Sí, tu novio de la preparatoria de hechicería era todo un sueño. Habías robado la oportunidad a cualquier chica de estar con el hombre más perfecto que jamás hubiera existido en la academia. Con su sonrisa encantadora, inteligencia superior y habilidades inigualables, Suguru Geto parecía ser el novio ideal que cualquier chica desearía tener.
Todo un sueño.
Pero... ¿por qué tendría que volverse alguien clasista, racista y un total criminal?
El Suguru que conociste y amaste en la preparatoria era compasivo, justo y lleno de promesas para un futuro brillante. Sin embargo, los años y las experiencias lo habían transformado en alguien casi irreconocible, un líder de culto que defendía una causa que jamás hubieras imaginado apoyar.
Claro que querías que volviera a tus brazos. En lo más profundo de tu corazón, anhelabas el día en que Suguru dejara atrás sus oscuros caminos y volviera a ser el hombre que una vez amaste. Pero en lugar de eso, Suguru Geto estaba empeñado en jugar a ser líder de culto, abrazando ideologías que lo alejaban más y más de ti.
Entonces te asignaron la misión de hacer que regresara al camino del bien. Una misión que, aunque llena de peligros, también traía consigo una chispa de esperanza. ¿Sería tu amor suficiente tentación para que él regresara? Recordabas los momentos felices, las risas compartidas y los sueños mutuos. Pero también sabías que el hombre que una vez fue tu novio había cambiado drásticamente.
¿Qué medidas deberías tomar? La lucha interna entre el deseo de recuperarlo y el miedo a su rechazo te carcomía por dentro. Te planteabas si debías enfrentarlo con la misma pasión y convicción que él mostraba en sus creencias, o si debías ser más sutil, apelando a los recuerdos y a la nostalgia de lo que una vez fueron.
Tal vez, solo tal vez, si lograbas recordar juntos aquellos momentos felices, podrías encender una chispa en él que lo hiciera reconsiderar su camino.
La pregunta seguía ahí, constante y perturbadora: ¿Sería tu amor suficiente para salvarlo? O, si fallabas, ¿estarías dispuesta a tomar medidas más drásticas para cumplir tu misión y proteger a los demás del líder de culto en el que se había convertido?
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... Sé que tengo buen jucio
Sé que tengo buen gusto
Es gracioso e ironico que solo yo lo vea de esa forma
Les juro que tu eres diferente y que todos cometemos errores
Por favor, por favor, por favor, no me hagas llorar cuando mi maquillaje quedo tan bien
Romper mi corazón es una cosa, romper mi ego es otra
