Por cada día, te contaré una historia distinta. Descubre nuestros secretos, nuestras palabras y nuestro amor, aquello que fue, es y será siempre nuestra vida.
TEMÁTICAS & AU'S
DÍA 1: Sueños / AU Dioses
DÍA 2: Borrachera / AU Casino
DÍA 3: Summer...
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Conocida como la ciudad que nunca duerme, llena de codicia, lujuria y ambición. Las nevadas tenía el renombre de ser la mejor nación para las apuestas, asimismo, muy temida; ganar o perder, vivir o morir. Entrar a dicho país, es olvidar quien eres y dejar todo a la suerte.
La protección era su mayor fuerte, desde proteger a capa y espada los límites del lugar, hasta analizar o erradicar a todo tramposo; jamás intentes desafiar a su líder, compasión no existe, sanguinario y autoritario, nada se escapaba de sus manos.
¿Lo curioso? su presencia era un misterio, ni una sola vez se pronunció entre la multitud, los rumores decían que era de aspecto duro e indiferente, por otro lado, estaban las especulaciones que la muerte ya lo ha alcanzado.
Nadie tenía idea que él estaba más cerca de lo pensado, como un cuervo observando desde los rincones lo suyo, haciéndose más fuerte con las mundanas emociones, divirtiéndose de las esperanzas que se consumían en el fuego de la perdición. Nunca tuvo que intervenir, para eso estaban sus subordinados, él sólo se dedicaba en analizar y ganar.
Cuando creía que la emoción llegaría a su fin, en la puerta tres figuras de curioso aspecto captaron su atención, atento en el balcón los vio sumergirse entre la gente y juegos; uno de ellos era especial, lo notaba aún con su ojo ciego.
—¿Qué tenemos aquí? —la emoción a flor de piel, bebió el restante de un valioso Whisky—Bienvenidos al Casino Royal.
🎲 🥃 🎲 🥃 🎲 🥃
—Hay que cumplir con la misión y largarnos de aquí —el líder de la hermandad habla con dureza
—¿No has visto esta locura? ¡Es el paraíso tío!
—Nada de juegos Rubius, buscamos al líder de esto y regresamos con la información en la bolsa
—Venga, Willy. ¿No quieres divertirte un rato?
—Odio decirlo, pero Rubius tiene razón, podríamos olvidarnos un momento de la misión y gastar lo de los rapitori
El albino seguía sin entender como aquel par de entusiastas podían ser parte de su "organización", en especial aquel híbrido de oso. Suspiró cansado de lidiar con ellos, el más alto lo tomó como una señal, escapando entre las personas antes de escuchar cualquier reprimenda. Sí, era un miembro de la hermandad oscura, pero también era un apostado compulsivo.
Y eso, alguien lo notó a simple vista, sonriendo de tener tal trofeo entre sus filas.
Los tres se dividieron en distintas partes del recinto, dos más cerca que el otro; atentos a sus jugadas, pero también aquella seguridad esparcida, buscando cualquier indicio de liderazgo. Lástima que él los había encontrado primero