El "fantasma" de Vante

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A la mañana siguiente uno de los 5 chicos del grupito que molestaban a Vante, no amaneció con vida. La causa de su muerte fue una "inyección letal".

Todos estaban muy asustados ya que la policía había dicho que no se sabía quién era la persona que le había inyectado eso y como lo habían conseguido porque eso solo se consigue solamente en los hospitales, ya que era muy arriesgado que una persona cualquiera tenga esa inyección.

Alan, después de salir del colegio se fue a su casa y les contó a sus padres lo que había pasado. Los padres de Alan al enterarse de lo que había pasado compraron cámaras de seguridad para su casa.

Al día siguiente pasó lo mismo, otra muerte más y esta vez era otro chico del grupito, la causa de la muerte era la misma. Al otro día pasó lo mismo, y al otro día igual, todos con la misma causa de muerte, solamente quedaba un chico y ese chico era Alan.

Alan verdaderamente tenía sospechas de quién era, pero a la vez era una tontería ya que la persona que él decía era un fantasma (claramente la persona que estaba pensando Alan, era Vante).

Sinceramente Alan estaba en lo cierto, Vante era el que había matado a esos 4 chicos inyectando a cada uno con un poco de "tiopental sódico", un poco de "bromuro de pancuronio" y un poco "cloruro de potasio". Simplemente con una mezcla de esas 3 cosas Vante mató a esos 4 chicos y solamente le quedaba uno.

Alan después de todo lo que había sucedido esa última semana estaba más que asustado, alguien había acabado con la vida de sus "amigos", pero lo que no sabía era que él era el siguiente en la lista.

Una noche en la casa de Alan al terminar de cenar, se empezaron a escuchar ruidos, todos se asustaron y comenzaron a trancar todo lo que era puertas y ventanas, al terminar de trancar todo fueron a la habitación donde estaba para ver las cámaras de seguridad. Alan al no ver nada fuera de lo normal decidió ir a su habitación.

Cuando Alan entró a su habitación se apagaron todas las luces de la casa, todos en la casa comenzaron a gritar y a alumbrar con las linternas de sus celulares. Todos estaban bien, pero ellos se preguntaban dónde estaba Alan.