8 de enero
6:00 AM
...
Las luces se encienden y las máquinas empiezan a moverse. Las alarmas suenan con un silbido de ave que causa tranquilidad a los tripulantes. Amanece nuevamente, aunque ellos no lo pueden ver. Pero los relojes experimentados dan siempre la hora exacta.
Toda una pequeña ciudad se levanta dentro de las profundidases de un antiguo buque, para empezar con las labores de siempre. Una de las primeras en dar el de pie es mi abuela; encargada de dirigir el nivel uno, y a demás de ella, la otra persona en despertar soy yo. No soy dueño de ningún sector ni nivel, ni habitación, pero la abuela cree que sería conveniente adaptarme a un horario de trabajo para cuando inicie la reclusión.
Como todos los días me pongo el uniforme del nivel, que consiste ser un overol con tendencias grises y negras. Luego de hacer lo básico de las mañanas, continuó la rutina de la lista que algún individuo colocó en mi puerta.
A ver que tenemos aquí.
1- Sacar los desechos... 2- Limpiar el baño de la señora Irina... 3- Alimentar a Bumi...
--Asco-- Suspiro con pesadez.
Sigo leyendo los otros 10 deberes del día antes del almuerzo, notando que todas son tan malolientes como las primeras.
Empieza mi diversión.
Abro la puerta y me pongo a la intemperie de una multitud atareada y moviéndose a muchas direcciones. Camino por los pasillos intentando mantener la misma velocidad que los demás. Todos se ven ocupados con lo suyo, algunos aún cansados por las tareas del día anterior y los otros muestran radiantes sonrisas como de costumbre.
--¡Xavi!
Y hablando de monotonía, les quiero presentar a Adisson, una chica de pequeña estatura que aún no cumple su mayoría de edad. Yo por educación le devuelvo el saludo.
--Hey ¿Porqué tan temprano?-- Pregunto.
La chica de cabello negro me sonríe, achinando su mirada por tal acto de alegría. Lucía el mismo overol que yo y entre sus manos colgaba su caja de herramientas.
--La tía Ursa me despertó más temprano de los normal -- Mientras habla camina con prisa para mantenerse a mi misma velocidad y acercarse con sospecha a mi oreja para luego susurrarme algo -- Me contó que hoy iba a ser el día que todo cambiará ¿Sabés lo que significa?
--No
Adisson golpea mi hombro y me suelta un insulto.
--Si esa cabeza tuya no lo sabe... Hoy puede ser el día que reclutan personal para el nivel tres.
--Addy ya hace cuatro años que El Laboratorio no recluta ¿No recuerdas lo que pasó la última vez? ¡Fue un fiasco! Ya nadie puede pasar el examen y los proyectos ya no son innovadores.
Adisson suspira.
--Pero eso no significa que tu seas otro fracaso.
La alarma vuelve a sonar, una corta melodía de piano que nos indica que es la hora del desayuno. Mi compañera se despide de mí y acelera el paso para reunirse con la gente de su equipo que ya la estaban esperando.
...
Pasadas las horas ya había terminado mis deberes. Como de costumbre y como todavía no era el almuerzo, decido husmear en los pasillos del nivel tres.
Las palabras de Addison me dejaron en que pensar sobre mi proyecto para ser parte de el Laboratorio. Aunque no lo aparenta siempre he tenido una fascinación por entrar allí. A veces creo que ese es mi destino o mi propósito de vida. Sí, es algo absurdo y tonto, pero de vez en cuando mi consciencia quiere agarrarse de algo tangible y real.
Camino con tranquilidad por las habitaciones luciendo una bata con el logo verde. Lo tomé prestado de una taquilla mientras nadie me estaba mirando. Mis pasos se escuchaban. A lo lejos se apreciaba una habitación con las luces encendidas, pero la puerta se encontraba cerrada. Me detengo al llegar, pero noto voces por el otro lado y por el tono parecen que están discutiendo.
Soltaban palabras sin sentido y no les encontraba lógica. Me intente acercar más a la puerta, pegando mi oreja a la madera y así quizás escuchar lo que dicen. Y después de tantos gritos logré hayar el hilo de la conversación. Creo.
--¡Las cosas siguen empeorando! -- Suelta una voz masculina.
--¡Pero tú sigues sin entender a lo que te digo! -- Le responde una mujer.
--¡No, No lo entiendo porque no puede ser real!
--¡Pues si es real, están intentando entrar y creo saber que nos queda pocos días para que eso pase!
Confuso intento abrir la puerta sin que ellos me escuchen. Al hacerlo visualizo el interior de la habitación impresionado. Un laboratorio de investigación genética, sorprendido observo las distintas muestras en vasijas, eran criaturas mutadas, lo sé porque algunos se asimilaban a los libros de mi abuela.
-- ¿Qué te hace pensar eso, Miranda? -- Pregunta el señor. Un hombre de cabellera rubia, de mirada oscura y profunda. Su edad quizás no pasaba de los 30 años.
La nombrada Miranda sonreía maliciosa, carcajeando como si la pregunta de la persona frente a ella fuera una estupidez. Su cabello también era rubia a demas de largo sujetado por una coleta. Parecía ser un poco mayor que el señor.
-- Robert, he visto cosas que tu pequeña mentecilla no sería capaz de comprender. La genética está cambiando, ellos ya lo hicieron y quieren que nosotros también seamos parte.
--¿Miranda, quiénes son ellos? ¡Habla! -- Robert sujeta los hombros de la mujer con preocupación.
Yo también me pregunto lo mismo. ¿Qué ha pasado? ¿Quiénes son esas personas que esa mujer menciona?
Miranda suspira.
--Ellos, ellos son...
Intenté acercarme más. Tanto que accidentalmente mi mano derriba un recipiente de cristal.
-- Mierda -- Susurro.
--¿Quién está ahí?
Y más mierda.
La señora rápidamente empieza a recoger sus cosas, acción que el hombre imita. Automáticamente salgo de allí y corro por los pasillos hasta lograr esconderme tras una pared. A lo lejos los dos individuos salen; apagando la luz como si nada hubiera pasado.
Camino con prisa hacia el lugar donde se encontraba la taquilla. Me encierro y me cambio, dejando la bata en el lugar donde pertenece.
Me alejo del nivel 3 y de todo su misterio, bajando en el ascensor hasta mi piso.
Sostengo mi cuerpo sobre las metálicas paredes de la caja, cansado y confundido. Repasando en la mente toda la información. No entiendo a que se refiere la mujer con que nos quedan pocos días. ¿La genética ha cambiado? Dicen que ellos intentan entrar, que ellos cambiaron y que nosotros iremos por el mismo camino. Pero...
¿Quiénes son ellos?
Si no hubiera empujado esa vacija quizás yo podría saber de quiénes o que estamos tratando. ¿Alguien más sabrá de esto?
Las puertas del ascensor se abren lentamente, dejándome otra vez a la intemperie de una multitud que aún siguen trabajando. Pues también es cuestión de tiempo para que el almuerzo de comienzo.
Entonces Xavi, intentemos olvidar todo lo ocurrido. Quizás yo esté malentendiendo las cosas. Además, tengo hambre.
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La Tierra Olvidada
Fiksi IlmiahDoscientos años después del que el mundo fuera destruido por una guerra nuclear. Xavi, y un grupo descendiente de humanos supervivientes que se han mantenido a lo largo del tiempo en un refugio subterráneo. Salen para percatarse y descubrir que ya n...