— No te preocupes, ya me voy, disculpa mis molestias... — Chuuya hizo una pequeña reverencia y salió del cuarto.
Al salir comienza a caminaba por los pasillos del hospital de una forma rápida y con la cabeza agachada, con una de sus manos trataba de ocultar su rostro, un rostro el cual tenía los ojos rojos apunto de llorar, cosa que no le gustaba, no le gustaba nada volverse así de sensible, menos con tanta gente a su alrededor, con tantos viéndolo...
Por fin encuentra la salida del hospital y sale apresurado, camina hacía la parada del tren, otra vez, espera impaciente la llegada del tren o alguien que lo saque de sus pensamientos, pensamientos que se repetían una y otra vez sin cesar, hasta que por fin escucha el sonido del tren cerca, respira hondo y vuelve en sí, cuando frena y se abren las puertas sube tranquilo, vuelve a respirar hondo y ya por fin en sus sentidos mira por la ventana del tren, sus pensamientos volvieron a desconcentrarlo de las vistas, de los demás.
"Yo soy el idiota, yo, el tiene razón, nada ni nadie puede evitar lo que sea que nos depare el futuro. Dios, deseo tanto volver el tiempo atrás" pensaba Chuuya, mira las nubes y suelta una pequeña sonrisa "Los extraño papá y mamá..." No solía pensar en ellos, es algo que prefería olvidar, siempre le dolía el pecho hablar, un dolor insoportable, como si su corazón se arrugara, como si le cortaran poco a poco sus extremidades de las formas más dolorosas posibles, como si una parte de el faltara. El pronunciar sus nombres, el ver sus fotos el pensar en ellos, esas cosas tan simples le destruían, ya que no era lo mismo, ya que ellos no estaban, ahora esta un poco acostumbrado a la ausencia de ambos, lo peor fueron las primeras semanas, cuando los hábitos cotidianos que tenía con su papá ya no existían, cuando necesitara hablar con alguien que le de un consejo y lo animé, pero ya no esté mamá y ese abrazo que lo volvía un niño pequeño, cuando tuviera un accidente en el colegio y lo primero que pregunten sea el número de uno de sus padres, cuando necesitaban la firma de sus papás, cuando vaya a algún lugar donde iba frecuentemente con ellos, todas esas cosas lo lastimarían, todas esas pequeñas cosas e "insignificantes", todo.(Nada que ver la imagen JAJA)
Dazai estaba apoyado en la pared de la entrada del colegio, esperando a ver si llegaba Chuuya, ya que le parecía raro que se saltara clases o que simplemente se haya bajado de la nada en un lugar cualquiera, sin decir nada, sin nada de nada.
Alzando la mirada del suelo se ve a lo lejos a un pelirrojo, suponiendo que era su pelirrojo se acerco rápidamente, y si, si era su pelirrojo, al estar unos pasos más cerca, notando mejor todo de el ve su rostro, perdido y con ojos rojos, no se notaba que hubiera llorado, pero si parecía que si decís algo se largaría a llorar.— Chuuyaa, ¿A dónde fuiste? Te estuve esperando, me tenías preocupado — utiliza sus característicos tonos sarcásticos.
— No te importa.
— Eeeh, que cruel... Rompes mi corazón...
— Que bueno.
— Eres cruel, así te quedaras solo Chuuya...
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Estación
Fanfiction"Si tuviera que hablar del tipo más desagradable y molesto que he conocido en mi vida, definitivamente hablaría de ese idiota". Es normal que en algún momento de tu vida te lleves mal con alguien, es normal no poder estar de acuerdo con una persona...