(Créditos a quien correspondan. Lo siento por no actualizar, es que... olvídenlo)
Un albino estaba empacando algunas cosas en su mochila, parecía algo apurado como emocionado en aquel momento. Coloca la mochila en su espalda para así salir, alza su mano ligeramente y la agita en señal de despedida de los ancianos a la vez que adultos de allí.
Fuera de la trama
—"Espérate wey, no que esto trataba de mi. Ósea de Aether"
—"Enserio me estas jodiendo ahora, agradece que te recordé."
—"Va, va no me quejo."
Ingresa a la trama
El chico caminaba en dirección a la puerta principal de Monstantd. Más se detendría al ver quien estaba delante suyo. Era Fischl una chica rubia la cual el conocía muy bien y que era capaz de soportar a diferencia de otros.
—Bennett, se sobre la expedición que harás con Eula y Mika. Spina Dragon es un lugar peligroso, y tu... no es por ofender pero tu suerte es mala. Me preocupa el perderte, eres el único con el que puedo ser yo sin parecer rara —La joven acerca su mano derecha al corazón en señal de decir aquello con un sentimiento sincero, cual solo sería respondido por una sonrisa.
—Fischl... es la primera vez eh, nunca sueles ser tan sincera. No te preocupes estaré bien, la vida no podrá ser buena conmigo pero hay veces, solo unas pocas veces donde si. Tu eres una de esas veces, adiós Fishi —Tras decir lo último trataría de marcharse, dejaría así a la chica sonrojada. Más ella no se detendría ahí y le tomaría del brazo tirando de este impidiendo que se marche.
—N-no me interesa si no quieres, no te permitiré ir. Tu me importas demasiado, eres mi mundo. Mi maldito mundo, s-si tu te vas, yo... yo... —La princesa se encontraba al borde de las lagrimas, pero residía la ira en su interior también. A pesar de ello, él no se mostraba molesto en su lugar solo replica con un tono suave —Lo único que puedo darte son unos minutos, o una hora... Tómame si deseas.
Un silencio aparece entre los dos, no obstante ella comienza a correr tirando de este y guiándole. Era como una carrera contra el destino mismo para la fémina, que solo deseaba tener más tiempo junto a él.
Llegados al hogar de esta se encerraría en su habitación con el chico, empujándole a la cama rápidamente. El cuerpo de este descansaría bajo las sabanas purpuras, vería como Fischl le quitaba su ropa.
—E-eh, o-oye detente... ahora no, voy a ir a una misión —Ya asustado se arrastra hasta un rincón de la cama, sin embargo la rubia solo se quitaría la camiseta quedando solo su brasier —Ambos lo queremos, y lo sabes. No me jodas ahora.
(Créditos a Sunhyun)
Se acercaba a él como una fiera, sus manos agarrándose a los muslos del chico enfrente suyo. Este último habría perdido el miedo al verla de esa manera, sin más espera esta acerca sus labios al pene erecto del albino.
—Hm, parece que finalmente vas a cooperar, me agrada eso. Te recompensaré por ello —Con una sonrisa pequeña dibujada en su rostro, envuelve la polla del otro entre sus dedos frotándolo ligeramente. Su lengua rodea el glande, consiguiendo que el joven aventurero cerrara sus ojos algo avergonzado por verla de esa manera.
El cumulo de sensaciones le abrumarían, pero el placer aumentaría tras sentir el interior de su boca alrededor de su miembro. La saliva como el calor eran suficientes para hacerle sonrojar, lo cual motivo a la fémina a actuar con más rudeza al felar la verga del mocoso.
Este agarraría la cabeza de ella un poco debido a la sensación de su deseo en aquel momento, que era expulsar su semen en su garganta. Tras hacer ello su espalda se recuesta al sentirse algo cansado.
Más la otra no se detendría al tomarle de los brazos y tirar de estos hacia adelante, de esta forma consigue que Bennett se sentase como rápida fue ella al besarle, en respuesta los ojos del chico se agrandan pero se cierran al sus labios percibir los de Fischl.
En aquel beso la rubia había compartido el líquido blanco con él, quien parece algo hipnotizado en ese momento. Este ingiere el semen sin mostrarse dudoso, solo extasiado de tenerla tan cerca suyo. Verle de tal forma emociona a la princesa que empuja al aventurero, continuaría al ponerse de cuclillas sobre su pene el cual se había parado nuevamente por el beso.
—Omegas o no, yo te quiero a ti. Así que tomaré antes de que te marches, espero me extrañes —Fischl desciende poco a poco, la entrada de su vagina rozando la polla de Bennett. El chico solo la miraba sus mejillas rojas por el calor que les envolvía, ve como el coño de ella engulle su pene cubriendo este completamente.
Empezaría así a entrar en un ciclo de alzarse como descender su trasero, esta aumentaba el ritmo a medida que pasaban los segundos —Hm, ah.. a-ah, ahhh... hmmm —Le era difícil no querer seguir a pesar de que el tiempo era corto, solo deseaba poseerle como un amigo, amante o algo más.
Esta seguía sin parar, para él era demasiado más trataba de aguantar. Cada vez que la vagina de ella golpeaba su entrepierna le resultaba doloroso como placentero, un gusto que deseaba sentir más.
Tras unos minutos Bennett se sienta y abraza a Fischl, esto sorprendería a la chica que en un instante recibe la carga en su interior. La fémina corresponde el abrazo, así el silencio les rodea en una situación que les unía como pareja.
Alguien abre la puerta par así entrar rápido, era un chico rubio el cual mostraba con sus manos un papel, el que llevaba lo siguiente.
—"Bennett cierto, pues Eula me mando a por ti. Por los ruidos algo me decía que no debía entrar pero bueno, me importa una mierda. Ahora ponte ropa y sígueme. Ah, y hola chica quien quiera que seas."
(Créditos a Hitohachan)
—E-enserio, ahora... bueno, adiós Fischl. Espero volver a vernos —Le da un beso a la rubia y así se libera del abrazo, se viste rápido como acompaña al muchacho a su lado —Entonces, ¿Porqué no hablas?
Saca otro trozo de papel y lo muestra al albino —"... Es una larga historia y no me importas mucho como para contarla, solo lee a ver si aumentas tu vocabulario, nada más."
—"Ah carajo si hubo sexo, gracias Emex."
—"Como sea, a ver que pasa después."
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El monstruo (omegaverse)
FanfictionSinopsis: Las estrellas recorren el cielo nocturno, y son bellas a la vez que interesantes. Dos de ellas descenderían del espacio exterior, a 500 años de diferencia. La última aterrizaría en un bosque, de Monstantd. Un chico rubio, de ojos dorados...