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Estaba acostada viendo al techo pensando en lo que había pasado hace algunas horas, repasando la herida de mi pierna suavemente con mi mano haciendo que se me erizara la piel recordando el tacto de Rin en esta.

Esto es una broma - pensé levantándome para cambiarme a algo más cómodo pues ahora eran los entrenamientos con los chicos y por supuesto que iría con el Z primero, todo eso de Rin quería simplemente olvidarlo más lo que me dijo antes de irse.

...

-Nose - susurro después de un tiempo- solo se que ver te aquí me hace perder el control de mi mismo y lo odio- se alejo un poco de mi, voltee la vista hacia mi puerta.

-si tanto lo odias deberías irte- susurre aún sin mirarlo

-quise hacerlo, y veme aquí- en cuanto dijo eso lo voltee a ver a los ojos, nuestras respiraciones chocaban, cerré los ojos suspirando.

Esto no podía pasar, no así.

- cuando tengas tus pensamientos ordenados me avisas, no puedo y no quiero jugar este juego contigo- me separé y me metí a mi cuarto rápidamente, sintiendo las lagrimas amenazando por salir.

...

Sacudí mi cabeza intentando olvidar eso, talvez crear que soy una boba pero la verdad es que no iba a dejar que Rin se comportara como quisiera después de simplemente echarme la culpa de algo que ni me incumbía, yo no soy quién para darle ordenes a la gente, menos a Sae, si él lo decidió no tenia nada que ver en eso y Rin debía entenderlo.

Además que yo lo único que esperaba de Rin era una disculpa, que me dijera que no quiso decirme esas cosas, que solo lo dijo por el enojo, pero la realidad es que se contradecía mucho, tanto sus acciones como sus palabras te dejaban confundida y odia eso, debia ser claro con lo que decía y hacia, no iba a estar jugando ese juego.

Me coloque mis tenis y sali de mi cuarto, pasará lo que pasará yo tenia una tarea, que era entrenar a estos chicos y conseguir al nuevo delantero y eso haría.

Fui directamente al lugar dondé los chicos del Z estarian entrenando, hoy los veria como entrenan y después les daria consejos para ampliar sus puntos fuertes.

Ya en la sala de ejercicios los chicos estaban dispersos en las distintas partes del gimnasio, vi a algunos corriendo, creí que chigiri estaria entre ellos pero el estaba haciendo algunas flexiones ¿Porque no estaba corriendo? Me acerque directamente a él pero una voz interrumpio.

-¡wow, una chica!- hablo un chico calvo que recorde era el más bajo de todos, honestamente no me acordaba de su nombre y tampoco me interesaba, por lo poco que vi de él me enojo su forma de pensar, no le daba más allá de la mitad de las pruebas,sin duda tenia iniciativa porque no queria ser algo que le habian impuesto pero eso no era suficiente, le faltaba algo, algo que sin duda Isagi si tenia.

-vaya que observador- susurre volteando los ojos- bien chicos quiero que todos esten frente a mi- los mire seriamente para luego dirigir mi vista hacia los papeles.

-¿porque le hariamos caso a una niñata como tu?- hablo un rubio bastante agresivo, no pudo importarme menos.

- porque yo soy quién los llevara a la cima o en su caso quién quitara a los estorbos como tu, ahora ¡todos al frente mia!- grite ya más seria, algunos si me hicieron caso pero otros como ese rubio siguieron ignorándome.

-No perderé mi tiempo con mocosas como tú- hablo el rubio de nuevo volviendo a su ejercicio.

-oye, respeta a la dama, ella solo quiere ayudarnos no seas un idiota- hablo un grandote de cabello anaranjado.

ICE DREAMS (Itoshi Rin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora