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El ambiente estaba tenso. Aunque se conocían más que cualquiera se sentían incómodos. Y de los 2 el más afectado por esto era Hinata, el silencio incómodo lo estaba matando por dentro, se preguntó que hizo para merecer que ahora el "amor de su vida" se haya vuelto un completo extraño que creía conocer bien.

Para fortuna de ambos un peli-blanco entró a aquel lugar y al divisar a aquellos 2 chicos de acercó a la mesa, sentándose al lado de su novio.

—Una disculpa Tobio, el metro estaba atascadisimo. —Dijo el mayor tomando una carta del menú. —Bien, estoy esperando tus disculpas Hinata, porque creo que es lo mínimo que merecemos. No te hemos hecho nada. —Empezó diciendo el mayor sin siquiera saludar al chico frente a él.

—Hoshi no seas tan grosero, si bien Hinata nos faltó al respeto no debes rebajarte. —Aquella respuesta enfureció al peli-naranja pero intentaba controlarse por el bien de su carrera atlética.

—Lo siento, es solo que me molesta en sobremanera cuando se meten con lo que es mío. —Provocó el mayor viendo como la punta de las orejas del más bajito se volvían rojas, el sabía lo que provocaba pero no le importaba. Era su venganza por la falta de respeto que había cometido hacia el y su novio.

—Bueno. —Interrumpió Hinata. —Creo que podemos empezar a hablar sobre mi tweet, ir al grano vaya. Lo siento, no debí responderles así, si bien era mi pensamiento en ese momento no tenía intenciones de que fuera público, sino que desde mi cuenta privada iba a contestarlo. Pido que de verdad me disculpen, estoy dispuesto a darles una compensación en efectivo si así lo desean, de igual forma tengo escrita una disculpa pública para ustedes.

—Yo creo que con la disculpa pública es más que suficiente. ¿Qué opinas amor? —Preguntó el azabache.

Al más bajo se le hizo un nudo en la garganta al escuchar a Kageyama llamar de esa forma a Hoshiumi. Debía tranquilizarse pero aún faltaba la respuesta del mayor de los 3, pero realmente no le era tan fácil esta tarea cuando a él lo llamaba de la misma forma.

—Mmm, no lo sé. —Dijo el peli-blanco pensando, claramente con la única intención de hostigar más a Hinata. —Déjame pensarlo un rato más, en lo que ordenamos algo.

Hinata suspiró, no quería hablar, temía que su voz saliera entrecortada.

Llamaron a un mesero y este los atendió, Kageyama había pedido un café americano y una rebanada de pastel de zanahoria, Hoshiumi por otro lado pidió una crepa con un batido de chocolate y por otro lado Shoyo solo se limitó a pedir una bebida, siendo esta un smoothie de mora azul.

—En lo que lo piensan, iré al baño un momento, ya regreso. —Avisó Shoyo levantándose de su lugar sin obtener respuesta.

Llegó al baño y lo primero que hizo fue enjuagarse la cara con agua, debía quitarse el nudo en la garganta cueste lo que cueste. Después de unos 2 minutos pensando Shoyo pudo calmarse, seguía algo alterado pero menos que hace unos momentos y sin las ganas de llorar, estaba listo para regresar.

A paso calmado Hinata volvió a la mesa donde se encontraba la pareja charlando. Hinata dio una última bocanada de aire para sentarse.

—Hinata, ya trajeron tu bebida. —Dijo el azabache apenas el peli-naranja se sentaba en la mesa señalando el smoothie que estaba en la mesa.

—Gracias Kageyama. —Hinata le sonrió, pero no era una sonrisa de las de siempre, sino una con un toque de tristeza.

Y Kageyama lo sabía muy bien.

—¿Qué decidiste, Hoshiumi? —Preguntó Shoyo matando el pequeño silencio que se había formado.

—Me conformaré con la disculpa pública esta vez, pero si algo de este estilo vuelve a pasar, no dudaré en actuar legalmente Shoyo. —Dijo seriamente Hoshiumi, causando irritación en el menor, se le notaba.

Hinata le dio un sorbo a su smoothie y continuó hablando.

—Bien, muchas gracias Hoshiumi, Kageyama. —Dijo el peli-naranja, levantándose para hacer una reverencia.

Si bien no le gustaba tener que haber pedido disculpas y más porque estaban vacías, le gustaba que su vida personal no se entrometiera en su vida profesional, así que si era necesario humillarse de esta forma para que su trabajo quede intacto, entonces lo haría.

Amaba a Kageyama, pero su amor por el volleyball seguía siendo más fuerte.

Se volvió a sentar en la mesa ahora queriendo terminarse su smoothie lo más rápido posible, le gustaba estar con Kageyama, no con Korai y le resultaba incómodo seguir ahí, era el mal tercio viera por donde lo viera.

—Gracias a ti por reconocer tu error Hinata. —Respondió el azabache sonriendo, era de aquellas sonrisas que le gustaban a Hinata porque bien sabía que no eran fingidas, eran auténticas y nada aterradoras. Solo sonreía así cuando estaba con el o eso recordaba.

—Pero no lo vuelvas a hacer, no queremos más problemas. —Intervino Hoshiumi con sorna.

—Si, de nuevo gracias por aceptar mis disculpas. —Fue lo único que Hinata se abstuvo a decir para después concentrarse en su bebida.

Si bien el silencio reinaba, se sentía aún peor que cuando Tobio y Shoyo estaban solos. Shoyo sentía que invadía un espacio personal, que esos 2 no podían actuar como una pareja porque el estaba molestando.

Afortunadamente cuando llegaron las órdenes de los otros 2 el peli-naranja iba terminando su bebida, como pidieron cuentas separadas tan pronto terminó su bebida pidió la cuenta y la pagó.

—Bien, supongo que esto es todo de mi parte, tengo unas cosas que hacer así que me iré. Fue un gusto volverlos a ver aunque haya sido de esta forma. —Si bien no fue la más adecuada en el fondo Hinata se llenó de nostalgia viendo a estas 2 personas que lo ayudaron a crecer mucho en su momento.

—Creí que te quedarías a platicar con nosotros, actualizarnos y así. —Dijo Kageyama denotando algo de tristeza en sus ojos.

—Tendrá que ser en otra ocasión amor, Shoyo está ocupado. —Dijo el mayor, incitando al más bajo a que se retire.

—Con su permiso, nos vemos y que tengan buen día. —Se despidió el peli-naranja con una sonrisa triste porque dudaba que volvería a verlos sino fuera en un partido.

—Hasta luego Hinata. —Se despidió el azabache.

—Adiós. —Le siguió el peli-blanco.

Tan pronto como Hinata salió de ahí sus lágrimas empezaron a brotar, si le había afectado haber tenido que hablar con Kageyama pero era necesario, al menos por esta vez. Empezó a plantearse que tal vez no había vuelta atrás y realmente lo de ellos había terminado hace mucho tiempo.

Dime, ¿cómo quieres? | KageHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora