𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 3

22 3 1
                                    

Los párpados de Jianna temblaron ante los brillantes rayos que se asomaban por la ventana de su habitación.

Sus ojos fueron abriéndose poco a poco, tratando de adaptarse a la intensa luz natural.

Su cuerpo se retorció sobre la cama, en su desesperación por regresar a su estado de reposo, sin conseguirlo.

Jia se impulsó levemente con sus brazos, quedando sentada sobre aquella gran extensión de sábanas y cobijas. Su mirada se perdió unos segundos, en el exterior, que se apreciaba por su entreabierta ventana.

Se bajó de su cama algo tambaleante, con altas probabilidades de caer y permanecer adolorida en el suelo.

Sus pies tocaron la suave alfombra, los cuales se incorporaron dentro de unas pantuflas moradas.

La chica, aún somnolienta, divisó en el espejo recostado contra una pared, una nota adhesiva que albergaba las siguientes palabras:

-Señorita Jianna, tuve que ausentarme debido a un problema personal. No se preocupe, su desayuno lo verá listo cuando baje a la cocina. Ayer noté que tuvo una visita, por lo que recogí la mesa lavé las copas. Nos vemos en 2 días...

Atte. Su ama de llaves

Jia caminó hacia el espejo, despegó la nota y la desechó en el bote de basura.

Ya era la tercera vez que esa mujer le traía la misma escusa, y terminaba desapareciendo dos semanas enteras.

Jia ya se estaba cuestionando si debería cambiar de ama de llaves...

La chica dejó su frustración a un lado, llegó hasta el baño y se desnudó.

El agua caliente salía a borbotones de la regadera abierta. Jia permanecía inmóvil mientras las gotas de agua se escurrían por su piel.

Mamá, papá...lo siento tanto...

Susurraba con un tono casi inaudible, que transmitía un dolor que no posee cura existente...

Una lágrima de arrepentimiento resbaló por su mejilla hasta su cuello.

Recordar el asesinato de sus padres la noche anterior era como una daga que se hundía en lo más profundo de su corazón.

Ella lo había hecho, había cometido el peor crimer; sin embargo, supo que su acción fue una salvación...

Jianna cortó el flujo del agua y salió con una toalla abrazando su delgado cuerpo.

Dió un corto paseo por su habitación, hasta su armario. Revolcó un poco los bultos de ropa, tratando de encontrar las prendas más cómodas.

Jia se vistió y salió de su habitación, un rico desayuno le esperaba abajo.

...

Después de disfrutar de aquel festín, Jia se levantó de la mesa, agarrando los platos y llevándolos al fregadero.

El silencioso ambiente le estresaba, por lo que prendió la radio, así se relajaría mientras lavaba los platos.

La relajante intro de "Claro de luna" dejó de escucharse, para ser remplazada por una ensordecedora alerta.

Jia corrió a bajarle un poco el volumen de la radio, sus oídos no aguantaban esa frecuencia tan alta de sonido.

Se dispuso a continuar fregando los trastes que quedaron sucios.

En la radio se escuchó la voz de un reportero informando sobre un asesinato que ocurrió la noche anterior...


Pareja encontrada a orillas del río Okeechobee...

✞︎🅡︎🅘︎🅢︎🅔︎ 🅞︎🅕︎ 🅣︎🅗︎🅔︎ 🅓︎🅐︎🅡︎🅚︎ 🅦︎🅘︎🅝︎🅖︎🅢︎✞︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora