Capítulo 8. "Esto no termina aquí".

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—¡Santo cielo! Miren la hora, son casi la 1:00 am. —

Los padres de Twilight y Shining Armour fueron recogiendo sus cosas a la vez que ayudaban a limpiar el comedor dejando todos los platos sucios en la cocina y acomodando el mantel de la mesa del comedor.
Cadance observaba el reloj de la sala, las manecillas apuntaban a las horas de madrugada, claramente su bebé estaba durmiendo en una cuna que habían traído para ella en caso de durar más de lo previsto durante la noche, lo que terminó ocurriendo. Su esposo se sorprendió de la hora y rápidamente fue a recoger las cosas que habían traído para su hijita, se habían divertido tanto que no habían visto la hora durante todo el rato que estuvieron conviviendo, Flash lo ayudaba a recoger las cosas de su capitán.

Las Mane Six ya se habían despedido, necesitaban descansar de un día tan atareado, a pesar de que disfrutaron mucho de la noche, también estaban necesitadas de recostarse cómodamente en sus dormitorios, mañana sería otro día de trabajo para limpiar todo lo referente a la noche de Nightmare.

Mientras que Spike no pudo más con el sueño y cayó dormido en el suelo usando un cojín como soporte para su pequeño cuerpo, Twilight lo observó con ternura y lo cargó con su magia hasta su cuarto, donde lo acomodó suavemente sobre la camilla cuidando de no despertarlo.

—Bien, ya tenemos todo lis... —Night Light ya se iba a despedir hasta que su esposa lo interrumpió.

—¡Oh no! ¡Olvidé algo importante! —La madre de los príncipes salió corriendo hacia la otra habitación donde había dejado una bolsa grande que quién sabe qué contendría.

—Flash, ¿crees que puedas buscar a Twilight para darle el aviso de que ya estamos listos para tomar el tren? —Cadance pidió de favor a el nombrado quién la miró confundido.

—Lo haría, su majestad, pero aún no conozco del todo el Castillo de la Princesa. —Confirmó el pegaso con cierta pena de no poder ayudarle.

—Hazlo, la encontrarás. —

Cadance inclinó su cabeza hasta que su cuerno tocara la frente del pegaso mientras conjugaba con su magia un hechizo donde le mostraba el camino hacia donde se encontrara Twilight, Flash le agradeció la visión y salió de la sala hasta encontrar la habitación donde yacía Twilight. La alicornio mayor sonrió para sí, se alegraba que su hechizo había funcionado, puesto que era un hechizo que ella había conjugado para las almas que estaban destinadas a encontrarse para amarse, ahora, lo que siguiera de ellos dos se los dejaría en sus cascos, su trabajo como mentora había terminado.

El pegaso, sin saber sobre la verdad del hechizo, salió volando hasta la habitación de Spike, que era la habitación en la que Twilight estaba acomodando para que su dragoncito pudiera dormir cómodamente, la puerta estaba abierta, así que se detuvo a la entrada donde vislumbró a la alicornio tratando tan tierna y dulcemente a Spike, como el cubrirle con una manta, encendiendo una lamparilla de noche, doblando delicadamente el disfraz que tenía puesto el dragón y guardándola en su respectiva cajonera, era un vista tan linda de ver que Flash sentía como su mismo cuerpo caía en sus encantos con una inexplicable debilidad, todo lo que era de Twilight le transmitía tanto sentimiento y paz, que juraba que estaba cayendo en un enamoramiento más profundo que con el que inició al verla por primera vez.

Twilight sintió su presencia y volteó a verlo en la entrada, le sonrió dulcemente al ver que se trataba de aquel pegaso ladrón de su corazón a lo que él le correspondió la sonrisa, salió silenciosamente de la habitación y cerró cuidadosamente la puerta tras de sí.

—Agradezco que hayas sido muy silencioso, a veces Spike se despierta con cualquier sonido. —Comentó la alicornio para empezar la conversación.

⋆˚࿔  𝐏𝐥𝐚𝐧 𝐏𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭𝐨 𝜗𝜚˚⋆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora