CAPÍTULO CUATRO
PARAJES EN ALBA Y OCASO1
El GPS permaneció activo, mientras Memo conducía en sosiego por el opulento Campeche, desviándose casi nada al sureste, en busca de un lugar para detenerse a contemplar el paisaje saneado. —Eso aun cuando pudieron visitar el Parque Natural Petenes – Ría Celestún, o a la Reserva Biocultural del Puuc, al sur—. Pero por alguna razón, eligió a un sitio que se hallaba apartado.
2
—Acércate, Celeste. Mira —habló absorto.
—¿Seguro no hay nadie allí? —Volvía al redil coloquial.
—Tienes que averiguarlo.
Una mano le extendió entonces y juntos a la peculiaridad encararon.¿Segundo punto en el mapa? Han pasado horas desde que partimos.
Tuvimos un pequeño inconveniente, pero al final, no fue para tanto.
—Fíjate en lo perfecta que es —comenzó ella.
Contemplaban la barraca entre la parcela, en donde a dos velas podría vivir una pareja muy bien amada. Más allá, la máquina que había dejado la senda tupida yacía cuesta abajo, una retroexcavadora que no se miraba inservible, aunque el lugar sí que parecía llevar varios días descuidado. Libre, es decir.
Con razón nadie me atendió, el chico aseguró al mirar por una ventana empolvada. Allí dentro todo se veía cual lo pensado.
Empero, Celeste se alejó unos metros de él, caminando por la derecha hacia donde la cabaña acababa, la parte trasera y con vistas a los maizales, y mientras el amigo divisara que el Yenko estuviera salvo, ella demostraría que él estaba equivocado, tras darse cuenta de que ya no estaban solos del todo.
—Yo creo que hay más de un alguien aquí —murmuró alegre.
Pero era extraño el momento. Caminó inversa, retrocedió despacio y luego se volvió dichosa hacia Memo, y él esperaría a que ella le explicara, si bien, mejor decidió voltear hacia donde ella veía. Y a continuación se impresionó.
No estaba cercada la zona en general, existía un portón para obviar la reserva. Y la razón por la que Celeste y su amigo quedaron asombrados fue porque, en ese intervalo de tiempo, y por casualidad en la misma región o lugar, una familia de «cabro de monte (venados temazate)» deambulaba adelante a no más de diez metros. Por ende, Memo se acercó cauteloso a su compañera y la volvió a tomar de la mano, contento, diciendo en voz queda: «Les irás a espantar si te ríes».
Celeste lo hizo, sin ruido. A veces se ponía como un jitomate.
—Es que espabilé apenas —le susurró.
Mantenían la mirada contemplando a los ejemplares de fauna silvestre. Cuando, de momento — yendo una hembra y dos crías—, uno de ellos sintió curiosidad por la chica. Era como si esa otra buena vibra hubiera atraído su atención de la misma forma en que el rayo de sol, entrados los chicos a la propiedad, los cegara y les condujera en esta dirección sin poder detenerse.
La madre estaba encantada por la pareja; les observaba como si «son benignos» pensara. Entonces Celeste tuvo la oportunidad de tocar al cervato un breve momento... hasta que se escuchó un disparo seco a lo lejos.
¡TA...!
Los cérvidos huyeron al oeste lo antes posible, hiriendo el corazón de la tierna chica al imaginarse lo que sería de ellos ante este arduo mundo «rehabilitado». Lo que desde luego sabían e ignoraban.
Ahora Memo estaba alertado; Celeste tomó esto con enfado.
—Vámonos, Celeste. Ya vimos suficiente, querida. Ven, vamos —la tomó por los hombros de detrás, apartándola de su inquietud por la familia, ya que no podían hacer nada más—. Podría ser este el patrón, tenemos que irnos —ya sensato. Así, ella reaccionó aceptando.
Se oyó un segundo disparo, el cual los impelió hasta el auto. Brincaron el portón nuevamente.
—Maldito cobarde —una vez dentro del Yenko, Celeste exclamó con hiel.
—Ha-había que sacarnos de allí.
—No, güey, ¡tú no! Me refiero a ese... perdiguero de ensueños, que quizá sigue a los ciervos.
—Creí...
—Ya, ya. No —le recusaba mientras que el muchacho arrancaba el vehículo.
Condujo lejos de aquel intermedio de mapa rumbo al próximo encuentro inequívoco.
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Bienvenidos al año cero ©
Misteri / ThrillerNovela. Misterio y suspenso. SINOPSIS En una sociedad que se marchita, Celeste es una adolescente culta, pero inexperta, que junto a su mejor amigo Memo decidió embarcarse en un largo viaje de autoconocimiento, recorriendo la costa del Golfo de Mé...