gracias por volver.

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Dre no sabe cuánto tiempo lleva abrazándose a si mismo en aquella banca

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Dre no sabe cuánto tiempo lleva abrazándose a si mismo en aquella banca.

Es de noche e inevitablemente el clima empieza a ser más frío

Aunque Dre tiene su chaqueta puesta su cuerpo tiembla levemente, más que por el frío es por los sollozos que suelta.

A estado llorando por un buen rato, se siente algo asustado por estar en un lugar que no conoce pero también se encuentra sufriendo por Cheng.

Se arrepiente tanto de no haberle seguido y arreglado el asunto. Probablemente si dejara de actuar tan idiota las cosas serían diferentes.

Lo extraña tanto, extraña la forma en que el asiático siempre estaba detrás suyo, la manera en que solía darle cumplidos o abrazarlo. Aún cuando Dre lo rechazaba, Lu siempre parecía volver a intentarlo.

Las lágrimas salen nuevamente, su rostro esta caliente.

Solo quiere que su madre llegué pronto.

Quiere recibir los cálidos brazos de su madre.

Pero en cambio lo que recibe es un toque en su cabello.

Inmediatamente levanta su rostro húmedo de lágrimas para ver a la persona frente a el.

Cuando Dre se da cuenta de quién se trata, lleva rápidamente sus manos a su cara para limpiar por completo las lágrimas.

No puede evitar sentirse avergonzado.

— No las limpies, Dre.

— Es normal llorar, ya te he visto hacerlo antes.

Cheng esta justo enfrente. Su voz no se escucha molesta o burlona.

Cheng lo esta mirando ahora fijamente, de esa manera que hace que Dre se sienta extraño.

Cuando el asiático no recibe respuesta del americano decide hablar nuevamente.

— Me fuí, te deje atrás. Pero cuando estaba por irme a casa no pude evitar preocuparme por ti Dre.

— Me pase todo el resto de la tarde buscándote, pensé que te habías ido a tu casa cuando no te encontré. Pero entonces te ví preguntando y supe que estabas perdido.

— Disculpame por hacerte pasar un mal momento.

Por fin Dre lo miró a los ojos. Estaban levemente rojos por el llanto, Cheng sabe que eso no debería parecerle lindo y sin embargo lo hace.

— ¿Te estás disculpando tú?

Cheng se sentó a su lado.

Dre bajó sus piernas, estaban algo entumecidas.

— El que debería disculparse soy yo, te arruine tu cita y...te dije algunas cosas feas.

— Pero yo...quiero decirte que agradezco que volvieras.

YAD |  DRENG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora