salven al bb y que no se entere

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La batalla se intensificaba a medida que Gojo enfrentaba a las temibles maldiciones. Sus poderosos ataques resonaban por toda la prefectura de Shibuya, estremeciéndola con su energía descomunal. Sin embargo, su mente estaba dividida, pues no dejaba de pensar en Nanami y el misterio que rodeaba su delicada salud.

 Sin embargo, su mente estaba dividida, pues no dejaba de pensar en Nanami y el misterio que rodeaba su delicada salud

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En otro lado de la ciudad, Nanami luchaba con valentía contra Mahito, la siniestra maldición de grado especial. A pesar de su cuerpo debilitado, se negaba a rendirse, protegiéndose el vientre con desesperación. Mahito, con su perversa sonrisa, se burlaba de los esfuerzos de Nanami.

-Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí? Un pequeño secreto bien guardado- se mofó Mahito, utilizando su Técnica de Mutación Libre para escanear el cuerpo de Nanami. -Un embarazo, ¿eh? Qué conmovedor.


Los ojos de Nanami se abrieron con horror, temiendo por la seguridad de su hijo no nato. Mahito aprovechó su debilidad y lo atacó sin piedad, dejándolo al borde de la inconsciencia. Justo en ese momento, Sukuna, el Rey de las Maldiciones que habitaba dentro de Yuji, sintió una oleada de compasión inusual. Tomando el control del cuerpo de Yuji, intervino en la batalla, enfrentando a Mahito con una fuerza descomunal.

-¿Qué estás haciendo, Sukuna? ¿Acaso te has ablandado?- se burló Mahito, lanzando una andanada de ataques.

-Cállate, insecto- gruñó Sukuna, desviando los ataques con facilidad. -Esto no es por compasión, sino por diversión. No permitiré que acabes con mi fuente de entretenimiento tan pronto.

Mientras Sukuna perseguía al cobarde de Mahito, Nanami aprovechó la oportunidad para escapar, resguardando a su precioso hijo nonato. Con las pocas fuerzas que le quedaban, logró encontrar refugio con Shoko, quien lo atendió de inmediato.

 Con las pocas fuerzas que le quedaban, logró encontrar refugio con Shoko, quien lo atendió de inmediato

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-Nanami, ¿qué ha sucedido?- exclamó Shoko, horrorizada al ver su estado.

-Mi bebé... por favor, salva a mi bebé- imploró Nanami con lágrimas en los ojos. Shoko trabajó incansablemente, utilizando toda su energía maldita inversa para estabilizar a Nanami y proteger al pequeño ser que crecía en su vientre. Fue un proceso arduo y complicado, pero finalmente logró salvar al bebé, aunque Nanami quedó sumido en un estado de debilidad extrema.

AUN INTENTO SUPERARTE - Gojo X NanamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora