Shadow Mansion

9 - Dudas

El joven acompañaba al hombre, quien se hacía llamar Geoffrey, y sentía como si fuera el mismísimo ángel de la muerte. El joven dudaba de su confianza, preguntándose si éste era otro monstruo enmascarado o simplemente un ser humano atrapado y condenado a esa existencia eterna en los pasillos sin fin.

Mientras avanzaban juntos, el joven observaba con recelo cada paso que daba él a su lado,con una incomodidad palpable entre ambos. Sus dudas se aumentaban con cada recodo oscuro y cada sombra que se arrastraba en el pasillo, dejándole atrapado en un dilema entre la confianza y la desconfianza hacia este ser misterioso.

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"Eh,niño.. ¿Cómo fue que terminaste aquí?"

Asher se detuvo también, y se encogió ligeramente bajo la penetrante mirada del extraño. Sabía que tenía que darle una respuesta convincente, pero no estaba seguro de cuánto podía revelar acerca de sí mismo. Al fin y al cabo, no sabía quién era realmente este hombre ni si podía decirle éso. Sin embargo, sintió que no tenía otra opción que responder de alguna forma...y en ese momento se sorprendió al intentar recordarlo,ya qué ahora sólo recordaba haber entrado a la biblioteca. Se asustó por un momento,y se alarmó al punto de qué sus manos sudorosas estaban temblando.

Él respiró hondo y finalmente dijo; 

 "Y-yo..no..lo recuerdo..!"

Su voz se quebró en ese momento,¿cómo era posible haberse olvidado de algo tan importante? Ya sentía qué sus recuerdos eran un maldito desastre,a punto de tener un colapso mental por el estrés. El contrario lo sostuvo del hombro,y lo apretó suavemente.

 "Intenta calmarte,niño. Parece que te vas a desmayar." Le dijo éste,con ese tono frío,pero qué delataba algo de preocupación en su voz.

 El joven soltó un suspiro ahogado ante aquellas palabras. Tal vez,éste tal Geoffrey era solamente otro humano atrapado aquí,sin recordar cómo llegó. 

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Geoffrey,por su lado,sentó a Asher en una mesa pegada a una pared. Lo ayudó a calmarse,y lo obligó a reposar agarrándose el pecho. Se dirigió hacia uno de los grandes ventanales cubierto por las cortinas color olivo. Al moverla,sólo había un vacío negro,aunque habían unas criaturas de forma humanoide pegadas a las ventanas,observando con sus afilados ojos hacia el humano sentado sobre la mesa. Asher se veía confundido ante aquella escena. Todo era surrealista,cómo algo sacado de la mente más retorcida posible. Le aterraba ver a aquellas criaturas extrañas mirándole.

 "¿Qué es todo esto?" Preguntó Asher,encogiendose de hombros.

Geoffrey,cerró la cortina,y acomodó su espalda contra una pared,con los brazos cruzados sobre el pecho.

 "Estamos en otra dimensión,niño. Lo único que existe aquí es la mansión,y esos monstruos horrendos."

 "¿..c..cómo llegué aquí en primer lugar?..jamás..creí qué esto fuese posible...!"

 "He estado aquí un tiempo..y te puedo asegurar qué he leído algunas cosas sobre el demente del tal Elías. Al parecer,se puede entrar en cualquier momento,mientras caminas,estás sentado..es de manera aleatoria. Y además,el tiempo funciona diferente aquí. Todo cambia cierto tiempo,la estructura del edificio..las criaturas..incluso los seres humanos."

"¿L..lo dices enserio?" Preguntó el joven,sintiendo un miedo creciente ante tal revelación. Estaba intentando procesar lo qué escuchaba. "¿Y cómo es qué tu..no has cambiado por estar aquí?.." Le preguntó,sospechando de él. Se detuvo a examinar su apariencia. Este tal Geoffrey tenía los pantalones rotos,los zapatos arañados y el abrigo bastante sucio. Tenía las manos y muñecas tapadas por vendas y trozos de tela. El joven asumió qué el estado físico actual del hombre era debido al luchar con los monstruos y quedar lastimado.

Geoffrey pareció evitar la pregunta. Se quedó con los brazos cruzados,mirándolo. Sus ojos eran de un color turquesa,y tenía un pequeño lunar cerca del labio. "¿Ya terminaste de verme?" Preguntó en un tono cortante,pegándole al suelo con la punta de sus zapatos. La mera presencia de este hombre dejaba ver su naturaleza seria y estricta. "Descansa un poco más y seguiremos adelante." Tomó asiento a un lado de la mesita,y se quedó limpiando su daga con un trapo que se sacó del bolsillo.

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Pasó un tiempo,y Geoffrey se levantó del suelo,guardando su arma dentro de una funda. Se giró para ver al chico dormido,abrazando sus piernas. Le pareció increíblemente extraño ver cómo se dormía en tal posición tan incómoda,y se preguntó qué tan cansado estaba cómo para caer rendido ante el sueño de esa manera. Lo tomó por ambos hombros,y lo sacudió de forma bastante brusca. Al ver que se despertó,lo agarró y dejó de pie en el suelo apenas había bostezado. Le limpió un poco de suciedad de encima. "Se acabó tu hora de dormir,niño. Hora de seguir adelante." 

Asher estaba desorientado,y se estregó los ojos con los puños. Se apresuró a seguir al adulto,qué lo estaba dejando atrás en su caminata. Los pasillos tenían imágenes repetitivas,algo que resultaba aburrido incluso para Geoffrey,qué suspiraba a cada rato. Lentamente,el pasillo empezó a tener una transición de nuevo a viejo,con el tapiz desgarrado y un candelabro en el suelo,roto y separado en varios fragmentos. Se logró notar cientos de agujeros enormes en las paredes,acompañados de lo que parecían ser susurros imposibles de entender.

"¿Qué..suena así?" Asher preguntó,escondiéndose detrás de Geoffrey cómo si fuese un escudo de acero. El hombre caminaba tranquilo,lo más pegado a la pared. El sonido de los susurros combinados con la madera crujiendo le causaban nervios. "Shh. No te acerques." Le dijo este,y ambos lograron llegar al otro extremo. En el suelo habían más cadáveres momificados,delgadisimos. Daba miedo observar las expresiones de horror puro que tenían en el rostro. "...No te preocupes por ellos. Pasaron muy cerca de los agujeros." Dijo,con un tono indiferente. Se estaban alejando,y de uno de los espacios de la pared surgió lo que parecía ser un gusano largo y ancho,con una boca enorme llena de dientes. Intentó alcanzarlos a ambos,pero se habían apartado lo suficiente para no ser mordidos.

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