Una vieja historiaHace mucho, mucho tiempo. Yan Wang, El Dios de La Muerte de aquél entonces, anunció a Las Cortes Celestiales que se retiraría de su puesto como juez de los muertos y por lo tanto, como dios. Las Cortes estallaron en pánico y le señalaron con el dedo.
—¡¿Cómo se atreve a hacer tal cosa?! ¡¿Qué será de nosotros?!
—¡Su Alteza es egoísta!
El Emperador Celestial, Jun Wu —amigo y compañero de él—, sorprendido y temeroso por lo que supondría. Se reunió con él en privado y le cuestionó, manteniendo la calma:
—¿Qué pasará con los Tres Reinos sin ti?
A lo que el Dios con una ceja enarcada le respondió con obviedad:
—Se sumirá en el caos hasta que aparezca mi sustituto.
—¿Y cuándo aparecerá, si se puede saber?
Yan Wang encogió los hombros y se hundió en su silla, donde estaba tomando su té con toda la tranquilidad del mundo junto a Jun Wu. Jun Wu, en esos momentos estaba intentando que no morirse ante su comportamiento despreocupado.
—Ni idea. Pero tengo la certeza de que tardará mucho tiempo.
Jun Wu tomó un largo trago de su té, respirando hondo para calmarse.
—Ya veo. Entonces supongo que me tendré que encargar de los muertos hasta que aparezca un sustituto adecuado.
—Sí.
El Emperador Celestial dejó el té en la mesa y miró a su invitado.
—Dime, ¿cómo es que estás tan relajado cuando con esto que vas a hacer, terminarás sumiendo en el caos a los Tres Reinos?
Yan Wang dejó también su té de lado, se levantó y le hizo una predicción.
—No se sumirán en el caos inmediatamente. El sustituto o tal vez sustituta, llegará antes de que eso ocurra.
Jun Wu pestañeó perplejo y confundido. ¿Primero le decía que los Tres Reinos se sumirían en el caos y luego que no sería de inmediato? No sabía en qué pensar.
Yan Wang al ver el rostro de su amigo, soltó una risa.—Nunca dije que el caos comenzaría justo cuando deje mi puesto. No. De hecho, opino que las cosas irán bien sin mí por un tiempo. El caos comenzará cuando resurja la guerra.
El Emperador frunció el ceño y enlazó sus manos.
—Entiendo.
—Cuando vuelva, ahí es cuando aparecerá mi reemplazo —siguió explicando, muy seguro de sí mismo—. Apuesto a que te estás preguntando cómo es que estoy tan seguro.
El hombre regordete pero con músculo se inclinó hacia delante, mirando al Emperador Celestial con una sonrisa llena de dientes y le susurró.
—El Destino me lo mostró.
Los ojos del Emperador Celestial se abrieron como platos. No podía creer que el Destino también estuviera detrás de esto. Pensamientos como ese los silenció, bebiendo del té. A este paso se lo iba a acabar en poco tiempo.
—Dime, ¿cómo aparecerá ese suplente? ¿Y cómo sabremos que es él o ella?
El Rey Yan le miró fijamente con una mirada que hacía tiempo que Jun Wu no veía en él.
—Déjeme hacerle una predicción, Su Alteza. El próximo Dios de La Muerte, aparecerá durante un día de sangre y con una canción que resuene en las almas de los muertos. Esta canción hará que miles de muertos acudan a él y puedan descansar en paz.
El Emperador Celestial soltó una carcajada. ¿Una canción calmaría la ira de los muertos que no podían abandonar este mundo o reencarnar? Eso era imposible.
—Y respondiendo a tu segunda pregunta, eso ya lo comprobarás por ti mismo. Pero confíe en mí, Su Alteza. Sé de lo que hablo.
500 años después.
Caída de XianLe.Una joven deambuló en los campos de batalla, donde reinaba el olor a muerte, el color rojo de la sangre y el odio. Su hanfu negro manchado de rojo destacaba en medio del caos. Su cabello negro como el carbón ondeó en el aire mientras sus ojos violáceos escanearon el lugar.
Cogió aire y comenzó a tararear.
—Ru, ru-ru-ru-ru-ru, ru-ru-ru-ru-ru-ru-ru.
En medio de la Caída, la predicción de Yan Wang se hizo realidad.
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Conociendo A La Muerte | HEAVENS OFFICIAL BLESSING
FanficLa Diosa de La Muerte, Shēng Yuè. También conocida como La Diosa de La Noche o La Diosa de La Reencarnación. Despreciada y odiada en los Cielos debido a su primer nombre. -¿Cómo es que alguien como ella pudo ascender? -se preguntaban los Dioses de...