El sol comenzaba a despuntar en el horizonte, pintando el cielo con tonalidades de rosa y naranja. TN respiró profundamente, dejando que la brisa salada del océano llenara sus pulmones. Había llegado a Haesindang en busca de paz y renovación, alquilando una cabaña frente al mar tras un vuelo largo y un viaje en coche por serpenteantes carreteras costeras. Finalmente estaba aquí, lejos de la bulliciosa ciudad y los recuerdos dolorosos que había dejado atrás.
El último año había sido especialmente difícil para TN. La carga de su trabajo en una prestigiosa agencia de publicidad en Seúl se había vuelto insostenible. Las noches interminables y las presiones constantes de sus jefes la habían dejado exhausta y sin pasión. Pero lo que realmente la había roto fue su relación con Jae Min.
Jae Min había sido su novio durante tres años. Al principio, todo había sido perfecto. Compartían intereses, se reían juntos y soñaban con un futuro común. Sin embargo, con el tiempo, las cosas cambiaron. Jae Min comenzó a mostrar su verdadero carácter: controlador y celoso. Su naturaleza posesiva y sus constantes críticas a todo lo que hacía TN minaron lentamente su autoestima. Las discusiones se volvieron más frecuentes y feroces, y la relación que una vez fue un refugio se convirtió en una fuente constante de angustia.
Una noche, después de una pelea particularmente violenta en la que Jae Min le gritó que nunca sería suficiente, TN se derrumbó. Sabía que no podía seguir así. La decisión de dejarlo no fue fácil, pero fue necesaria. Se mudó a un pequeño apartamento y trató de concentrarse en su trabajo, pero el dolor seguía ahí, persistente y profundo.
Fue su tía quien le sugirió un cambio radical.
—Este lugar tiene algo mágico, TN —le había dicho su tía en una llamada telefónica—. La tranquilidad del mar, el ritmo pausado del pueblo… Creo que es justo lo que necesitas.
Así que TN había empacado sus cosas y se había aventurado a este rincón del mundo, esperando encontrar la paz y la claridad que tanto necesitaba. Ahora, de pie frente a su nueva cabaña, sentía una mezcla de nerviosismo y esperanza. Este era su nuevo comienzo.
Decidió salir a explorar el pueblo. Haesindang era pequeño pero lleno de vida. Las calles estrechas estaban bordeadas de casitas pintorescas y tiendas locales, cada una con su propia historia. TN se dirigió hacia el mercado, donde esperaba encontrar algo para el desayuno.
Al llegar, notó la presencia de varios lugareños que parecían conocer bien el lugar. Era un mercado vibrante, lleno de colores y aromas que despertaban sus sentidos. Frutas frescas, pescados recién capturados y una variedad de productos locales se exhibían en los puestos. Mientras paseaba, una voz amable la saludó.
—¡Buenos días! —dijo una mujer mayor detrás de un puesto de flores—. No te había visto antes por aquí. ¿Eres nueva en el pueblo?
TN sonrió y asintió.
—Sí, acabo de llegar. Me llamo TN. He alquilado una cabaña cerca de la playa.
—¡Bienvenida, TN! —respondió la mujer—. Soy la señora Kim. Si necesitas algo, no dudes en preguntar. Todos aquí somos como una gran familia.
TN agradeció la amabilidad de la señora Kim y continuó su recorrido por el mercado. Después de comprar algunas frutas y pan fresco, decidió caminar un poco más y explorar las tiendas locales.
Se detuvo frente a una tienda de utensilios para pintar, atraída por los colores vibrantes y la variedad de materiales que se exhibían en el escaparate. Decidió entrar y echar un vistazo. Era un espacio acogedor, lleno de lienzos, pinceles y pinturas de todos los colores imaginables. TN seleccionó algunos artículos que le hacían falta y se dirigió a la caja para pagar.
Al salir de la tienda, distraída por los pensamientos sobre qué pintar primero, chocó accidentalmente con alguien. Los artículos que llevaba cayeron al suelo.
—¡Oh, lo siento mucho! —dijo TN, agachándose rápidamente para recoger sus cosas.
