¿Una carta decidió mi destino o fui yo?

Capítulo 5: Un sentimiento nuevo.

     Esas palabras causaron la salida de un llanto, la estegosaurio me abraza con su cabeza puesta en mi hombro, sollozando y poco a poco empapando mi camisa.

"Ahí va mi única camisa limpia" *Pensaba para mi mismo*.

Seguía el abrazo, mientras acariciaba su pelo en un intento de consolarla, a momentos parece que si funciona ya que sus sollozos lentamente parecen disminuir.

"Se que no estoy sola, sé que tengo a Rosa" *me miraba con sus ojos rojos e hinchados por llorar* "pero parece que te tengo a ti también" *una leve sonrisa se muestra en su rostro*.

Al escuchar eso siento... ¿felicidad?. Un sentimiento extraño, pero decido dejar de lado ese sentimiento, lo importante es ayudar a Stella.

"Si, somos amigos después de todo" *sonrío hacia la chica*.

"Pero aun así es difícil" *Decía Stella con la cara aun triste mirando al suelo* "no me avergüenzo de lo que soy, me gusta ser una chica que demuestre que le gusta el anime y el tarot, pero.... aunque trate de hacer como que no me importa, que simplemente sonrió y sigo adelante... duele...duele Anon" *unas lágrimas caen por su rostro nuevamente, mientras aprieta las cartas cortadas en sus manos* "¿¡POR QUÉ!?" *un grito no tan fuerte pero aun así me toma por sorpresa* "Solo trato de disfrutar mis gustos, se que puedo ser algo molesta mostrando mis cartas y tratando de hacer lecturas, pero... insultarme, acosarme, destruir mis cosas... ¡SOLO INTENTABA SER AMABLE! PERO *su voz volvía a ser más fuerte antes de nuevamente volver al volumen normal de voz, levanta sus manos y las coloca en mis hombros con su cabeza nuevamente recostada en mi hombro* pero aun así trate, pese a que me llamaban maldita otaku, otaku apestosa, bicha rara... Intente seguir, pero tengo mi límite no pude aguantarlo más ¿acaso está mal disfrutar lo que me gusta?. *decía con lágrimas y su voz seca, sin decir nada más después de esa pregunta.*

Una sensación de enojo y molestia podía sentir mientras escuchaba como se desahogaba, pero esas sensaciones no eran solo por lo que le pasó a ella, también era por mi mismo, siempre la vi sonreír, siempre la vi alegre como si nada le importara, mostrando lo que le gusta, incluso sentí admiración y envidia el primer día que la conocí.

"Soy un imbécil, pensando que nada le afecta, mientras cargabas con todo esto, con un caso similar al mío de acoso" *decía para mí mismo con molestia* "pero no es momento para esto, necesito apoyarla y no cagarla por una vez en mi puta vida."

"No, no esta mal de hecho es algo admirable que decidas seguir disfrutando de lo que te gusta pese a como te traten" *acaricio su pelo mientras miro hacia el frente* "entiendo lo que estás pasando, pero eso será historia para otro día, solo quiero que sepas que estoy aquí para escucharte, no tienes que cargar con esto sola y se que Rosa te apoya bastante, pero también estoy yo ahora."

*Stella se aleja un poco de mi, para mirarme a mi rostro* "¿admirable?" *dice con incredulidad y leve rubor en sus mejillas.*

"Si, eres capaz de seguir con una sonrisa y seguir disfrutando de lo que te gusta, algo que yo no fui capaz de hacer y ahora simplemente vivo con miedo a que la gente lo sepa" *decía con honestidad, secándole las lágrimas y luego entregando una sonrisa.*

*Ella sonríe con suavidad* "gracias... de verdad, esas palabras me animan un poco" *su cola se mueve lentamente en respuesta.*

"También debo pedirte disculpas, por mis comentarios desagradables contra tus cartas y lo que te gusta, nunca lo hice con intención de dañarte solo era yo siendo un idiota, incluso en tus lecturas no presto mucha atención mas allá de lo necesario, sabiendo cuando te gusta, quiero disculparme de verdad" *decía mientras te miro a tu cara con mis ojos a momentos evitando tu mirada por la vergüenza por ser mal amigo.*