"Soy Maxine, la nueva escultora de tu padre."
"Puede que eso sea enamorarse, encontrar a alguien que hace sentirte un poco menos solo."
"Si tan solo supiera que esto terminaria de esta manera, jamas me hubiera enamorado de alguien como tú."
MAXINE...
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23 de octubre, 2021
Era más de media noche y Maxine seguía rodando por su cama, seguía pensando en su cita con Buddy... Rodaba y rodaba hasta que el escuchar unos toques en su puerta la hizo levantarse rápidamente.
— Es más de media noche, ¿quién podrá ser?
Se preguntó así misma mientras caminaba hasta la puerta. Miró por el picaporte, llevándose una sorpresa al ver a Buddy detrás de ella. Inmediatamente abrió la puerta.
— Hola Maxine, yo sólo quería... — no lo dejó terminar la frase cuando tomó su muñeca y lo arrastró dentro de la habitación. Se asomó viendo en todas las direcciones asegurándose de que nadie lo haya visto y cerró la puerta.
—¿Qué haces aquí? ¡Alguien nos puede ver! — exclamó paniqueda por la presencia del chico en su habitación. — ¡Sí mi padre se entera de esto me va a matar!
— Tranquila, me aseguré que no hubiera nadie. Además, todos están exhaustos que posiblemente estén roncando ya — trató de calmarla un poco.
— Está bien, y a todo esto, ¿qué haces aquí?
Preguntó invitándole una botella de agua y a sentarse con ella en la cama.
— No puedo dejar de pensar en ti..
El silencio se hizo presente, la mente de Maxine divagaba y divagaba. ¿Ella también se sentía así? Se cuestionó unos minutos antes de poder responder.
— Si te soy sincera, tampoco puedo dejar de pensar en ti... — sus mejillas se tornaron rosada ante aquella confesión, tomando por sorpresa al chico. — Cuando nos despedimos hace rato quise detenerte y pedirte que te quedaras un poco más pero, no tuve el valor de hacerlo.
— Creo que me has robado el pensamiento, quería voltear y pedirte un poco más de tiempo juntos — también confesó — Pero tampoco tuve el valor de hacerlo. No entiendo porqué.
— Somos unos bobos... — dijo con una pequeña risa mientras pasaba su mano por la sábana de la cama.
— Tienes razón, sólo un bobo dejaría pasar la oportunidad de estar con la persona que quiere.
Maxine se quedó callada, su corazón latía, sus manos sudaban y no sabía que responder ante aquella confesión de amor que el de cabello rizado le estaba haciendo.
— Siendo honesta no sé qué es lo que siento por ti en este momento, una parte de mi quiere aceptar que me has cautivado durante este pequeño viaje en las Vegas, pero, otra parte de mi tiene miedo de salir herida. Es decir, eres el hijo de mi jefe y si lo nuestro no se da no sé qué podría pasar con mi futuro aquí en la pastelería. — confesó sintiendo su corazón apretarse por querer aceptar que quería intentar algo con él. — Tengo miedo de apostar y perder todo por lo que he trabajado durante prácticamente toda mi vida.
