Capítulo 2: Reclutados.

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...

El comedor estaba repleto. Mis manos sostenían con fuerza la bandeja aún vacía en la espera de mi turno. Todavía quedaban 10 personas adelante, también ansiosos por tener su almuerzo en sus manos.

A lo lejos encontre la figura de Adisson, ya se encontraba en la mesa rodeada de sus compañeros y de su tía. Se encontraba alegre como siempre a comparación de su familiar que se mantenía seria y ajena a las conversaciones de los demás. Suspiro cansado volviendo a colocar la mirada en la fila que ya solo quedaban tres personas al frente.

Después de unos minutos la encargada de la comida me saludó con una sonrisa y me preguntó que se me apetecía del menú. El almuerzo por lo que veía consistía de un puré de papas, arroz y frijoles, también varias verduras como agregado; pedí lo principal.

Ahora viene la parte más incómoda del horario del almuerzo y se llama encontrar un asiento para mí, algo imposible ya que todos se encontraban ocupados y no conocía ni a la mayoría de los presentes en el salón. Siempre me sentaba con la abuela quien guardaba mi lugar todos los días, pero ella no se encontraba. A lo lejos vuelvo a vizualizar a la pequeña Adisson que no tardó en observarme y levantar la mano y hacerme señales de que me uniera a su mesa. Agradecido camino a su dirección con un poco de dificultad, esquivando a varias personas que obstaculizan el pasillo.

Ya frente a ella se mueve a un lado y deja un espacio para que yo me sentara. Ursa también hace lo mismo, sin antes sonreírme como de costumbre.

--Hola de nuevo Xavi -- Saluda la pelinegra -- ¿Qué tal tu mañana?

-- Interesante -- Digo, recordando lo anterior en el tercer nivel.

-- No creí que limpiar el baño de la vieja Irene sea interesante -- Sonríe el chico de enfrente.

Su nombre era Miguel, era de mi misma edad y trabaja junto a Adisson. Es un muchacho con rasgos asiáticos pero con piel morena clara. Su cabello era oscuro y largo que apenas dejaban ver sus ojos verdes. Una mezcla bastante extraña para un espécimen como él.

-- Te sorprendería de las cosas que me suceden.

Empecé a degustar mi comida, sintiendo los sabores en mi paladar. No me gustaba tanto como lo que prepararon ayer pero no me quejo.

-- Xavi -- Ursa se dirige a mí -- ¿Aún quieres participar con tu proyecto para el tercer nivel?

Dejo la cuchara en la bandeja observando a la mujer con sorpresa. Todos los compañeros de mi amiga allí presentes en esa mesa también dejaron de comer y prestar atención, quizas esperando mi respuesta con respecto al tema sacado por la señora a mi lado.

Rápidamente me volteó y observo a Adisson. Solo ella y mi abuela sabía de mi proyecto para el tercer nivel. Ella me miraba apenada y soltó un ligero "lo siento". Creo que también era cuestión de tiempo para que se lo soltara a alguien.

-- Xavi, no te sientas apenado. Tomalo como...

-- No estoy apenado, Ursa -- La interrumpo -- Solo que creí que no sería necesario darle tanta importancia, después de lo sucedido hace 4 años.

-- Lo entiendo.

Después de un incómodo silencio que duro unos segundos todos volvieron a lo que estaban.

Lo que quedaba del almuerzo se mantuvo callado. Lo único que se escuchaba era el alboroto de otras mesas. De vez en cuando me volteaba a mirar los rostros de los demás en esta mesa, dandome cuenta que muchos de ellos ya los había visto antes, creo que uno que otro estudió donde yo.

En una esquina se encontraba Martha, una chica muy inteligente y estrategica, la mejor de su clase. Castaña que siempre traía dos trenzas. Fue preparada para entrar en el sector 5 de ese nivel.

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⏰ Última actualización: Aug 02 ⏰

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