—No, no, fue culpa mía —respondió una voz masculina con tono amable.
TN levantó la vista y se encontró con un joven de ojos brillantes y una sonrisa cálida.
—Déjame ayudarte —dijo él, agachándose para recoger los pinceles y pinturas dispersos.
—Gracias, en serio. Estaba tan distraída que ni te vi venir —admitió TN, sonriendo tímidamente.
—No te preocupes, pasa a menudo. Soy Jungkook, por cierto.
—TN. Encantada de conocerte, aunque sea en estas circunstancias.
Jungkook se levantó y le entregó sus cosas.
—Bueno, ya que fue mi culpa, ¿te gustaría tomar un café? Hay un lugar cerca que hace el mejor café del pueblo. Lo considero una especie de disculpa.
TN dudó por un momento, pero la amabilidad de Jungkook y su sincera invitación la hicieron aceptar.
—Está bien, un café suena bien.
Caminaron juntos hasta el café que Jungkook había mencionado. Era un lugar pequeño pero acogedor, con mesas de madera y una atmósfera relajante. Se sentaron junto a una ventana, y TN notó cómo el sol de la mañana iluminaba suavemente el interior del café.
—Entonces, ¿eres nueva en Haesindang? —preguntó Jungkook mientras esperaban sus bebidas.
—Sí, me mudé hace unos días. Necesitaba un cambio de aires, algo diferente a la ciudad.
—Entiendo. Este lugar tiene una forma de calmar el alma. Yo mismo vine aquí hace unos años buscando algo similar.
TN levantó una ceja, interesada.
—¿En serio? ¿Y lo encontraste?
—Sí, en cierto modo. Haesindang tiene su propio ritmo, una especie de magia que te envuelve. Espero que lo encuentres tú también.
Conversaron durante un buen rato, descubriendo intereses comunes y compartiendo historias sobre sus vidas. Jungkook le habló de cómo había dejado su trabajo en la ciudad para seguir su pasión por la música, y TN le contó sobre su amor por la pintura y cómo había dejado de lado su arte durante mucho tiempo.
—Me alegra que hayas decidido retomarlo —dijo Jungkook—. A veces necesitamos un cambio drástico para recordar lo que realmente nos hace felices.
—Tienes razón —respondió TN, sintiendo una conexión sincera con Jungkook—. Creo que este lugar es justo lo que necesitaba.
Después de terminar sus cafés, Jungkook le mostró algunos de sus lugares favoritos en el pueblo, desde el parque lleno de flores hasta un pequeño mirador con una vista impresionante del océano. TN se sintió agradecida por su compañía y su amabilidad.
—Gracias por hoy, Jungkook. Ha sido un buen comienzo para mi nueva vida aquí.
—No hay de qué, TN. Si alguna vez necesitas algo o solo quieres compañía, estaré por aquí.
Se despidieron con una sonrisa, y TN se dirigió de vuelta a su cabaña con una sensación renovada de esperanza y propósito. Sabía que este era solo el comienzo de su viaje, y aunque no sabía exactamente lo que le deparaba el futuro, se sentía lista para enfrentarlo.
Esa noche, TN se sentó en el porche de su cabaña con una taza de té caliente, observando las estrellas que brillaban en el cielo. Escuchó el sonido del mar y sintió una profunda conexión con el lugar. Por primera vez en mucho tiempo, se sintió en paz.
Mientras se preparaba para dormir, pensó en su encuentro con Jungkook y cómo, sin querer, había comenzado a abrirse a nuevas experiencias y amistades. Haesindang le ofrecía una oportunidad para reinventarse, para sanar y redescubrir su verdadero yo.
Con una sonrisa en los labios, TN cerró los ojos y se dejó llevar por el sonido calmante de las olas, sabiendo que este era solo el primer capítulo de una nueva y emocionante etapa de su vida.
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Entre las Olas (Taehyung y TN)
RomanceTN, una joven y apasionada profesional, decide tomarse un descanso del estrés de la vida urbana y se muda temporalmente a un pequeño y pintoresco pueblo costero en Corea del Sur. Ahí espera encontrar la paz que necesita para revaluar su vida y sus s...