III

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.|•Celos•|.


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Te veo otra vez en una reunión.

Está vez por alguna razón estás más arreglado. Tu cabello se encuentra sujetado en una coletilla baja, tus ropas más limpias y aquel perfume sutil ha estado un poco más intenso. Te ves maravilloso.

¿Tal vez sea por la carta?

¿Sabrás que se trata de mí?

No, ni siquiera tuve el valor de poner mi nombre.

Cuando llegaste ni siquiera me miraste. De inmediato te fuiste a lado de Kanroji y te quedaste a su lado escuchándola hablar, mirandola con aquellos ojos brillando en amor. Eso duele, quisiera que me veas así.

En cambio me conformo con mirarte a lo lejos, a este punto no sé si de verdad leíste o no mi carta. ¿Y si lo hiciste y no te importó? Ni siquiera puse un nombre, tal vez pensaste que fue un cazador cualquiera.

Apretó mis labios y mi atención se va al Patrón, quien habla con una tranquilidad enorme y me hizo olvidarme de tí unos segundos. Al menos hasta que te escucho reir a lo lejos, es una risa suave y me gire, estabas murmurando secretos a lado de Kanroji.

Ella te veía feliz, con sus manos a cada lado de su cara mientras reía por algo, tal vez de un chiste que habías hecho o de lo adorable que te ves cuando estás con ella. Lo único que agradezco de verte tan enamorado es porque son las únicas ocasiones dónde te sonrojas, pierdes un poco el control y tus orejas y nariz se pintan de un tono rosado.

No es por mí, pero me ayuda a imaginarme un poco el como actuarias conmigo.

¿Tímido y amable como actúas con ella?

¿O más liberal y coqueto?

De cualquier forma me harías la persona más feliz de todo el mundo, aunque me gustaría que seas como la segunda opción. Noto que te esfuerzas mucho en tener una personalidad falsa con ella, tal vez tengas miedo de que hagas algo que ahuyente a Kanroji.

Si estuvieras enamorado de mí o estuvieras hablando conmigo en este momento no necesitarías nada de formalidades, podrías ser tú mismo sin que tengas miedo de que te juzgue.

No sé que pasó, pero cuando puse otra vez mi visión sobre tí estabas molesto, con aquella cara tan tierna que pones cuando algo no es de tu agrado. Salgo de mi mente unos segundos y escucho al patrón, explicando una misión que tendrá que ser cumplida por Kanroji y Uzui.

Escucho al Pilar del Sonido dando festejos siendo tan libre, me da algo de envidia, y después observo como ella sonríe y levanta las manos en alegría. Explica que está feliz de ser útil para el patrón.

Tu rostro me dice más de lo que me podrías explicar, estás molesto, muy celoso. Se nota por como miras enfadado al enorme hombre a tu otro lado, es divertido observar la diferencia de alturas que hay entre ustedes. Verte tan molesto por una razón así me da ternura.

¿Te pondrías igual de celoso por mí alguna vez?

En todo caso, no tendrías ninguna molestia como esa porque no tengo a nadie más. Fuera de tí no hay nadie, con vida, con el que desearía pasar el día.

Luego de un par de minutos la reunión se acabó, nos despedidos de un Patrón cada día más enfermo y volvimos a lo nuestro.

Escuché a Uzui y Kanroji hablando entre ellos mientras te dejaron de lado, estabas a ahí parado con tu rostro tan molestado que no te veía siendo capaz de hablar sin soltar maldiciones.

Me dió un poco de pena.

—Iguro...

Dije bajando la mirada y observando el suelo con la intención de no ser oído. Sin embargo una respiración grave me asusta a mi lado.

Me había olvidado por completo que Himejima estaba a mi lado, me asusté un poco, era un Pilar excepcional. Su solo tamaño ya es digno de admirar.

—¿A caso llamaste a Iguro, Tomioka?

Por más que intentara susurrar fue en vano, su voz impotente y estremecedora se escuchó por el jardín llegando desgraciadamente a tus oidos.

Me miraste, con una ceja alzada y la mirada aun más enfadosa.

Yo no pude decir nada, mantuve mi tranquilidad exterior y respire muy ondo.

—No, jamás lo llamaría.

Y me fuí inmediatamente después de eso, ignorando la mirada extraña de todos y la tuya. Por un segundo ví como me señalaste queriendo decir algo pero no quiero escucharlo.

—Imbécil, cara de rata

Dijiste. Lo primero me dolió un poco, no voy a mentir. Pero lo segundo ya no es algo que me importe, en realidad me gusta cuando me dices así. Es un apodo que solo usas conmigo, lógicamente quiere decir que soy algo especial para tí.

Le di una mirada a Himejima a pesar de que no pueda verme, olvide su ceguera por completo. Él tal vez crea que estoy mintiendo o que está perdiendo otro sentido en este momento.

Volví a mi finca con una emoción en el pecho intensa. Seguramente después de eso tengas un nuevo tema de conversación, hablaras mal de mí junto a Shinazugawa, siempre hacen eso y parece la cosa favorita que hacen ambos.

Ustedes dos, como amigos.

Y sinceramente no tengo ni idea del por qué lo son.

¿En serio te agradan las personas así de malhumoradas?

Tú eres callado y sí, muy malhumorado pero considerablemente más tranquilo, mientras Shinazugawa es malhumorado y gritón, siempre se la pasa exclamando maldiciones y buscando pelea.

A veces me siento mucho más celoso por él que por Kanroji. Ustedes dos se la pasan juntos, es más fácil encontrarte hablando con Shinazugawa que con ella, incluso hoy seguramente estarás con él.

Sentí celos, raramente siento y sé que no puedo sentirme así, es estúpido, soy estúpido por eso.

Mire la mesita en el suelo, aún se encontraban papeles, el pincel y todo lo que usé para escribirte aquella carta hace un par de días.

¿Debería intentarlo otra vez?

Una carta nueva.

Sé que no soy capaz de poner mi nombre, pero será una buena idea para despojarme de estas emociones de celos.

Con un entusiasmo y una nueva mentalidad me acerque a escribir, sacando otra vez mis sentimientos para tí.

Escribir cartas dirigidas hacia tí me hace muy feliz, es una buena forma para desestresarme.

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•-Muriendo de amor-•GiyuOba•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora