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AL DÍA SIGUIENTE

NARRA TESSA:
Me levanté temprano y un poco más bajé corriendo a la cocina. Allí estaban todo por desayunar. 

— tengo que avisarles una cosa...—me miraron— me voy de campamento con la universidad, seguro que cuando llegue van a decir el destino —mentí.

— ¿tu no irás? no has dicho nada —dijo mamá mirando a mi hermana.

Carajo.

— no, seguro que mi colegio no irá —me miró seria— mmm solo será de la universidad...

— sí, es solo la universidad.

— esta bien ¿Cuánto te irás?

— mmm dos días, como siempre —mentí de nuevo.

Asintieron. Se tragaron mi mentira. Primera vez que me escaparía con alguien, pero siempre había una primera vez para todo ¿no?

En fin, volví a mi habitación para cambiarme de ropa y alistar todo en una mochila. Llevé lo necesario: cepillo de dientes, cremas corporales, bronceador, pasta dental, abrigos, dos mudas de ropa, dos pares de calzado y lentes de sol; en otro bolsito pequeño: mis pinturas, gomitas de pelo, cargador de celular y mi cámara de fotos.

Lo que siempre llevaba a los campamentos.

Avisé a Lando que valla saliendo y que me pasara su ubicación.

Saludé a mi familia y salí. Se ofrecieron a llevarme pero no quise. Me excusas como siempre.

Lando era Lando, lo siento familia.

Llegué al auto de Lando y subí. 

— ¿traes tu casa ahí dentro? —rió mientras dejaba un beso en mis labios.

— traigo cosas necesarias, ya que no me quisiste decir donde me llevarás, puse muchas cosas —asintió— también avisé a la policía, dejé una nota a mis padres que si no me encuentran un terrible bombón me secuestró...

— también hubieses añadido a tu carta que este bombón te va a hacer muchas cosas hermosas...—mierda. Me ponía muy nerviosa.

— me pones nerviosa Lando.

— eso me gusta.

Llegamos a una tienda y lo esperé en el auto. Al salir tomó una servilleta roja de tela que estaba sobre una de las mesas de la cafetería.

— ¡Lando! ¿Cómo vas a hacer eso? —rió.

— eso es lo que menos importa —empezó a conducir— necesito que te pongas esto en los ojos

— no, me das miedo con eso —reí.

— hazme caso, confía en mí.

Me puse eso en los ojos y él chequeo que no viera nada. Al conducir más o menos cuarenta minutos aproximadamente, llegamos a lo que me pareció por lo que apagó el motor del vehículo.

— llegamos bebé —quise quitarme el pañuelo— no, no, no, no, no...no te lo quites...quiero que sea una sorpresa...

— Lando...

— por favor, yo te ayudo a bajar...

Se bajó y esperé a que abriera mi puerta. Me dió la mano y posó la otra sobre mi cabeza para no golpearme con el techo del auto.

Caminamos por unos segundos hasta que sentí que abrió la puerta de lo que se suponía que era una casa.

— ahora puedes quitártela.

— Lando esto es hermoso.

— lo se...y combina contigo.

— gracias —me acerqué y lo besé— ¿de dónde sacaste esto?

— es de mi padre...nada más que...saqué la llave sin permiso.

— Lando, es feo lo que has hecho.

— pero quiero estar contigo —me abrazó por la cintura y me besó.

El beso subía de tono. Me subió sobre él y caminó hasta el sofá. Se sentó y por ende quedé sobre él.

— eres muy hermosa.

— tu ¿te has visto en el espejo?

— me opaco a tu lado.

Reímos. Lo besé por unos segundos más hasta que su teléfono comenzó a sonar.

— ¿si? ¿Quién habla? —atendió— oh, si Charles dime...

Salió afuera y quedé ahí. Al rato entró con nuestras cosas en la mano.

— ¿desayunemos? —asentí.

— ¿Qué piensas hacer cuando llegues allá y no me veas más? —me llevé un bocado de tostada a la boca.

— te vendré a ver cuando pueda bebé.

— ¿y qué si no puedes?

— ¿Por qué me preguntas todo esto ahora en ves de disfrutar que estamos juntos por primera vez?

— Lando, esto es una escapada pero en dos días te irás...me duele que te vallas por que te has convertido en alguien especial para mi —solté— entonces...entiendo que seas piloto y uno de los importantes pero...¿que tal si conoces a alguien más y tu...—me interrumpió.

— yo quiero estar contigo Tessa. No necesito a nadie más.

— demuéstrame que eso será verdad.

— ¿tanta inseguridad?

Se puso de pie viniendo a mi lado, donde antes de pasar su pulgar por mis labios, me miraba a los ojos fijamente.

Amo sus ojos.

Amo su mirada.

Sus labios impactaron en los míos y me dejé llevar. Me gustaba demasiado él. Me cargó hasta lo que sería la cama. Me depositó en ella dulcemente sin dejar de besar mis labios. Sus manos bajaron por mi hombro hasta llegar a mi muslo que lo tomó subiéndolo un poco más arriba, haciendo que enrede su cintura con mi pierna.

Se separó de mi, para mirarme fijamente. Volví a besarlo mientras metía mis manos por debajo de su buso. Se enderezó para quitárselo y luego me tomó la la cintura haciendo que quedara sobre él. Continué besándolo hasta que bajé por su cuello. Seguí besando a medida que iba desabrochando su camisa. 

— no hagas eso.

— ¿eso que? —dije sonriendo.

— eso que haces...

— ¿Por qué Norris?

— te dije que no.

Me tomó nuevamente de la cintura tirándome en la cama haciendo que quede boca abajo y en segundos lo tenía encima de mi. No tardó nada en deshacerse de mi pantalón, hasta que pasó una de sus manos por debajo de mi garganta tomándola, obligándome a que levante un poco mi cabeza y posicionó su boca en mi hombro. Me mordí el labio inferior cuando sentí que entró en mi sin aviso. 

Que rico.

— te dije que no hicieras eso.

— ¿es...esto un...cas..tigo? —dije entre gemidos.

— si, quiere...puedes tomarlo...así.

— vuelvo...a cometer el mismo...de...lito...ah...—sonreí y él mordió mi hombro.

Estuvo un tiempo así hasta que me dejó estar sobre él. Continuamos hasta que ambos llegamos a nuestro limite extremo.

— ¿ahora estas segura de que prefiero estar contigo?

— tendría que pasar más momentos así contigo para responder eso.

Reímos y nos quedamos abrazados por unos minutos más.

LOSE CONTROL 《Lando Norris》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora