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Una semana después, cuando toda la familia estaba cenando comenzaron a escuchar llantos de un chico, los llantos provenían del cuarto donde se quedaba Alan.

Ellos al escuchar esos llantos que provenían de aquel cuarto, empezaron a subir las escaleras y a medida que subían los llantos se alejaban. Al llegar al cuarto no había nadie, no le prestaron mucha atención, decidieron bajar y seguir cenando.

Después de cenar, Alan se fue directamente a su cuarto, se cepilló los dientes y se apronto para dormir. Alan se colocó su pijama, agarró su tablet para dibujar y sus auriculares para escuchar música.

Después de unos 30 minutos (Eran aproximadamente las 12:00 a.m), Alan comenzó a sentir ruidos y llantos nuevamente, se sacó los auriculares y se sentó en su cama, asustado por los ruidos y llantos llamó gritando a sus padres. Los padres al escuchar que su hijo estaba gritando inmediatamente subieron a su habitación, lo primero que hicieron fue preguntar qué estaba pasando..

¿Qué pasa Alan? -le pregunto la madre-

Mamá de nuevo se escuchaban ruidos y llantos -le contestó asustado Alan-

Yo no escucho nada -dice el padre-

¿Estás seguro que se escuchaban ruidos y llantos? -preguntó nuevamente la madre-

Sí mamá, estoy muy seguro -respondió Alan-

Pero yo no he oido nada, mejor duerme, puede ser parte de tu imaginación por lo que pasó en la cena -le dijo el padre-

Está bien -respondió Alan-

Después de decir eso, los padres se fueron nuevamente a su habitación.

Estoy muy seguro de que escuche ruidos -se dijo Alan para sí mismo-

Alan estaba muy asustado ya que era la primera vez en su vida que escuchaba ruidos en su casa. A eso de las 1:30 a.m, Alan dejó su tablet a un lado y decidió ir a dormir porque se tenía que despertar a las 7:00 a.m para ir al colegio.

El "fantasma" de VanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora