un par de años cuando hasta que cumplí 9 años empecé a ayudarlo en esos trabajos y el dinero empezó a ser un poco más.
Narra Kaigaku.
Cuando estaba en un trabajo pequeño nuestro maestro nos acogió en su hogar a cambio de que fuéramos sus estudiantes para ser aspirantes a cazadores de demonios una oferta que no pudimos desaprovechar.
Nos enseñó sobre la respiración del rayo Sayo logró controlar las 6 posturas mientras que yo solo pude 5 aún que no me desanime hasta cumplí 12 años llegó un chico de cabello oscuro quien tenía una actitud peculiar todo el tiempo se la pasaba llorando pero Sayo siempre lo andaba animando diciendo que continuará qué podía hacerlo.
Yo creo veía todo esto a lo lejos pero era muy inmaduro en el hay mucho potencial y no puedo creer que lo desperdicie llorando un día tome su manga me lo lleve al fondo del campo de árboles de duraznos.
Zenitzu:Kaigaku a dónde vamos?
Kaigaku:Ven siéntate—dije un poco molesto.
Zenitzu:Está bien—hice una pausa y parecía estar nervioso—quieres hablar de algo?
Kaigaku:Si, me parece molesto que desperdicies tu potencial—el volteo a verme sorprendido.
Zenitzu:Cual potencial?—en ese momento lágrimas empezaron a salir de sus ojos—siempre quiero refugiarme correr y llorar no quiero dejar que el abuelo pierda su tiempo en alguien como yo—no aguante más y le di un golpe.
Kaigaku:EL MAESTRO TIENE GRANDES PLANES PARA TI, SI NO TE ESFUERZAS LO SUFICIENTE NO PODRÁS DEVOLVERLE EL FAVOR, SE TOMA EL TIEMPO POR QUE LE IMPORTAS SIN DUDAR, SABE QUE EN ALGÚN MOMENTO PODRÁS DEMOSTRAR TODO TU PODER QUE AÚN NO VES EN TI MISMO!!—dije en voz alta—no quieres enorgullecer a tu familia!!
Zenitzu:Pero no tengo familia o a alguien que le importe—dijo bajando la mirada.
Kaigaku:Y el maestro quien es? Eh?!—ante lo que dije se sorprendió—Si el maestro es tu abuelo—el me miró—Sayo y yo que?!—un par de lágrimas volvieron a brotar de sus ojos amarillos—nosotros somos tus hermanos!! Sayo es tu hermana menor y yo el mayor así que no nos degrades de esa manera!!
El me abrazo y empezó a llorar más fuerte que nunca pero no fue de tristeza sino de felicidad al por fin tener una familia empecé a acariciar su cabeza hasta que sus lágrimas cesaron y se quedó dormido solo me limité a cargarlo y empezar a caminar a la casa del maestro.
Los días continuaron y Zenitzu demostró su gran progreso aprendiendo la primera postura del rayo triste mente no pudimos estar presentes por la selección final pero esos eran detalles aún así luego de pasar la selección ocurrió un horrible problema.
Nos entregaron nuestras Katanas y nuestros uniformes y siendo sincero el de Sayo fue muy revelador tanto que mostraba lo que no debía así que tome el uniforme y utilice la tela de las mangas para que pudiera cerrar el uniforme.
Ambos iniciamos haciendo misiones juntos pero no perdimos el contacto con Zenitzu quien aún seguía su entrenamiento debes en cuando le mandábamos cartas al abuelo y a Zenitzu.
Con esfuerzo logramos alcanzar el nivel de los pilares en un corto lapso de tiempo Sayo con 12 años y yo con 13 años al llegar a nuestro nombramiento conocimos personas increíbles y extraordinarias pudimos aprender mucho de ellos.
Al igual que mejorar nuestras habilidades pero sin perder la esperanza de encontrar a papá siempre lo teníamos presente aún si trabajábamos aún si cazábamos demonios lo volveremos a ver aún si sea lo último que haga.
