Por cada día, te contaré una historia distinta. Descubre nuestros secretos, nuestras palabras y nuestro amor, aquello que fue, es y será siempre nuestra vida.
TEMÁTICAS & AU'S
DÍA 1: Sueños / AU Dioses
DÍA 2: Borrachera / AU Casino
DÍA 3: Summer...
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Se miraba en el espejo, de traje blanco y pulcro, resaltando su cabello chocolate perfectamente arreglado, un tocado se acomodaba en las hebras que combinaba con el ramo en sus manos, que específicamente ordenó fueran tulipanes rojos.
—Se ve hermoso joven—una mujer anciana ve con orgullo su trabajo.
Rubén sonríe, agradece por su comentario, según sus allegados, él es bastante apuesto y dicho traje no hace más que resaltar sus finos rasgos. El sonido de una campana lo llama al altar, inhala profundo, al exhala deja ir todo temor o duda; estaba listo para jurar amor eterno a su prometido frente a familiares y amigos, que en su mayoría eran por parte de sus padres.
Camina lento, repasando los votos qué le fueron entregados por la misma mujer días atrás; la clásica música de piano anuncia su entrada, los invitados se ponen de pie y ahí, en medio, el hombre que sería su esposo lo espera embelesado por la belleza ajena.
Frente a frente sonríe, el cura inicia la boda, tarda con las típicas frases de amor y cariño, palabras que ya ha escuchado en más de una ocasión. Siente sus nudillos ser acariciados, por el contrario, aliviando los pocos nervios que tenía.
Llega el tiempo de los votos, ni siquiera prestó atención a las palabras de su compañero, divaga entre recuerdos y cuando le toca hablar; recita cada verso tal cual fue escrito, sin amor, ni tristeza.
—Prometo amarte ahora y siempre —de reojo ve la salida, un poco esperanzado.
La ceremonia termina en un beso, los presentes se emocionan y aplauden deseando felicidad al joven matrimonio; pero para Rubén, aquel momento era una tragedia, si tan sólo fuera alguien más.
Durante la fiesta logró escaparse de la multitud, se alejó hasta una fuente, miró las flores en sus manos, los tulipanes significaban un amor intenso y duradero. Una promesa silenciosa aquel que robó su corazón
—No pensé que tuviera la oportunidad de verte
Sorprendido de estar frente a frente con el pelinegro, quería lanzarse a sus brazos y llorar, extrañaba todo de él.
—Quackity, podrían verte...
Sostiene su diestra, una última aventura antes de entregarse a quien se volvió su marido. Escondidos entre los jardines, demostrando su amor prohibido del que la luna era testigo. Bendito momento, la pasión desbordante, el amor y la pena, sentimientos de adoración junto a la pérdida. El menor besó las blancas mejillas en un intento por llevarse la tristeza de su amante, Rubius sonríe acomplejado, si tan sólo hubiera tenido la voluntad de enfrentarse a la mujer que dice ser su madre, no tendrían por qué pasar por la agonía, ni esconderse del mundo.
—Debo volver, seguro me está buscando —murmura el castaño acariciando la coronilla del pelinegro sobre su regazo
Se incorpora observándolo, del bolsillo que está tejido sobre su corazón saca una bolsita de papel, ahí una cadena de oro con un dije en forma de sol. Un obsequio para el recién casado.
