02.

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ADVERTENCIA: Leve (+18).

Aquel lunes llegó con una calidez inusual para mediados de primavera en Japón. Naruto se encontraba fuera del salón de clases,
esperando a Hinata Hyuga. Había elegido un rincón tranquilo cerca de la entrada de la escuela, donde las flores de cerezo aún esparcían su delicado perfume en el aire. Llevaba puesto un sencillo pero elegante suéter azul marino sobre una camisa blanca, combinado con unos pantalones oscuros que resaltaban su altura y complexión atlética.

Hinata, por su parte, llegó puntualmente, con una carpeta en mano que contenía los informes y las notas sobre el comportamiento reciente de Hanabi. Llevaba un vestido sencillo de color crema y un pequeño bolso a juego, su largo cabello oscuro recogido en una trenza que caía suavemente sobre su hombro. Al ver a Naruto, sintió cómo el corazón le latía con fuerza en el pecho, pero trató de mantener la compostura mientras se acercaba a él. Se sentía nerviosa al verlo, era muy alto. Era el hombre más atractivo que había visto en su vida; Su cabello rubio, esa tez morena rosada, solo faltaba descubrir su rostro. Verlo le hizo sentir un hormigueo entre sus piernas, algo que jamás había experimentado por su nula vida tras dedicarse a Hanabi y al trabajo. Su espalda era ancha y se veía trabajada.

—Buenas tardes, profesor Naruto. —saludó Hinata con voz suave, inclinando ligeramente la cabeza en señal de respeto.

Naruto se giró para encontrarse con ella, una sonrisa cálida iluminando su rostro. Sus ojos azules brillaron con una mezcla de admiración y genuino interés mientras la observaba acercarse. Hinata, con su vestido crema y su cabello oscuro recogido en una trenza, parecía radiante bajo la luz suave de la tarde. Cada detalle de su presencia resonaba en él de una manera que no podía ignorar: la elegancia en su postura, la delicadeza de sus gestos, y la serenidad que parecía envolverla como un aura.

Naruto, por un momento, se encontró extasiado por su belleza. Era como si la luz del sol encontrara un hogar en cada curva de su rostro, en cada pétalo invisible de su voz cuando hablaba. Admiró la forma en que ella se movía con gracia, cada paso dejando una impresión suave en el suelo. A pesar de sus esfuerzos por mantener la compostura, no pudo evitar sentir una punzada de emoción al verla tan cerca y por supuesto, en su polla también.

—Buenas tardes, señorita Hyuga. Gracias por tomarte el tiempo para reunirse conmigo —respondió, extendiendo una mano para indicarle que se sentara en una banca cercana.

Hinata asintió con cortesía y se sentó, colocando la carpeta sobre sus rodillas mientras Naruto tomaba asiento a su lado. Comenzaron a discutir el comportamiento de Hanabi en clase y las preocupaciones que había levantado entre los profesores. Naruto, consciente de la timidez de Hinata, tomó la iniciativa para dirigir la conversación, manteniéndola centrada en el tema pero encontrando momentos para hacerla sonreír con anécdotas divertidas sobre las travesuras de su hermana menor.

—Hanabi es una niña muy brillante y llena de energía. Entiendo que sea un desafío para usted manejar la empresa familiar y cuidar de ella al mismo tiempo. —comentó Naruto, desviando la conversación hacia el impresionante equilibrio que Hinata mantenía en su vida.— Hanabi me comentó orgullosa de usted, señorita.

Hinata asintió tímidamente, agradeciendo los cumplidos pero sin saber cómo responder adecuadamente a la atención tan directa de Naruto. Se sentía halagada por sus palabras, pero la parte de ella que siempre había sido reservada y discreta no estaba acostumbrada a recibir ese tipo de elogios sino más bien escucharlos a sus espaldas.

En un momento de pausa, Naruto aprovechó para cambiar ligeramente el tono de la conversación. Miró fijamente a Hinata con sus ojos azules brillantes y le dijo con una sonrisa juguetona:

𝙀𝙡 𝙥𝙧𝙤𝙛𝙚𝙨𝙤𝙧 𝙙𝙚 𝙃𝙖𝙣𝙖𝙗𝙞. [𝙉𝘼𝙍𝙐𝙃𝙄𝙉𝘼 |+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora