Arco 2: Establecimiento.

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Tras años vagando por el mundo, recolectando conocimiento y mejorando su armamento, el pueblo Mexica finalmente llega a lo que sería conocido posteriormente como "El Altiplano Central", lugar que se convertiría en un lugar de esperanza y descanso momentáneo de su búsqueda por la señal divina.

Durante su exploración por los alrededores de donde decidieron quedarse temporalmente fueron descubriendo que habían más pueblos establecidos, algunos bastante desarrollados para ellos, esto lo vieron como una oportunidad de crecimiento para ellos y una forma de forjar amistades, pero sus planes se vieron truncados cuando los pueblos comenzaban a ser groseros, no porque quisieran, si no porque le temían a algo, los Mexicas lo sabían, no eran soberanos de si mismos, eran vasallos de algún señorío.

Al investigar sobre los soberanos de las tierras en las que se encontraban no tardaron en dar con aquellos a los que los pueblos llamaban sus señore, eran un pueblo Tepaneca que había fundado la ciudad de Azcapotzalco, un pueblo que, con el tiempo y suficiente fuerza militar, logró hacerse con gran parte del territorio y había sometido a muchos de sus vecinos.

Teniendo ya un margen amplio de lo que sucedía en dichas tierras comenzaron a buscar la forma de no involucrarse contra Azcapotzalco, esto los llevó a encontrarse con pueblos que no estaban sometidos y que aceptaban comerciar con ellos, pero el temor a espías y que su conocimiento llegara a Azcapotzalco todo lo que fueron recolectando en su largo viaje fue guardado con recelo y ningún pueblo se hizo nunca de dicho conocimiento.

Gracias al comercio con los pueblos y el haber encontrado una tierra capaz de albergarlos fue que los Mexicas decidieron establecer una ciudad-estado temporal para descansar de su ya largo viaje, las expediciones para buscar la señal seguían, pero con mucho cuidado para no molestar a nadie y evitarse problemas.

El primer asentamiento, nacido del comercio de bienes con los demás pueblos, fue fundado en la región de Xaltocan-Tzompanco en el año 1225.

Para desgracia del pueblo la situación en la región comenzó a complicarse, llegando incluso a afectar en su estilo de vida, esto llevó a que todo el pueblo decidiera que era mejor tomar sus cosas y buscar un lugar mejor, de esta forma una nueva migración da inicio y esta ves llegan a Chapultepec, donde gracias a las favorables condiciones comenzaron a instalarse, pero sin que lo supieran su presencia en dicha zona representaba una oposición a la obtención de los recursos de la zona, de esta forma los Altépetl's de Azcapotzalco, Xaltocan, Culhuacan y Xochimilco comienzan a presionar a los Mexicas para que se vayan de la zona, los Mexicas demostraron una fuerte resistencia a las peticiones de los Altépetl's, pero finalmente se vieron obligados a irse de la zona.

Tras su expulsión de la zona, los Mexicas comenzaron a sentir gran odio hacia los Atépetl's que los obligaron a irse, pero un odio especial hacia Azcapotzalco comenzó a manifestarse en los corazones de los Mexicas, tanto así que no querían ni escucharlos de los demás, pero aún con un gran odio cargado en sus corazones su visión de encontrar un nuevo lugar para vivir no fue desviada, de esta forma logran llegar a Tizaapan en donde deciden asentarse nuevamente.

Ya sea por casualidad, destino o mala suerte, aquellas tierras se encontraban bajo el dominio de los Culhuacan, quienes no aceptaban la presencia Mexica en la zona y, en general, en la cuenca, de esta forma un enfrentamiento entre ambos pueblos se suscito terminando con la derrota de los Mexicas, viéndose nuevamente obligados a tener que irse.

Todos los pueblos pensaban que los Culhuacan habían ganado decisivamente, pero los Altépetl's lo sabían, los Mexicas casi no perdieron hombres mientras que los Culhuacan habían perdido a la mitad de los suyos que fueron al combate, fue una victoria de Culhuacan, pero a la ves fue la mayor derrota en toda la historia de su pueblo.

Tras verse obligados a buscar otro hogar, esta ves decidieron hacerlo en uno de los islotes del Lago de Texcoco, con la idea de que el propio lago les brindaría cierta seguridad contra los ataques de otros pueblos, de esta forma, llegaron a uno de los islotes, se dice también que fue en aquel islote donde encontraron la señal divina prometida, razón por la cual las escrituras fueron escritas con tanta emoción según los historiadores.

Dai Nippochca Teikoku: El AlzamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora