IV.

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—¡Bethy-buu~! —la despampanante mujer la abrazo con fuerza como si no la hubiese visto en años, algo contradictorio pues hace unas dos horas se habian visto— Dime que Nicky te llevo a una cita romantica~

Inesperadamente una sonrisa escapo de los labios de Elizabeth aunque intento disimularlo, no entendía porque aquella mujer la hacía sentir tan cómoda y motivada. Mónica la tomó del antebrazo con cuidado para ingresar al restaurante italiano, para su sorpresa estaba vacío lo que le llamó la atención de inmediato.

—¡Es grandioso! ¿cierto?, cuando las personas te temen puedes tener todo lo que desees al alcance de una amenaza. —respondio como si supiera lo que estaba pensando la morena—busquemos una mesa.

—¿No esperaremos a Nicholas? —se detuvo parando en seco a la azabache mirando hacia la ventana viendo al mencionado hablar por teléfono.

—El estará con nosotras pronto, no temas, aqui entre nos yo soy mejor que Nicky protegiendo personas.

Soltó una carcajada contagiosa jalando de la mano a la otra hasta guiarla a una mesa de excelente posición, esperaron un rato hablando de mayormente cosas de mujeres y con eso nos referimos a Mónica contandole con detalles cada una de sus experiencias sexuales a la pobre Agente Russel, hasta que por fin el azabache se sentó a la par de otro moreno.

—Elizabeth, él es mi cuñado se llama Gonzalo Sanchez.

—Un placer, Agente Russel, soy un gran admirador supe de cada uno de sus casos y me parecen magnificos... Aunque me da envidia que lograrás verlos sufrir en mi lugar.

—Gracias... Creo... ¿Tu de que trabajas? Digo ya tenemos un Sicario profesional, una narcotraficante y una ex oficial de policía.

—Vaya... Veo que ya estas en más confianza, pensé que estarías aun a la defensiva... Ya sabes, luego de que Nick te secuestrara y obligará a confiar en él.

—El no me... Bueno en teoría sí pero-

—Detente Beth, le encanta causar disturbios. —mencionó la otra mujer

—Eres un alborotador* ... Creí que ya los habia encerrado a todos.

—Soy el mejor en mi área, nunca conocerás uno mejor.

—Tampoco me interesa conocer mas alborotadores, ya sabes como funciona ¿No? Son simples ratas chismosas.

Hubo un cortó pero filoso silenció en la mesa, momento en el que un mesero aprovecho de tomar las órdenes, luego se retiró sigilosamente y sin molestar a los presentes.

—Escucha Elizabeth, no somos enemigos, somos aliados. Nick me comentó que necesitas salir del país asi que te ayudaré.

—No necesitó tu ayuda, gracias.

Continuaron con una guerra de miradas desconfiadas, los hermanos por su parte observaban la escena; Mónica algo incómoda y Nicholas divertido ante lo sucedido. Gonzalo evitó insistir ya que prefería no meterse con los asuntos del asesino a su lado, una sabia decisión a su parecer. Elizabeth, por su parte, esquivo la pequeña pelea para evitar disipar el agradable ambiente que Mónica habia formado cuando empezó a hablar sobre la comida italiana y porque era su favorita.

Al cabo de una media hora cada pareja se fue a su automóvil, de nuevo provocando esa incomodidad de antes entre el azabache y la fémina. Sin embargo eso no fue un gran impedimento para que la morena soltará su veneno.

—Ese tipo es un completo idiota, no pienso confiarle mi seguridad a ese sabelotodo. —escupió finalmente en un tono enojado.

—La cuestión no es que quieras, la cuestión es que debes. Gonzalo es de los mejores alborotadores que existen en este país, es el que mejor puede ayudarnos en cuanto a los papeles que necesitamos para sacarte del país.

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⏰ Última actualización: Nov 02 ⏰

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" I'm in love with a criminal „ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora