"En las sombras más profundas del tiempo, la reencarnación se manifiesta como un ciclo incesante, una danza macabra de almas condenadas a la repetición. En este tejido sombrío, cada renacer es una condena, un retorno a la existencia marcada por los...
Recuerdo perfectamente aquel día. Está tan fresco, como si acabara de suceder, aunque a veces parece como si hubiera sido una eternidad, vagando por esos lugares.
Al cerrar mis ojos aquella noche, sentía miedo. Rogaba por una segunda oportunidad, por un mundo donde yo fuera... normal.
"Bienvenido, ha pasado un tiempo, Hiro"
LIMBO ESPIRITUAL
Todo se volvió oscuro, hasta que nuevamente abrí mis ojos. Solo recuerdo haber escuchado la voz de Sarina, y de la nada aparecí en aquel lugar, vacío por completo. Era blanco por todas partes, como la misma nada. ¿Acaso estaba en el cielo o solo estaba soñando de nuevo?
"Hola, ¿hay alguien ahí? ¿Pueden escucharme?"
Sentía como mi cuerpo lentamente empezaba a hacerse más pesado. Estaba demasiado asustado como para pensar en una manera de salir de ese lugar.
"Con que... así se siente la muerte."
"Hola."
Al escuchar aquella voz inmediatamente me volví en dirección hacia ella. Frente a mí se encontraba una niña con un vestido negro. Sus ojos eran bastante tétricos, pero sentía una extraña sensación de familiaridad en ella.
"Tú, ¿sabes dónde estoy?"
"Sí, lo sé. Estás muerto, ¿o no?"
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Lo dijo sin inmutarse ni un solo momento. Eso ya lo sabía, pero ¿cómo puede ser tan indiferente a algo como esto?
"Entonces, ¿qué pasará conmigo?"
"Te irás a la nada infinita, un vacío existencial en el que tu alma permanecerá para siempre."
Me asustó aún más. Quise correr, pero mis piernas no respondían. No era nada nuevo que estuviera de pie y el haberme movido hace unos momentos ya era bastante extraño.
"Pero hay una forma de evitarlo."
"¿C-cómo? ¿Cómo puedo hacer que eso pase?"
"¿Quieres vivir, no? Entonces tendrás que hacer un trato conmigo."
Durante todo este tiempo, aquella extraña niña solo se había quedado inmóvil, parada frente a mí sin hacer ningún gesto, simplemente hablando como si se tratase de un robot.
"¿Qué tipo de trato?"
"A cambio de que renazcas, tú me darás tu alma."
¿Acaso es una especie de demonio y solo está buscando tentarme? Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando la niña se acercó a mí, quedando a pocos pasos de distancia, y extendiendo su mano hacia mí.
