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Mina se despertó, debió haberse dormido alrededor de las cuatro de la mañana, se despertó a las siete. Se metió en el baño de la habitación compartida y se puso ropa negra, volvió a la habitación.

- Mina... - Se despertó suavemente Jihyo. - ¿Vas a ir fuera?

- Sí, iré a... Investigar. - Se maquilló en el cuello la inyección y lo hizo con Nayeon y Jihyo. - Hay que actuar estar locas.

- Claro, me meto una lámpara por la cabeza y voy por los pasillos diciendo "¡Oh no, vamos a morir porque claramente estamos locas!". - se cruzó de brazos Nayeon.

- Jaja, que graciosa eres, Nayeon. - Se fue de la habitación.

Caminó por los pasillos, cada paso era silencioso y discreto debido a la hora y la oscuridad. Se escondió en un lugar y vio que pasaba la directora, agarró un jarrón con unos guantes que tenía con el uniforme y le desmayó, dándole el jarrón contra la cabeza fuertemente y bruscamente. Vio cómo se tiró al suelo y agarró a la directora en el aire, llevándola a un sótano.
{Foto referencia:}

Dejó caer a la directora a la barra de hierro larga del techo hasta el suelo y la ató con las cuerdas de tipo hierro de muñecas a talones, poniéndole cinta adhesiva en la boca y una toalla seca en los ojos, atándosela por detrás

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Dejó caer a la directora a la barra de hierro larga del techo hasta el suelo y la ató con las cuerdas de tipo hierro de muñecas a talones, poniéndole cinta adhesiva en la boca y una toalla seca en los ojos, atándosela por detrás.
Mina estaba aterrorizada y decidió llamar por el Nokia a Nayeon, que ella no tardó nada en venir y vio todo, quieta, con un asombro indescriptible y decidió bajar al sótano después de cerrar la puerta.

- Hey... No pasa nada. Querías que nadie te viera y no tenías opción... Pero no te rindas ahora, ahora no. - Nayeon se acercó a Mina y le puso la mano en un hombro suyo. - Todo estará bien... Lo juro. - Agarró la mano de Mina y la entrelazó con sus dos manos, mirándola mientras la consola. - Que no cunda el pánico, ¿Está bien?

- Mina le costó la respiración y consiguió respirar profundamente. - Vale... Está bien... No va a pasar nada... - Decía, con tono un poco desconfiado, pero confiando en su amiga íntima Nayeon.
Nayeon agarró la cara de Mina cuidadosamente y le sonrió.
- ¿Estás bien?

- No... - Empezó a llorar y abrazó a Nayeon, como una niña pequeña cuando iba a una pijamada y le echaba de menos a su madre.
Se quedaron las dos vigilando a la directora, pero Mina se durmió mientras que Nayeon se quedó ahí un buen rato vigilando, cerró la puerta con llave de dentro y ya se durmió.

𝓛𝓸𝓼 𝓮𝔁𝓹𝓮𝓻𝓲𝓶𝓮𝓷𝓽𝓸𝓼 𝓯𝓪𝓵𝓵𝓲𝓭𝓸𝓼.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora