Asher, un joven con sed de conocimiento y un corazón lleno de determinación, se encuentra solo y atrapado dentro de la misteriosa Mansión de las Sombras. Atormentado por fuerzas sobrenaturales y enfrentándose a enormes obstáculos, debe descubrir las...
Asher se mantuvo ahí,de pie observando. Su corazón se aceleró al ver el perchero con la cuerda atada. De pronto comprendió lo que le había ocurrido a la persona invisible.
Se quedó allí un momento, sintiendo que le invadía una oleada de tristeza e incredulidad. A pesar de no saber siquiera qué aspecto tenía la persona, la idea de su cuerpo sin vida colgando allí le llenó de un profundo sentimiento de consternación.
Posiblemente aquella persona estuvo años ahí..sólo,contando y organizando esa masiva cantidad de libros. El hecho de recordar qué éste se impresionó al ver a un ser humano le causó algo de tristeza..el recordar de cómo sonó feliz al sostener la cuerda entre sus manos..
Asher tragó saliva con fuerza, intentando apartar la oleada de dolor que amenazaba con abrumarle. Sabía que tenía que seguir adelante, encontrar una salida de aquel extraño lugar, pero no podía deshacerse de la imagen de la cuerda colgando en el perchero.
Respiró hondo y se volvió hacia la puerta, sintiendo una mezcla de determinación y temor al tocar el pomo.
Empujó la puerta y la atravesó, dejando atrás la biblioteca y adentrándose en el oscuro y amenazador pasillo que había más allá. El aire era denso y pesado, y las sombras parecían ocultarse mientras caminaba.
Éste sintió que lo invadía una sensación de aislamiento y temor, pero siguió adelante, con la mente concentrada en encontrar una salida de aquel lugar traicionero.
El pasillo parecía extenderse durante kilómetros, sin final a la vista. Asher caminaba con cuidado, con los sentidos en alerta máxima. Mantenía los ojos bien abiertos en busca de cualquier señal de movimiento o peligro. Pero lo único que veía era la oscuridad infinita que lo rodeaba como un túnel sin fin.
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Mientras el joven seguía caminando por el interminable pasillo, percibió de repente un extraño olor en el aire. Al principio era tenue, pero se hacía más fuerte cuanto más avanzaba. Era un hedor indescriptible,cómo a podrido y a hierro. El pasillo olía a muerte.
Sus ojos se abrieron de par en par al ver un libro similar al que le había mordido antes, el mismo que había cobrado vida y mordisqueado su dedo. La criatura estaba ahora de pie sobre el cadáver de una persona, su extraño cuerpo se retorcía mientras lo masticaba agresivamente, con las páginas y los dientes llenos de sangre.
Asher sintió una oleada de náuseas y repugnancia mientras contemplaba el espantoso espectáculo. Su estómago se sentía retorcido al ver el estado de descomposición. Estaba irreconocible,era solamente una pila de carne podrida y desfigurada.
No podía apartar los ojos de la horrible imagen, y su mente se llenaba de preguntas y de asombro. ¿Quién era esa persona y por qué había acabado así? posiblemente sea también un individuo qué terminó en una situación similar a la suya. Se estremeció al pensar qué podría acabar de manera similar a aquél desconocido.
El joven sintió que un escalofrío le recorría la espalda mientras intentaba comprender lo que estaba viendo. El olor a putrefacción era aún más fuerte, como una espesa nube de muerte y podredumbre.
Se acercó lentamente a la espantosa escena y su curiosidad morbosa se apoderó de él. No podía evitar preguntarse qué le habría ocurrido a la persona cuya vida había acabado tan brutalmente por posiblemente el libro..o la sombra qué encontró al llegar.
Cuando Asher se acercó, el libro dejó repentinamente de masticar la carne y se giró como un animal salvaje que hubiera detectado una presa. Sus páginas crujieron y se retorcieron, y soltó un gruñido gutural que provocó pánico en el joven.
Pareció clavar su mirada en él y sus colmillos brillaron con hambre y malicia. Asher se quedó paralizado de terror cuando el libro avanzó hacia él, agitando sus páginas amenazadoramente.
Intentó retroceder, pero sentía los pies pegados al suelo. No tenía dónde correr ni esconderse, y el libro se acercaba a él como un depredador acechando a su presa.
El corazón se le aceleró y sintió un náuseas en el estómago. Aquello no se parecía a nada que hubiera visto antes: una mezcla impía de criatura viva y libro que se alimentaba de la carne de los muertos.
La criatura-libro continuó avanzando hacia Asher, con sus páginas viejas y ondulantes de una forma que era a la vez hipnotizante y repulsiva. Parecía estar hambriento de carne, y Asher no podía evitar la sensación de que si no encontraba una manera de escapar, él sería el siguiente en el menú del ser.
El libro no dudó dos segundos. Saltó hacia la pierna del humano,y se aferró a su pantalón,clavando sus dientes en su pierna.
Asher intentó apartarse de un salto, pero los reflejos del libro eran rápidos como el rayo. Se abalanzó sobre él, hundiendo sus páginas en la pernera de su pantalón y mordiéndole con una fuerza que le hizo gritar de dolor.
Se tambaleó hacia atrás, intentando zafarse del libro, pero su agarre era fuerte y siguió royéndole los pantalones como un animal voraz.
El joven miró frenéticamente a su alrededor, buscando cualquier cosa que pudiera ayudarle a defenderse del libro. Y entonces lo vio: una escoba apoyada contra la pared cercana.
Se abalanzó sobre ella y la agarró con fuerza entre las manos. La blandió como si fuera un arma,y atacó con todas sus fuerzas al libro-criatura.
Asher maniobró la escoba con todas sus fuerzas, apuntando a el centro de la criatura. La escoba chocó con un crujido nauseabundo y la criatura-libro soltó un chillido de dolor en estado puro. Colgaba patéticamente del pantalón de Asher, con las páginas agitándose débilmente.
Por un momento, pareció que la criatura estaba muerta, con el cuerpo inerte y sin vida. El joven se tomó un momento para recuperar el aliento, aliviado por haber sobrevivido al ataque.
Asher vio cómo el ser caía al suelo, con el cuerpo atravesado por la escoba que había utilizado para defenderse. Exhaló un suspiro tembloroso, aliviado por haber logrado repeler el ataque de la criatura.
Al contemplar el cuerpo sin vida de la criatura, le invadió una mezcla de satisfacción y culpa. Por un lado, se sintió aliviado de haber sobrevivido y de que la criatura no pudiera hacerle daño ni a él ni a nadie más. Por el otro,se sintió algo mal por acabar con un ser qué sólo seguía sus instintos.
